El eterno dilema del noir como género dicotómico… Abordar el suspense desde el género más negro hacia el thriller absoluto y hasta el terror o ceñirse a patrones más policíacos y por tanto más tendentes a lo deductivo. Del primero ya tenemos muchos casos presentados por autores desde Javier Castillo a JD Barker con cuarto y mitad de casquería. Y bien que son leídos estos y muchos otros autores con el foco sobre el asesino y sus filias y fobias para el mal más monstruoso…
Después están autores como Fred Vargas o el anticipadamente desaparecido Domingo Villar. Ambos más empeñados en la investigación, en la deducción, en el encuentro con el mal desde ese bien justiciero. Un bien cargado de contradicciones y paradojas pero bien al fin y al cabo aún con sus medios dudosos, sus cauces soterrados y sus espadas de Damocles acechando sobre la ciega justicia. Sin descartar por todo ello que el criminal de turno pueda ser un tipo capaz de recrearse con la carne trémula de su víctima hasta límites insospechados…
Sea como fuere, entre estos últimos es donde más se encuentra actualmente, en su devenir narrativo, Jordi Llobregat. Y así podemos disfrutar de perfiles reconocibles, de policías con sus peculiaridades en busca de la justica al precio que sea, toda vez que ya se conoce que los cauces oficiales no siempre son la línea recta hacia el final más inmediato… Un autor siempre recomendable para hacer disfrutar a un amigo lector de tramas jugosas, ingeniosas y cargadas de una tensión que va más allá de lo criminal para buscar dobles lecturas sociológicas.
Top 3 novelas recomendadas de Jordi Llobregat
Donde no llegan las sombras
La más perturbadora de las propuestas Jordi Llobregat. La idea del perturbado acercándose a niños o niñas a fin de dar cauce a sus fantasías más retorcidas. Sumémoles los motivos más hondos y oscuros de Alex Serra para hacerse policía hace ya años… Todo apunta a un mismo horizonte de estremecedora lucidez.
Tras salir del colegio, Martina desaparece sin dejar rastro. Al cabo de unos días encuentran su cuerpo flotando en una poza en medio del bosque, a trescientos kilómetros del lugar donde fue vista por última vez. Los forenses no consiguen determinar la causa de su muerte. Parece un hecho aislado hasta que, semanas más tarde, desaparece otra niña, a quien hallan muerta poco después en las mismas condiciones.
La exagente de policía Alex Serra sigue obsesionada con la desaparición de su hermana veinte años atrás. Los casos tienen similitudes inquietantes que solo ella comprende; sin embargo, después de tanto tiempo, ¿es posible que el responsable sea la misma persona?
Cuando desaparece una tercera niña, la investigación se convierte en una carrera contrarreloj para encontrarla sana y salva. Serra, perseguida por su pasado y un asesino que parece conocerla muy bien, tendrá que enfrentarse a la cara más oscura del ser humano para descubrir el lugar donde no llegan las sombras.
No hay luz bajo la nieve
Más que investigadora o policía, Alex Serra es heroína de lo cotidiano, con esa capa del policía de homicidios al que más le vale disfrazarse de superhéroe con superpoderes para que lo más ominoso le resbale como si nada por su traje inasequible a dolor alguno. Monstruos con forma humana siempre al acecho como villanos demasiado reales a veces…
Un hombre desnudo y maniatado, con los párpados cosidos con un alambre, ha sido encontrado sumergido en las aguas heladas de una piscina, durante las obras de la estación de esquí Vall de Beau en el Pirineo: la infraestructura más emblemática de la candidatura hispano-francesa para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
La subinspectora de homicidios Álex Serra y el teniente de policía francés Jean Cassel serán los encargados de la investigación. Después de un tiempo apartada del cuerpo por un grave incidente en el que Serra disparó a un compañero, sus superiores la envían a las montañas a investigar el caso. Serra creció en un pequeño pueblo de la zona, al otro lado del valle. Nadie como ella conoce aquel lugar.
Con su regreso, se reencuentra con todo aquello que creía haber dejado atrás: una montaña inmisericorde, un entorno opresivo dominado por los secretos y los recuerdos de un pasado que todavía no ha superado. Ahora, además, un asesino inteligente e implacable la pondrá a prueba.
Este será solo el primero de una serie de crímenes que tienen que ver con una historia oculta durante décadas. Solo quien la conozca podrá resolver el caso y dar con el misterioso criminal. Mientras tanto, la tormenta de nieve más devastadora de los últimos veinte años está a punto de desencadenarse.
El secreto de Vesalio
Cuando los lectores de Jordi Llobregat aún no conocíamos a Alex Serra, esta otra historia bien diferente nos conducía a momentos pretéritos en los que también las luces y sombras despertaban inquietantes tramas bajo ese contraluz propio de Llobregat. Escenarios decimonónicos con ese punto entre modernidad y superstición que propiciaba espacios de lo más siniestro…
Barcelona, mayo de 1888. A pocos días de inaugurarse la primera Exposición Universal del país, aparecen los cuerpos horriblemente mutilados de varias muchachas. Sus heridas recuerdan a una antigua maldición de la ciudad largo tiempo olvidada.
Daniel Amat, joven profesor residente en Oxford, recibe la noticia de que su padre ha muerto, lo que le obliga a volver a Barcelona después de años de ausencia. A partir de ese momento, se verá arrastrado a la persecución de un despiadado asesino mientras se enfrenta a las consecuencias de su propio pasado.
Bernat Fleixa, reportero del Correo de Barcelona, cuyo único interés es conseguir una noticia que le haga famoso, y Pau Gilbert, un enigmático estudiante de medicina que oculta un secreto, se unirán a Amat en busca de un antiguo manuscrito anatómico que puede cambiar la historia del conocimiento y que resulta ser el principal objetivo del asesino.
Secretos, traiciones y pasiones prohibidas en la Barcelona convulsa y fascinante de finales de siglo XIX, donde nada es lo que parece, ni nadie está a salvo del pasado.
