Bajo su apariencia de buen tipo, Antonio de la Torre siempre acaba sorprendiéndonos en sus mutaciones imposibles. Entre Javier Gutiérrez, Luis Tosar y el propio Antonio disfrutamos de una filmografía española que fía, en interpretaciones como las de estos tres, gran parte de su valor añadido. Insisto muchas veces en que no es lo mismo partir de una apariencia de galán clásico que pasar por una imagen más común. Pero la medianía física tiene sus ventajas. Y es que las transformaciones son siempre mucho más creíbles. Más aún en actorazos como estos.
En el caso de Antonio de la Torre sorprende más si cabe por lo que indicaba al principio. En las entrevistas se nos representa un tipo amable, sin posibles aristas de personalidad a la vista (vamos, como cualquiera de nosotros, tapando filias y fobias en nuestras relaciones sociales). Pero frente a la cámara se desata el monstruo, el tipo atormentado o el héroe improvisado. Así que cuando nos topamos con una de sus películas no queda otra que aferrarse fuerte al sofá o a la butaca para emprender el viaje de la mutación y el desconcierto.
Top 3 películas recomendadas de Antonio de la Torre
El reino
DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:Hasta ahora la mejor de las mutaciones que he visto de Antonio de la Torre. El político sin escrúpulos convertido desde la fuerza centrípeta de la política hacia la perdición. Quizás Manuel no fuera el tipo infame que finalmente es, al que conocemos cuando ya está transformado en el monstruo huyendo de la cacería.
Pero las cosas son así en política. Como bien indica la película, los reyes caen y los reinos continúan. La incesante sensación de hartazgo frente a una clase política de aquí o de haya que tan solo está para el medro y el lucro indecentes. La evidente noción de que, como le dijo Churchill a un advenedizo parlamentario, los enemigos políticos no están en la bancada de enfrente, sino detrás, acechando para disponer ellos mismos de la corona.
Para ser político hay que tener tragaderas, espaldas anchas y fe para rezar a la diosa impunidad que confunde sus principios para extender a cualquier forma de obrar. Sumándole la benevolencia de un sistema extremadamente garantista incluso ante las evidencias delictivas más notorias, queda la idea de que tipos como Manuel nunca caen, sino que se transforman en nuevos hombres y mujeres con distintos nombres, pero con sucias herencias con las que capear…
En la persecución por la verdad, todas las mentiras del político son mucho más que ese cabalgar contradicciones asumidas para las huidas hacia adelante que son los pactos y acuerdos. Porque una cosa es fingir por el bien del partido y otra bien distinta es mentir para tapar bajo la alfombra los muertos y las ambiciones que crecen al cobijo del poder, transformando a todo político en su sombra.
Entre la vida y la muerte
DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:Parece que la carrera cinematográfica de Antonio de la Torre se le quedaba corta en España y con este espectacular thriller se lanzó a la conquista del mundo francófono. Una película en la que Antonio se transforma en Leo Castañeda, un conductor de metro al que le espera uno de esos giros sin fin desde la propia naturaleza de su personaje.
El punto de inflexión para romper con el trampantojo de la existencia de Leo es el suicidio de su propio hijo. Una muerte vista en directo por el propio Leo y ante la que nada puede hacer. Bajo la apariencia de una circunstancia de extremo dramatismo se empieza a desmadejar ese algo más que acompaña a las grandes tramas de suspense psicológico.
Puede que en la muerte de su hijo se encuentre una venganza soterrada. Y es entonces cuando Leo tendrá que ir dejando atrás disfraces y salir de su escondrijo para afrontar pasados irreconciliables pese a todo. No es que sea un argumento plenamente original. Me refiero a lo del protagonista que vive una segunda vida después de haber habitado en otra piel. La cuestión es que Antonio de la Torre lo hace todo más cercano, como más intenso. Conforme vamos descubriendo los cabos sueltos, descubrimos que, una vez que ya no hay nada que perder y que la violencia puede ser la única forma de justicia.
Grupo 7
DISPONIBLE EN CUALQUIERA DE ESTAS PLATAFORMAS:Una película en la que destaca una de las mejores virtudes de Antonio. Su personaje se mueve siempre en una zozobra que va desde su rictus hasta su actitud. Porque el inspector de policía Rafael parece como ir despojándose de lo que fue para transformarse en otra persona. Y para continuar en la brecha, a la cabeza de una unidad policial antidroga, el proceso es justo el contrario al que debiera ajustarse.
Al otro lado está Mario Casas, un joven policía llamado Ángel reflejado en el espejo de lo que fue Rafael cuando empezaba a enfrentarse a un sórdido mundo del hampa que nunca olvida sus cuentas pendientes. El Grupo 7 necesita de nuevos tipos sin conciencia, más al estilo de Ángel que de Rafael. Uno desubicado y el otro en pleno crecimiento dentro de un grupo que también sufre de tentaciones para incumplir con sus labores de control del tráfico de drogas.
Bajo esa sensación de proximidad con hechos reales, la interpretación de Javier de la Torre nos asoma al difícil ajuste de lo moral, el desempeño policial y las posibles extralimitaciones que llegan desde diversos frentes, por posibles pactos con mafias o por corruptelas internas que pueden ubicar al policía en medio de la tormenta perfecta.