Los 3 mejores libros de Cormac McCarthy

De carácter hermético y bastante poco dado a las apariciones sociales, Cormac McCarthy conducía su literatura por senderos muy dispares, movido por una voluntad firme de contar una de esas historias que aparecen de repente golpeando en la conciencia del creador de cualquier tipo de manifestación artística.

Vale, esto puede ser una impresión mía. Pero cómo no considerarlo así cuando encuentras una carrera literaria salpicada de variadas temáticas que si acaso comparten únicamente una visión cruda del mundo mediante tramas que siempre conducen a los personajes entre el desasosiego, la violencia y una suerte de indolente instinto de supervivencia.

Lo de Cormac McCarthy parecía exclusivamente un compromiso con la literatura que no se ciñe a imposiciones editoriales ni a invitaciones trilógicas que si bien ha hecho en alguna ocasión, siempre ha sido a su manera, sin una continuidad argumental sino ambiental. McCarthy escribió para darse el gusto de perfilar personalidades al límite que finalmente asustan e imponen en su credibilidad frente al abismo.

Desde composiciones que apuntan al género negro hasta incursiones en la ciencia ficción. A este autor le daba lo mismo un género u otro, su impronta era lo suficientemente intensa como para descifrar siempre esa intención humanística en el extremo.

Dentro de los últimos grandes escritores estadounidenses, McCarthy adquirió su papel más auténtico, empecinado en narrar historias inolvidables que en muchas ocasiones recorren de costa a costa este vasto país en busca de enormes historias a ser contadas. Cormac McCharthy tomó el testigo en vida de un Mark Twain recuperado para seguir narrando la América de los siglos XX y XXI, con todos los nuevos matices que ello supone.

Top 3 mejores libros de Cormac McCarthy

La carretera

El mundo es un lugar hostil, vacío, sometido al caos de un holocausto mundial de inspiración nuclear. De camino por lo que fueron los Estados Unidos, un padre y su hijo vagan en busca de algún último espacio libre de tantos peligros que los acechan en medio de ese nuevo planeta entregado a las tinieblas de la propia humanidad.

El sur se antoja  instintivamente como un reducto de supervivencia entre el calor y el mar más apacible. Bajo este planteamiento distópico, Cormac aprovecha para insertar un ideario sobre la humanidad como civilización, quizás no tan lejana en la actualidad en su esencia de cualquier comportamiento bestial.

Un libro que se llevó al cine para mí con más pena que gloria. Que una película venga precedida de una novela premiada con el Pulitzer no siempre asegura calidad.

Y es que hay libros que en su esencia absolutamente literaria tiene dificil acomodo en la gran pantalla. Porque en este caso el escenario es la excusa y no el fundamento. Aunque si la pelicula sirve para que la novela llegue más lejos, bienvenida sea.

La carretera

Todos los hermosos caballos

Con este libro empieza la Trilogía de la Frontera que como ya he indicado antes sigue un patrón ambiental que no argumental.

Y seguramente sea este el mejor libro de los tres que componen ese compendio de dureza y supervivencia para personajes convertidos en estupendos funambulistas sobre los instintos más agresivos del ser humano, personas que viven en una frontera fisica y moral y que principalmente deben sobrevivirse a ellos y sus circunstancias.

Entre Texas y México vive John Grady Cole. A sus 16 años es un chaval sin raigambre alguna más allá de su abuelo. Así que a la muerte de éste toma el camino inverso de los espaldas mojadas para darse un baño de crudeza y violencia, despertando así su sensación de abandono y exponiéndolo junto a su amigo de viaje a aventuras épicas entre lo sórdido, a enfrentamientos y encuentros emblemáticos en el lado salvaje del mundo.

Todos los hermosos caballos

No es país para viejos

Todos recordamos a Javier Bardem con su peluca y su mirada extraviada. Él es Anton Chigurh, un sicario sin escrúpulos que parece entregado al oficio del verdugo por psicopatía más que por negocios sucios.

Aunque realmente él es contratado para sostener el mercado de la heroína entre México y Estados Unidos. Corren los duros años 80 y Chigurh acaba de realizar uno de sus encargos, sin percatarse de que una gran suma de dinero se ha quedado ahí, abandonada en la escena del crimen.

Llewelyn Moss descubre la siniestra escena de la muerte pero decide quedarse con la pasta. Como no podía ser de otra forma, el tercero en discordia es un Sheriff, Ed Tom Bell. El triángulo de la violencia está servido, con disertaciones casi filosóficas entre la violencia y el estrés de la persecución a tres bandas.

Una novela que, como siempre hace el bueno de McCarthy, aporta un ritmo vivo, violencia, personajes al limite y un poso de meditación sobre el ser humano, el encaje de sus instintos en la sociedad y las derivas de la razón humana.

No es país para viejos

Otros libros recomendados de Cormac McCarthy

Un jugoso volumen para adentrarse en las honduras narrativas del mejor McCarthy…

El pasajero / Stella Maris
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2 comentarios en «Los 3 mejores libros de Cormac McCarthy»

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