Los 3 mejores libros de Esther García Llovet

La sátira puede ser la forma de humor más ácida. Una visión lisérgica que despierta un humor que sobrevuela lo trágico de las falsas morales, de las dobleces humanas. Cuando una visión despiadadamente satírica asalta lo social, vuelan por los aires las apariencias, y sus fórmulas para perpetuarse en el vacío de sus habituales eufemismos y formalismos.

Una constante satírica que Esther García Llovet trae a su obra como pegamento de su particular género negro que reconvierte a placer. Un gusto por el noir donde criminales, víctimas, armas homicidas, investigadores y coartadas se ven todos empujados por una irrefrenable fuerza centrífuga. Una energía que todo lo trastoca para reubicar las escenas y los personajes al capricho de una imaginación que disfruta con el desconcierto.

Situaciones desfragmentadas como en la noveau cuisuine pero que gustan de servirse «con bien» del esperpento de Inclán. El invento funciona a base de bien porque los ingredientes se presentan pese a todo con esmerada precisión entre lo surrealista, lo metafórico y la síntesis erigida como despiadado retrato que acaba siendo más cierto que esos otros lejanos sucesos que casi ni nos llaman ya la atención en los medios de comunicación. Y es que literatura magnetizada hacia lo extraordinario carga con más realismo que todas las tibiezas que pasan a este otro lado.

Top 3 novelas de Esther García Llovet

Los guapos

Mel Gibson y sus señales versión castiza. Evocaciones a aquellos años 80 en los que todos esperábamos a los OVNIS. Punto de partida para despertar esas sensaciones extrañantes desde las que reconfigurar el mundo con una narrativa sorprendente. Un punto de melancolía con otros tiempos recientes en el que todo parecía más natural y libre…

En los arrozales frente a un camping de El Saler aparecen unos misteriosos círculos. Es lo que los aficionados a lo oculto y a los extraterrestres llaman crop circles: formas geométricas de gran tamaño que surgen de un día para otro en un campo sembrado.

¿Hay ovnis en la zona? ¿O el dueño del camping está buscando un reclamo turístico? Hasta allí se desplaza Adrián Sureda, haciéndose pasar por periodista, aunque en realidad no lo es y su aparición obedece a otros motivos.

Empieza a indagar entre los lugareños: el dueño del camping, el gato del camping, la vigilante del camping que en sus ratos libres tiene un programa de misterios esotéricos en un canal local, un italiano que aterrizó en los ochenta y regenta un kiosco… Y empiezan a suceder cosas raras, muy raras.

¿Un episodio de La dimensión desconocida ambientado en la turística costa valenciana? ¿Un Twin Peaks castizo? ¿Una de Stephen King en la Albufera? ¿Unos Encuentros en la tercera fase con guiris como extras? Bienvenidos al territorio de Esther García Llovet: gasolineras con vetustos carteles de Mirinda, motos Montesa, Nino Bravo a todo trapo, una zona de cruising en un bosque, el tendedero donde secan sus ropas los hare krishnas locales, fantasmas sin uñas… ¿Nos visitan los extraterrestres? Acaso la respuesta esté en esta novela (o no).

Los guapos, Esther García Llovet

Spanish Beauty

Era como una tentación evidente plantear el título «Spanish Beauty». Demasiado ha tardado en hacerse alguien con él después de disfrutar de aquella maravillosa película «American Beauty». Tenía que ser Esther García Llovet quien ajustara el extraño disfrute de despedazar el ideal social made in USA. Transmutando parámetros de género narrativos al imaginario e idiosincrasia más ibérica sazonado todo ello al enajenante viento de levante. Ahí estaba el quid del asunto, solo esta autora podía hacerlo. O más bien rehacerlo por completo…

Spanish Beauty, la primera entrega de la Trilogía de los países del Este, nos ofrece un Benidorm plagado de mafiosos ingleses, rusos millonarios, billares cutres de sótano y rascacielos a medio construir: una ciudad en la que manda Michela, la policía corrupta que necesita a toda costa recuperar un mechero que perteneció a los legendarios Kray Twins del Londres de los sesenta.

Gente barata y nuevos ricos, quemaduras de sol y de cigarrillo, secuestros en lancha, fiestas de madrugada y operaciones ilegales en hoteles de segunda, y el mar siempre de fondo como futuro proyecto urbanístico en una historia sobre la redención y la búsqueda del amor en la ciudad más enloquecidamente internacional de todo el Mediterráneo: una novela negrísima, empapada de DYC y Beefeater.

Gordo de feria

Las primeras dos entregas de la Trilogía instantánea de Madrid no presagiaban su final tan excelso en este cierre descomunal. Una exhibición de la literatura más descarada y liberada en el género negro español. Con ese deje que siempre nos evoca a los primeros escritores del noir hispano como Vázquez Montalbán o González Ledesma por el toque de humor negro castizo a la vuelta de cada esquina, Esther sube todas las apuestas en este cierre antológico.

En esta ocasión el protagonista es un humorista apodado Castor, famoso por sus monólogos televisivos. La vida de Castor está regida por la suerte y el azar. Y tirando del hilo del azar conoce a su doble, un camarero llamado Julio. Son como dos gotas de agua, y a Castor se le ocurre que Julio puede sustituirlo en algunos saraos, porque él detesta los saraos.

Pero, claro, la cosa no tarda en complicarse, y en dar pie a una trepidante, enloquecida, sucesión de acontecimientos. Y, así, en esta novela tan concisa como contundente tienen cabida una fuga, un secuestro, una pareja de humoristas –uno gitano y otro argentino–, una discoteca en mitad del desierto de Almería, una estafa, una estafadora a punto de convertirse en asesina, unos chinos que invierten en inmobiliarias y en televisión, un crucero por el Danubio y hasta un ovni.

Un noir surreal, una comedia estrambótica, terrorífica y castiza. Una novela vibrante, que no da tregua al lector. Una nueva muestra del inmenso y reconcentrado talento de Esther García Llovet, una de las voces más originales, secretas (cada vez menos) e imprescindibles de la actual literatura española.

Otros libros recomendados de Esther García Llovet

Cómo dejar de escribir

He de confesar que una vez empecé a escribir una novela y acabé escribiendo otra. Y también dejé el título inicial que acabó por despertar ciertas estridencias. Sin tener ni idea del proceso creativo de esta autora, me gusta pensar en una novela que empezó apuntando a una cosa y terminó siendo otra. Y en el libre proceso de dejar a los personajes actuar a su libre albedrío, acabó sucediendo esta suma de vidas palpables, de almas tangibles y de sucesos con aroma y tacto.

Un autor de culto, un manuscrito perdido y un hijo a la deriva en el verano de Madrid: humor, atmósfera y extrañeza en la confirmación de una voz felizmente excéntrica. Renfo, el hijo apócrifo del gran Ronaldo, el mítico escritor latinoamericano, deambula por Madrid en busca del manuscrito perdido de su padre. Acompañado de Curto, un amigo ex convicto, y Vips, un parado de larga duración, recorre la ciudad durante un verano tórrido animado por niñas pijas, coches robados, fiestas lacias y humoristas psicópatas, camareros cutres y bares que nunca cierran.

Selfie algo irónico y alucinado, Cómo dejar de escribir deja sonar la cara B del mundo literario con la distancia de quien no perteneció a él. Una novela sobre el Madrid más anónimo, sobre gente que no sabe lo que quiere. Sobre cómo dejar de hacer nada y empezar a hacerlo todo; cómo dejar de escribir e ir a la guerra. Una novela secamente alucinada, de ambientes enrarecidos y humor difuso, perplejo, escrita con el estilo agudo, compacto y sugerente que es marca de la casa de una de las voces más felizmente excéntricas de la literatura de hoy.

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