Los 3 mejores libros de Antonio Ungar

Cuando la literatura es un ejercicio porque sí, acaba provocando un incontestable efecto de lo inesperado. Desde el borrador inconfesable hasta la puñetera obra maestra hecha febril revelación. Algo así se me antoja que ocurre con un Antonio Ungar que nos ofrece relatos y novelas con un poso de sinceridad, oportunidad y trascendencia que solo se confabulan cuando uno se pone a escribir bajo ese «porque sí», porque tocar contar algo.

Embebido en ese realismo de Gabo, como herencia irrenunciable de la narrativa colombiana actual encarnada por Vásquez, Quintana o Restrepo, el caso de Ungar rompe también por su parte de realismo. Solo que abordado desde una extraña alegoría de lo sórdido, de lo extraño como motor que puede despertar las incongruencias de la realidad compuesta por lo moral, lo ideológico o hasta lo social.

Es lo que tiene el realismo, que puede ser desde sucio hasta mágico. Curiosamente la composición de nuestro mundo da mucho de sí en lo narrativo, más quizás que cualquier otro género, porque las pequeñas grandes historias a descubrir están a este lado, en la noción subjetiva de lo que ocurre bajo millones de prismas posibles.

Ungar exprime esa noción de diversidad cromática desde sus personajes en ocasiones divergentes pero rabiosamente vivos en sus estridencias que engarzan con el verdadero yo de cada individuo más allá de falsas medianías. Y precisamente en esas estridencias cada cual hace contrición literaria, desde la empatía de lo que queda narrado como si fuera vivido por nosotros.

Top 3 libros recomendados de Antonio Ungar

Tres ataúdes blancos

Tres ataúdes blancos es un thriller en el que un tipo solitario y antisocial es forzado a suplantar la identidad del líder del partido político de la oposición y a vivir todo tipo de aventuras para acabar con el régimen totalitario de un país latinoamericano llamado Miranda, sospechosamente parecido a Colombia.

Desaforado, desquiciado, hilarante, el narrador-protagonista usa todas sus palabras para cuestionar, ridiculizar y destruir la realidad (y para reconstruirla desde cero, como nueva). Perseguido sin descanso por el régimen del terror que en Miranda todo lo controla y por los abyectos políticos de su propio bando, solo contra el mundo, el protagonista es finalmente alcanzado y cazado. Su enamorada, sin embargo, consigue huir milagrosamente, y con ella queda viva la esperanza del reencuentro y de un nuevo comienzo para la historia.

Tres ataúdes blancos es un texto abierto, polifónico, dispuesto para múltiples lecturas. Puede ser entendido como una sátira feroz de la política en América Latina, como una refinada reflexión acerca de la identidad individual y la suplantación, como una exploración de los límites de la amistad, como un ensayo sobre la fragilidad de lo real, como una historia de amor imposible.

Envuelta en un envase de thriller fácil de abrir y de leer, llena de humor, esta novela propone sin duda un juego literario complejo y fascinante, que consagra indiscutiblemente a uno de los autores mayores de su generación en lengua española.

Eva y las fieras

En una barca a la deriva, en lo más profundo de las selvas del Orinoco, Eva se desangra y entre el sueño y la vigilia se pregunta si será encontrada, si llegará viva a una orilla, si su destino es entregar su cuerpo a los picos de los buitres. En la ciudad está su pasado remoto, del que ha sabido huir a tiempo. En el último puerto está lo vivido hace poco, y ahí también, esperándola, todos los que la quieren: su amante y su hija Abril.

Ambientada en la Colombia de finales de los años noventa, desgarrada por la guerra que fomentó el Estado entre paramilitares, militares y guerrillas, esta historia puede leerse como una metáfora de un país condenado a repetir sus errores y a empeorarlos, pero también como un viaje hacia el interior del alma de Eva, vida terca que, como la de la selva, se niega a callarse.

Basada en hechos reales, escrita en una prosa nítida y contundente, la novela le propone al lector ser Eva entre las fieras y, como ella, jugarse la vida por los demás, que acá somos todos.

Mírame

«Al otro lado de los patios, en el quinto piso del número 21 de la Rue C, hay ahora una familia. Llegaron el lunes. Son oscuros. Hindúes o árabes o gitanos. Han traído a una hija.» Esta es la primera anotación del protagonista de esta novela, un personaje solitario, obsesivo, que se automedica, vive apegado al recuerdo de su hermana muerta y habita en un barrio en el que cada vez hay más inmigrantes.

Un personaje que lo escribe todo de forma minuciosa en su diario.A través de sus páginas, el lector será testigo de cómo observa a sus nuevos vecinos, de los que sospecha que trafican con drogas. Descubrirá también cómo se va obsesionando con la hija, a la que acaba espiando con cámaras ocultas que le permiten verla desnuda en el baño, mirando por el balcón, tendida en la cama, siendo agredida por uno de sus hermanos.

A partir de ese momento el personaje pasará de la observación a la acción, mientras se deja enredar en la tela de araña de la chica a la que contempla, creyendo saberlo todo sobre ella, aunque acaso las cosas no sean como él piensa y acaso alguien lo esté observando a él.

Y mientras la tensión –erótica y violenta– aumenta, el narrador empieza a sentirse perseguido, modela en yeso unas enigmáticas esculturas de ángeles y se prepara para hacer algo que lo cambiará todo… Una novela absorbente, inquietante y perturbadora.

Una reflexión acerca de la inmigración y la xenofobia. El portentoso retrato de un personaje arrastrado por una obsesión enfermiza que, en un imparable crescendo, desemboca en terrenos propios del thriller más sombrío.

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