Las 3 mejores películas de Samuel L. Jackson

Cómo para no ponerle cara de inmediato. Cientos de películas en las que la jeta del ya veterano Jackson aparece para darle solidez a cualquier trama. Casi siempre como secundario o al menos como complementario de otra interpretación central. No confundir con Laurence Fishburne (Matrix) pese a su similar fisonomía. En primer lugar porque nada que ver las virtudes de uno y otro. En segundo lugar porque Samuel se cabreaba bastante cuando le sacaban el tema de su parecido.

La cuestión es que Jackson es el típico actor por el que te animas a ver una película. Algo así como Morgan Freeman, un valor que asegura interpretaciones de poso capaces de dotar de trascendencia a la trama más insulsa. Pero es que además Jackson suele acertar en muchas de sus películas, que acaban siendo taquillazos primero y clásicos después.

Nuestro amigo Samuel nació en Washington, D.C. en 1948. Comenzó su carrera como actor en el teatro en la década de 1970. Hizo su debut cinematográfico en 1981 con la película Together for Days. Durante la década de 1980, apareció en una serie de películas independientes, incluyendo Jungle Fever (1991) y Do the Right Thing (1989).

Jackson alcanzó el estrellato en la década de 1990 con una serie de papeles en películas de éxito. En 1994, protagonizó Pulp Fiction, una película de Quentin Tarantino que se convirtió en un clásico de culto. En la década de 2000, Jackson siguió siendo una estrella popular. Apareció en la película de superhéroes The Avengers (2012) y sus secuelas, así como en las películas de acción The Hateful Eight (2015) y Glass (2019).

Jackson es uno de los actores más rentables de todos los tiempos. Ha ganado numerosos premios por su trabajo, incluyendo tres nominaciones al Premio de la Academia al Mejor Actor de Reparto. También es un defensor de diversas causas, incluyendo la igualdad de derechos para todos los ciudadanos.

Top 3 películas recomendadas de Samuel L. Jackson:

El protegido

DISPONIBLE AQUÍ:

Peliculón con sus debidas secuelas «Split» y «Glass». Pero en el caso de esta obra inicial, lo de Jackson alcanza un nivel mítico en cuanto a la representación del antihéroe, de la némesis a superar por un héroe nada clásico, sumido en sus propias sombras… Sin duda una obra maestra con ese toque friki de los amantes de los cómics.

Hay que decir que Bruce Willis también lo hace genial como superhéroe atípico, mecido a los caprichos de su descubridor e instructor, el propio Jackson. Un tandém que no pudo haber funcionado mejor. Lo peor de esta película es que no la puedo desarrollar mucho más allá. Porque el giro final es magistral…

Pulp Fiction

DISPONIBLE AQUÍ:

En esta ocasión el protagonismo de Travolta focaliza más atención y quizás por eso la selecciono en segundo lugar en cuanto a las simples interpretaciones de Jackson. Nos encontramos además con la película en la que el fructífero idilio entre Samuel y Tarantino apuntó hacia muchas otras películas donde el reencuentro siempre funcionó a la perfección.

En cuanto a la película en sí sin duda marcó un antes y un después en la consideración del cine como séptimo arte. Por su capacidad para desestructurar el argumento, por la capacidad para robar la absoluta atención del espectador en cada escena por su fotografía pero también por sus diálogos en ocasiones rayanos con un surrealismo fascinante. Para poco después recuperar el brío de una acción trepidante. Siempre humor negro que lo borda todo y a la postre multitud de lecturas sobre el mundo presentado, ya sea una parodia del cine, de los submundos urbanos, del poder, del éxito, de los vicios y de todo que se le ponga por delante en cuanto a interpretaciones dadas a la peli.

Django desencadenado

DISPONIBLE AQUÍ:

Como muestra de lo señalado para la relación entre Tarantino y Samuel L Jackson sirva esta película en la que Samuel consigue ser uno de los tipos más odiables del universo cinematográfico. El negro siervo fiel del dueño blanco, capaz de compartir su mismo odio hacia cualquier persona que no comparta el color de su blanco culo. Las escenas de Jackson resultan fascinantemente desquiciantes, bordando un papel de ser despreciable que en pocas otras ocasiones he encontrado.

La peli ya sabemos, o podemos imaginar si no la has visto, que avanza por sangrientos derroteros para cuyo rodaje la Heinz se frota las manos multiplicando su producción de ketchup. Y sin embargo también encontramos esas extreñas escenas pausadas, de máxima tensión. Gran parte de esa tensión nos la regala la mirada de Jackson, oscurecida hasta que lo siniestro se hace tangible.

Valorar post

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.