3 mejores libros de Teresa Viejo

Cuando ya se puede hacer una selección de mejores obras de un autor (con el componente subjetivo que siempre conlleva el asunto) es que su carrera literaria ya dispone de suficiente recorrido. Y el caso de la periodista Teresa Viejo, tan reconocida por sus apariciones televisivas como por su quehacer narrativo, supone ya esa consolidación en un ámbito espoleado por la oportunidad de la faceta pública pero finalmente ratificado en una propuesta narrativa interesante.

La transición desde el periodismo hacia la literatura no es algo tan extraño. De hecho se trata de comunicación en última instancia, de indagar en personajes y situaciones para extraer la verdad o para proyectar historias. La lista de periodistas pasados al mundo del libro se incrementa constantemente con exponentes como Màxim Huerta, Carmen Chaparro o Carlos del Amor.

Y cada cual cuenta sus historias y los lectores nos encargamos de cribar cada una de las incursiones para que finalmente quedan los que mejor se desenvuelven frente al folio en blanco. Teresa Viejo es una sobresaliente superviviente de esa duda sobre la oportunidad o la calidad que finalmente se decanta por la segunda opción.

Si quieres iniciarte en el particular universo de Teresa Viejo, aquí te paso mis referencias…

Top 3 novelas recomendadas de Teresa Viejo

Animales domésticos

Y llega el momento en el que todo escritor se desata en un oficio que ya domina para escribir historias conmovedoras hasta lo más hondo o transgresoras hasta el último resquicio moral.

Esta novela de Teresa Viejo es una demostración perfecta de la casuística indicada. A veces llega un momento en el que la balanza del amor oscila desde el cariño y la rutina hacia el deseo y la incontinencia. Filtros, tabús, moral…, llámalo X. La cuestión es que puede surgir, nadie estamos libre de ello. Abigaíl no trata de justificar por qué lo hizo.

Tan solo nos muestra el fácil camino que conduce a lo prohibido. De hecho, el ser humano avanza a base de conquistas de la razón sobre lo prohibido, o al menos sobre lo difícil. Todo lo demás es inmovilismo y costumbre hacia el abismo. En el espacio de las emociones ocurre lo propio. Y puede suceder que, cuando buscamos el límite de las emociones hacia eso determinado como prohibido, recuperamos la sensación de seguir vivos.

No es cosa de Abigaíl, forma parte de la contradicción del ser humano, de la misma forma que respiramos oxígeno para vivir a la vez que oxidamos nuestras células y envejecemos. Es cuestión de cada uno sopesar. Solo corresponde a Abigaíl considerar qué es lo que está haciendo. Quizás se haya dejado llevar por un ruido y una furia interiores absolutamente incontrolables, o quizás solo haya sucumbido a algún eslogan de una nueva campaña para encontrar la felicidad.

Sea como fuere, el sexo puede convertirse en una gran fuente donde saciar las ansias de rebeldía focalizadas en pasiones descontroladas. El estallido de un orgasmo puede reconciliarte con un mundo que parece negarte la felicidad. Que conste que todo esto no es cosa mía 🙂, es lo que te invita a pensar el personaje de Abigaíl, bajo cuya piel nos conduce al frenético viaje de la infidelidad, de las emociones al límite.

Abigaíl nos muestra el sexo como búsqueda de ese yo aletargado entre la rutina, pero deseoso de romper con todo aunque sea de vez en cuando, escapando a hurtadillas de los dictados de lo racional. Tal vez Abigaíl busque en este relato su expiación. Pero lo que queda claro es que no se trata de buscar el perdón de los demás sino su liberación completa.

Animales domésticos

La memoria del agua

El pasado puede ser una melancólica intuición que va más allá de tu propio tiempo vivido. Cualquier foto en sepia nos puede evocar ese regusto decimonónico que apunta al tiempo de nuestros antepasados al albor de nuestro mundo moderno.

Algo así le ocurre a un protagonista de la historia llamado Álvaro, fascinado con una enigmática misiva acompañada de un retrato que componen en sí una nueva misión vital para él.

El balneario de Isabela, con sus reminiscencias a un tiempo y un lugar ya inexistente centra una investigación en la que Álvaro irá descubriendo la extraña transición entre un lugar de asueto que siniestramente pasó a un lugar de condena, un sanatorio en el que la monstruosidad del ser humano se adentra en uno de los más fascinantes contrastes que puede generarse en un único espacio como es ese antiguo balneario…

La memoria del agua

Que el tiempo nos encuentre

Las incursiones en un siglo XX prolífico en fascinantes intrahistorias de una España entre guerras, exilios, emigración y represión suponen un filón para muchos autores como por ejemplo Javier Cercas, María Dueñas o la propia Teresa Viejo (cada cual desde un sustrato bien distinto sobre el que construir su historia)

En esta ocasión conocemos a un nutrido grupo de españoles que buscan en México un espacio amable en el que la amenaza de la muerte no se convierta en un aire irrespirable para ellos. En su espera se encuentra Aurora, emigrada hace ya algunos años, en plena guerra civil.

El encuentro más trascendental en ese nuevo desembarco hacia la libertad se producirá entre Aurora. Ambos comparten sueños y secretos, y aquellas tierras al sur de los fascinantes Estados Unidos reproducen los ecos de vidas de cine, de noches de satén y esmoquin. Volver a empezar nunca es fácil a ninguna edad ya madura, pero Aurora y Pablo pondrán todo de su parte para conseguir sus sueños, cueste lo que cueste.

Que el tiempo nos encuentre
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