Los 3 mejores libros Pascal Quignard

Apuntar a autor francés sorprendente estando ahí Michel Houellebecq nunca es asunto fácil. Pero no hay que restar méritos a un Pascal Quignard que de entrada parte de igual a a igual con el susodicho, siendo ambos premio Goncourt. Al final la literatura debe ser literatura, no sólo postureo o excentricidad. Y en la determinación casi ermitaña de Quignard para entregarse a las letras hay mucho de esa voluntad irreductible por el oficio de escribir sobre todo lo demás.

Si hay autores que denominamos existencialistas, como Milan Kundera o Proust, cada cual con su punto más literario o filosófico, lo de Quignard supera ese listón de las preguntas a posteriori sobre la vida y se adentra en la antesala de la vida misma. El hecho de que un individuo se pregunte ¿Por qué yo? Como ese motivo, coincidencia, casualidad o causalidad que nos ubica en el mundo, sirve de arranque al trasfondo recurrente de Quignard.

La cuestión es dotar de literatura a la idea, revestirlo todo con trama y personajes. De eso trata el oficio y la decisión de ser escritor. Con la idea resonando de fondo hay que centrarse en la creación, convencerse de ser un nuevo Dios con la encomienda de generar chispazos de vida…

Top 3 novelas recomendadas de Pascal Quignard

Las solidaridades misteriosas

Conforme el autor avanza en su obra, la causa, el motivo, el motor…, lo que sea que determine la acción de escribir se va manifestando de manera más abierta, sin tapujos ni deudas ni culpas. La juventud es irreverente en la vida, pero en la literatura es la vejez la que se deshace de todos los tabús para entregarse a la apasionada libertad de la escritura más descarnada.

Claire, una mujer de cuarenta y siete años en la cima de su carrera profesional, abandona su trabajo, su apartamento en París y todo lo que hasta entonces ha conformado su vida para regresar al pueblo de Bretaña donde creció. Allí reencuentra por casualidad a la profesora de piano de su infancia, quien le propone irse a vivir con ella.

Poco a poco se reinstala en el lugar, reencuentra su primer amor y establece una profunda relación con su hermano menor. De forma inesperada, su hija, a la que no había visto desde hace veinte años, regresa para estar con ella.

De forma polifónica, todos los personajes que se relacionan con Claire evocan a esta mujer cuya historia y destino se convierte en cada vez más sorprendente, a medida que se desvelan los secretos de familia, los celos y la violencia oculta que anidan en los protagonistas de esta novela profundamente inquietante y de una belleza sobria y envolvente que rastrea sin fin el enigma que constituye el hecho de estar en el mundo.

Las solidaridades misteriosas

Las lágrimas

¿Qué le deparaba a una Europa centro del mundo pero aún asomada a confines oscuros y misteriosos? La visión desde una especie de relación telúrica entre el hombre asomado a la modernidad y el viejo continente, ya entrando en la zozobra de luchas que serían grandes guerras. Personajes que componen trazos de historia desde una mágica intrahistoria de focos superpuestos.

Una novela que toma la forma de una leyenda o un poema, en la que se narra el destino opuesto de dos gemelos: Nithard, nieto de Carlomagno, erudito, literato, escriba, y Hartnid, viajero, marinero, guerrero, vagabundo. Dos destinos, dos formas de estar en el mundo, dos fragmentos separados que, a medida que avanza el libro, forman un mismo tejido, una unidad, una armonía secreta bajo la cual se esconde la creación del mundo moderno, ya que cuenta el nacimiento de Europa como fértil encrucijada de culturas.

Un lugar esa Europa, donde el entendimiento entre los diferentes pueblos, la comprensión mutua de sus particularidades y de sus lenguas era más importante que las fronteras o los incipientes nacionalismos. Un libro que entrelaza con elegancia mitos, cantos, poemas, cuentos, meditaciones y sueños.

Las lágrimas, de Pascal Quignard

El sexo y el espanto

Resulta sumamente curioso el traslado que Pascal consigue desde el individualismo más marcado en sus pulsiones más intimas hasta la generalidad, lo social. Pero al fin y al cabo la moral es una traslación que se mueve como corriente eléctrica, asaltando conciencias al ritmo sincopado de la necesaria convivencia.

Cuando los bordes de las civilizaciones se tocan y se superponen, se producen sacudidas. Uno de estos seísmos tuvo lugar en Occidente cuando el borde de la civilización griega tocó el borde de la civilización romana y el sistema de sus ritos: cuando la angustia erótica se convirtió en fascinatio y la risa erótica en el sarcasmo del ludibrium.

En este libro turbador Pascal Quignard intenta comprender cómo, durante la época de Augusto, se produjo esa mutación que aún nos envuelve y nos afecta. Para ello se sumerge con la ayuda de los clásicos en la contemplación de las enigmáticas figuras de los frescos pompeyanos, que la erupción del Vesubio ha conservado intactos hasta nuestros días. El resultado es una extraordinaria indagación acerca de lo que supone llevar en nosotros el desconcierto de haber sido concebidos.

El sexo y el espanto
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