Por su semblante serio y su literatura de belleza trágica actual, Jérome Ferrari podría tratarse del Carlos Castán versión gabacha. Pero sospechosas semejanzas en forma y fondo, y teniendo claro que la reencarnación precisa de, al menos, un fallecimiento, queda evidenciado que cada autor citado es diferente y las coincidencias son solo casualidades.
Por suerte ambos siguen vivos y en lo que al escritor con apellido de bólido concierne el asunto rompe más en la novela que en el relato que cultiva Castán. Y en esas novelas descubrimos esos abismos habituales, recurrentes, extrañamente inoportunos pero perfectamente mimados por este tipo de escritores. Vacíos desde los que, sin embargo, acabo brotando una vida que sorprende y fascina más aún por antojarse a todas luces algo imposible.
Es el don de la tristeza como poso creativo para adornar la brillante sensación de lo perentorio como eterno. Lirismo en prosa que sobrepasa la idea de pertenecer a la obra puntual para erigirse como sinfonía general de todo lo que escribe este narrador francés.
Top 3 libros recomendados de Jérome Ferrari
A su imagen
La fotografía es arte cuando el fotógrafo se empecina en trascender los instantes, en revelarlos con ese mimo de antaño para contener la vida en papel, como alquimia perfecta entre lo vivo y lo inerte. Así se entiende el papel capital de la protagonista de esta novela en algo que supera con mucho el propio argumento de la historia.
Una joven fotógrafa muere repentinamente en un accidente en una carretera de Calvi, Córcega. En su funeral, iniciado por su Tao, se recordará a la persona que fue: aquella que hizo de la fotografía y la política los pilares de su vida.
Dos pasiones que, desde muy pronto, la llevaron a implicarse junto a su primer amor en la lucha por la independencia Corsa y, ya en los años noventa, a viajar para capturar con su cámara las guerras Yugoslavia. En esta aclamada obra, el ganador del premio Goncourt Jérôme Ferrari explora el abismo que existe entre la realidad y la imagen que se nos muestra de ella, y a la vez logra combinar magistralmente el vivísimo retrato de una mujer libre con una crónica de la historia Corsa más reciente.
El principio
En no pocas ocasiones se evidencia el fracaso de la inteligencia y de la razón como mejoras evolutivas de lo humano. Nada tiende a la autodestrucción con semejante entrega como nuestra civilización. El destierro de Dios deja una filosofía huérfana que nada puede hacer para contener una hecatombe hecha inercia ante la que el pensamiento también sucumbe.
Un desencantado joven aspirante a filósofo interpela a la figura del Premio Nobel de física Werner Heisenberg, aquel hombre excepcional que en su momento desafió los principios clásicos de Einstein y estableció las bases de la mecánica cuántica, pero que además aceptó colaborar en las investigaciones de los nazis para crear la bomba atómica. Mientras se dirige al científico, el joven narrador asume las carencias y los fracasos de su propia existencia y se esfuerza por averiguar hasta qué punto el mal domina el mundo contemporáneo.
La vida de Heisenberg, tan indeterminada como su Principio de Incertidumbre, se convierte en un marco excepcional para que Ferrari ponga de manifiesto el espacio común, compartido y comprometido, entre el alma humana y la misteriosa belleza del mundo. En El principio, el lenguaje, pero también el silencio, resultan ser la llave que abre las puertas de la comprensión de la existencia: ¿Y si fuesen la literatura y la poesía los únicos medios que permiten al hombre desvelar lo inefable del universo o mirar, tan sólo por un momento, por encima del hombro de Dios? ¿Es la vocación de físico también vocación de poeta?
El sermón sobre la caída de Roma
La Historia nos sermonea como los padres. La cuestión es aprender de las derrotas de otros que nos precedieron. Sin saber que todo, desde el más grande imperio hasta la pequeña voluntad que nos levanta de la cama, puede acabar por decaer definitivamente en el más negro de nuestros días y sin remedio que provenga de sermón alguno. Ganadora del premio Goncourt 2012, El sermón sobre la caída de Roma es una lúcida novela acerca del fin de una civilización, un siglo y la vida de un hombre.
Matthieu y Libero rechazan el mundo en el que les ha tocado vivir, por lo que abandonan sus estudios de filosofía en París para instalarse en un pueblo de Córcega y trabajar en un bar. Sin embargo, ese pequeño paraíso que han construido y donde han depositado sus ilusiones, pronto verá su declive.
«Ignoramos, en verdad, qué son los mundos y de qué depende la existencia de los mismos. En algún lugar del universo tal vez esté escrita la misteriosa ley que preside su génesis, su crecimiento y su fin. Pero sabemos esto: para que surja un nuevo mundo primero debe morir un mundo antiguo.»
