Los 3 mejores libros de Fernando Marías

Si había un autor en España con gusto reseñable por la novela corta como vehículo narrativo ese era Fernando Marías. Una voluntad por el desnudado de la obra para despojarla de lo artificial y sugerir desde el primer gesto del protagonista o la primera escena a la que entramos con el desasosiego de unos hechos que se nos precipitan en cascada.

No tiene que ver con el esquilmado de la historia, con ese sustrato donde lo narrado puede ser más o menos dinámico, se trata de justipreciar la descripción para pincelar más que ahondar en el detalle.

Claro está que la vocación de guionista del autor también justifica ese virtuosismo sintético en muchas de sus obras. Del texto a la imagen ya sea pantalla mediante o a través de la imaginación desatada de cada lector. La cuestión es que en Fernando Marías disfrutamos de novelas que emprender para un viaje de media distancia que a la vez se convierte en un gran viaje al fondo de la existencia de sus personajes.

Y eso que a la primera que Fernando decidió acometer una novela más larga acabó por llevarse el premio Nadal de novela. Cosas del gusto por la literatura en la simple y mera medida que produce satisfacción personal sin entregas a otras causas perdidas y poco fructificantes de escribir para la galería…

Top 3 novelas recomendadas de Fernando Marías

Esta noche moriré

De la misma forma que Crónica de una muerte anunciada abunda en los hechos conocidos desmenuzando la realidad que precedió y siguió a la muerte por venganza, en esta obra se aborda con un planteamiento entre lo fantástico, lo onírico y lo meticulosamente siniestro un magistral plan para la venganza que despertará una carcajada de satisfacción desde el más allá.

Me suicidé hace dieciséis años… Así arranca Esta noche moriré, una novela inclasificable en la que se narra una venganza meticulosa y atroz que precisa de todo ese tiempo, dieciséis años, para culminarse.

Con forma epistolar, contiene la carta que un sofisticado villano, Corman, envía a Delmar, el policía que lo detuvo y encerró. Tras planificarlo todo en su celda, Corman se quita la vida, pero su muerte es precisamente lo que pone en marcha el complejo mecanismo.

¿Objetivo? Lograr que Delmar, tras un calculadísimo calvario, se suicide dieciséis años después. Querido lector: en tus manos tienes un libro maldito, quizá el más extraño de la literatura española contemporánea, fascinante como un hechizo y doloroso como una traición, en cuyas páginas se detalla el funcionamiento de La Corporación, hoy leyenda urbana de culto cuyos visos de realidad se expanden sin cesar.

La isla del padre

Cambio de tercio. Y es que una obra para hablar de un padre puede ser biblia, con sus pasajes estremecedores y con sus enseñanzas sin ejemplo. Los renglones torcidos de un padre son los ciertamente inescrutables ni antes ni después de quedar en el mundo con su simple recuerdo y un libro como testimonio.

Cuando era pequeño, su padre recorría los mares del mundo durante largos meses. Un día apareció en la puerta de la casa de Bilbao. El niño no lo conocía. «¿Quién es ese hombre?», preguntó.

A mitad de camino entre la memoria y la fantasía, este libro surge a la muerte de Leonardo Marías, cuando su hijo Fernando se deja llevar por la escritura como alternativa al duelo y se adentra sin miedo en cada rincón de sí mismo y de su relación con el inalcanzable personaje que es el padre marino a los ojos del niño, del adolescente, del joven que fue y del hombre que es hoy.
 
Padre e hijo embarcan rumbo al paisaje de la infancia y sus carencias, a la temprana fascinación por la literatura y el cine; un itinerario poblado por piratas y maleantes, por miedos y leyendas, por la presencia de un héroe misterioso que se convierte en referencia vital.

En la libertad con que va desgranando ese viaje, Fernando Marías encuentra el punto de equilibrio entre la nostalgia y la realización, entre el miedo y la certidumbre. Un homenaje a la literatura y el cine en el que despliega numerosas formas de narrar.

Arde este libro

«Te incineraron con una novela mía entre las manos. Por eso escribo este libro. Hasta ese momento jamás pensé que contaría nuestra historia. Había logrado asumir el largo camino de tu final, que a veces, no sé si atreverme a decirlo, tanto deseaba que llegara, y describir aquel calvario que por encima de todo fue tuyo me habría parecido una herejía. Pero entonces supe que te incineraron con la novela entre las manos y ahí, sin retorno ni piedad, nació este libro.

Yo rememorando y tú muerta. Jamás podríamos habernos figurado el día del primer abrazo que desembocaríamos tanto después en este diálogo.» Una historia real de amor, muerte y desarraigo iniciada en el Madrid de los años ochenta y concluida hoy. Autobiográfica, especulativa, alcohólica, espectral. Nadie es quien soñó que sería.

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