Los 3 mejores libros de Nassim Nicholas Taleb

Imaginemos a un conspiranoico escribiendo libros de autoayuda. Sería algo así como una inagotable lista de recomendaciones que abarcarían, a saber: desde tu propio enroscado de cabeza en papel de aluminio, hasta la instalación de un microhuerto en tu piso para autoabastecerte de alimentos.

La cuestión sería cuál de las hipótesis del escritor demente de turno acabaría siendo cierta y necesaria. Porque en las cábalas del loco siempre acaba por producirse algún acierto.

Y la cosa es que Nassim Nicholas Taleb, más lúcido hasta el extremo que loco, nos ofrece esos libros de autoayuda para entender lo ininteligible pero que finalmente ocurre. Esos imponderables que parecen marcados por la ley de Murphy y que acaban por señalarse en la filosofía popular como el «shit happens»

Al final, todo el que se asoma a sabidurías postreras tras la celosía, cuando no directamente el trampantojo, resulta de mucho mayor interés y más gratificante lectura. Taleb es ese tipo que ha ido y ha vuelto, no sé exactamente llegando hasta donde, pero evidentemente habiendo traspasado umbrales insospechados.

Así que si quieres leer algo distinto, anímate sin reservas. No sé si te servirá de ayuda, pero te aseguro que aprenderás a descifrar los cisnes negros que nos rodean, ya sea en forma de esa improbable fortuna que hace que la más guapa se fije en tí o conformándose como la putada más desconcertante que puedas imaginarte.

Top 3 libros recomendados de Nassim Nicholas Taleb

El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable

Que el coronavirus pasó a ser un cisne negro llamado Covid-19, para mí (no tanto para el propio Taleb), sin duda. Porque el virus en cuestión, o al menos su forma primigenia, llevará por ahí circulando desde hace siglos. Pero tuvo que ser ahora para fustigarnos con la sensación de la culpa de la globalización que sí, potenció, pero que nadie sabe si es la causa para tal siniestra deriva evolutiva.

Sirva este planteamiento para adentrarnos en un libro de matemáticas hechas física, de probabilidades que toman cuerpo para ocurrir. En esta ocasión observamos, básicamente el lado bueno de los cisnes negros hecho euromillones de la casualidad. Pero recordemos que toda rareza puede ser perfectamente fatal en su esencia.El éxito de Google y You Tube, y hasta ell 11-S, son “cisnes negros”. Para Nassim Nicholas Taleb, los cisnes negros son parte integrante de nuestro mundo, desde el auge de las religiones hasta los acontecimientos de nuestra vida personal.

¿Por qué no podemos identificar este fenómeno hasta que ya ha sucedido? Según el autor, ello se debe a que los humanos nos empeñamos en investigar las cosas ya sabidas, olvidándonos de lo que desconocemos.  Ello nos impide reconocer las oportunidades y nos hace demasiado vulnerables al impulso de simplificar, narrar y categorizar, olvidándonos de recompensar a quienes saben imaginar lo “imposible”.

Elegante, sorprendente, y con reflexiones de alcance universal, El cisne negro transformará nuestra manera de mirar el mundo. Taleb es un escritor ameno, ingenioso e irreverente, con un profundo conocimiento de temas tan dispares como  la ciencia cognitiva, el mundo de los negocios y  la teoría de la probabilidad. De hecho, El cisne negro es auténtico cisne negro en sí mismo.

Antifrágil. Las cosas que se benefician del desorden

La mismísima Marie Kondo estaría orgullosa de este título hecho enunciado o premisa de sus teorías. Después del cisne negro, aquí llega la parte de coaching del asunto, el intento por enfocar esa lotería del existir como un juego en el que quien pueda tirar más dados tendrá más posibilidades de conseguir que la jugada ocurra. ¿Quién sabe? Después de todo y tanto al respecto de autoayuda, coaching e inteligencia emocional, puede que simplemente se trate de tirar y tirar los dados.

En El cisne negro, Taleb planteó un problema (el de las repercusiones que causan las cosas que nadie puede prever…) y en Antifrágil nos ofrece una solución definitiva: cómo obtener beneficios del desorden y el caos, al tiempo que nos protegemos de las fragilidades y de los acontecimientos adversos. Lo que Taleb denomina “lo antifrágil” va más allá de lo robusto, puesto que se beneficia de los shocks, las incertidumbres y del estrés, del mismo modo que los huesos humanos se robustecen cuando están sometidos al estrés y a la tensión. Lo “antifrágil” necesita el desorden para sobrevivir y florecer.  Taleb se centra en la incertidumbre como algo deseable, incluso necesario, y propone que las cosas se construyan de una forma antifrágil. Lo antifrágil es inmune a los errores de predicción.

 Sumamente ambicioso y multidisciplinario, nos ofrece un programa sobre cómo comportarnos –y prosperar- en un mundo que no comprendemos, y que es demasiado incierto como para que intentemos comprenderlo y predecirlo. El mensaje de Taleb, documentado e ingenioso, es revolucionario: Lo que no es antifrágil perecerá con toda seguridad.

Jugarse la piel. Asimetrías ocultas en la vida cotidiana

Pensar desde las matemáticas puede sonar frío, lejano a la realidad, aséptico, sin posibilidad de albergar emociones. Pero las matemáticas llevan la batuta de la inteligencia artificial, como si estuvieran a solo un número pi de alcanzar la soberanía de las ideas con las que nosotros habitualmente nos chocamos en vanos empeños y contradicciones.

Vanidoso o no, pretencioso por supuesto que sí, las explicaciones de Taleb parten del mismo criticismo con el que cualquiera de nosotros iniciamos el distanciamiento de un pensamiento u otro con sus habituales disfraces axiomáticos. Solo que al final Taleb por momentos se aleja de ese mundo subjetivo construido en torno a nosotros y se deja llevar por esa matemática existencialista, única conocedora del meollo de todo esto.En uno de sus libros más provocadores Taleb redefine lo que significa comprender el mundo, tener éxito en una profesión, contribuir a una sociedad justa y equitativa, detectar el absurdo e influir en los demás.

Citando ejemplos que van desde Hammurabi a Séneca, o del gigante Anteo a Donald Trump, Taleb demuestra cómo la voluntad de aceptar los propios riesgos es un atributo esencial de héroes, santos e individuos prósperos en todos los ámbitos de la sociedad. Un desafío a las antiguas creencias sobre los valores de aquellos que dirigen las intervenciones militares, realizan inversiones financieras y difunden credos religiosos.