El discreto pero magnético encanto de la Stone le sirve perfectamente para que sus virtudes interpretativas acaben por alcanzar dimensiones cósmicas. El personaje debe siempre sobreponerse al intérprete, algo así como el muñeco capaz de hacernos olvidar completamente al ventrílocuo. Emma Stone nunca es Emma Stone, desde el primer segundo en que aparece en pantalla con su nuevo disfraz del personaje x.
Aún teniendo su merecido Oscar como actriz principal, nada menos, no pasa por ser esa actriz que el público general evoca de inmediato como una de las grandes actrices del momento. A eso me refiero con lo de su discreción que le juega a favor. Su mayor éxito entonces es convencer al espectador de que ha visto a Mía en La La Land o hasta a la desternillante Wichita de Zombieland. Para sus personajes queda la gloria y para ella la satisfacción de un trabajo siempre excelso.
Top 3 películas recomendadas de Emma Stone
La La Land
DISPONIBLE AQUÍ:Para el caso de Ryan Gosling ya destapé esta película como lo mejor de su carrera. Lo mismo ocurre con Emma. Ramalazos de ternura, melancolía, tristeza y cierta esperanza. Un halo de lo que el destino borra de nuestras vidas por aquello de que solo se vive a la primera oportunidad, sin posibilidad de ensayo o enmienda…
¿Quién no ha tenido ese amor fracasado por las circunstancias? O peor aún ¿Quién no ha tenido ese amor aparcado por las decisiones que nos alejaron? En La La Land, con una ligera y fácil melodía al piano que se mantiene sostenida en nuestra conciencia, avanzamos en una historia de amor de lo más truncada por esa inercia que separa a las medias naranjas.
Una historia de amor más, sí. Pero la cuestión era hacer de esta película la historia de amor por excelencia. De eso se trata en las películas o en las novelas. Y se puede decir que La La Land frisa esa noción de lo trascendente que roza el alma en cuanto a amores se refiere. No hay camino de regreso para los amantes de la película. Solo queda un reencuentro casual que suspenda el tiempo unos segundos, que reproduzca recuerdos ya imposibles de materializar con ese extraño rememorar que tiene el sentido del oído, de la música que acompasa nuestros días con la coincidencia de una canción que acompañó nuestra juventud.
Es mucho decir, o no, que una película nos retrotraiga a los días de vino y rosas en los que amar era vivir enamorado desde lo fisiológico hasta lo espiritual. La La Land está a punto de reconducirnos a nuestros mejores días gracias a las simples miradas de Ryan Gosling y de Emma Stone, una pareja inolvidable.
El hecho de que nos asomemos a un musical sirve más aún a la intención de contar una gran historia de amor. Al igual que una ópera conduce a la épica, este musical eleva lo rutinario de las vidas de sus personajes a otro nivel.
La batalla de los sexos
DISPONIBLE AQUÍ:Siendo el humor siempre un género «menor», al menos de cara a la consideración estrictamente interpretativa, Emma Stone hace siempre de la risa empatía hacia la liberación desde el estrépito. Que el asunto se centre en un curioso evento deportivo de inicios de los años 70 que disponía al hombre frente a la mujer con un morboso interés sexista más que otra noción comparativa, pues también daba para algo más, para bastante más. Porque en aquellos días no cualquier derrota podía ser asumida con naturalidad…
Crónica de la rivalidad existente entre el ex-tenista profesional, de 55 años, Bobby Riggs, y su oponente de 29 años de edad, la carismática tenista Billie Jean King, quienes se enfrentaron en un partido legendario en 1973. Se quería entonces conocer si una tenista profesional femenina podía realmente vencer a un hombre (aunque fuera ex-profesional), un evento que atrajo a más de 50 millones de estadounidenses y que se publicitó como «La batalla de sexos».
Criadas y señoras
DISPONIBLE AQUÍ:Desde la pequeña factura, siempre considerando lo que puede ser pequeño para algo made in Hollywood, Emma Stone elevó esta guionización de la novela a otro nivel. Porque en la búsqueda de esa suerte de proselitismo al que el actor se compromete en una actuación de tintes sociológicos, Emma tiene mucho ganado con su capacidad para transmitir naturalidad combinada con una sensibilidad que calan.
Ambientada en el Mississippi de los años sesenta, la amiga Emma Stone se disfraza de Skeeter, una joven sureña de Estados Unidos que vuelve de la universidad con el sueño de convertirse en escritora. Pronto revoluciona a los habitantes de la ciudad, cuando decide entrevistar a mujeres negras que se han pasado sus vidas cuidando a familias de la zona y se enfrentará con la señoras blancas que las tienen a su cargo, comenzando un conflicto social que revolucionará la visión de las cosas.
Pese al peligro que esto puede conllevar para las antiguas amistades de Skeeter, la colaboración entre ella y Aibileen, el ama de llaves de su mejor amiga, continúa, y pronto más mujeres se decidirán a contar sus historias.