Los 3 mejores libros de Griselda Gambaro

La longevidad de Griselda Gambaro sirve a la causa de la trascendencia de su obra, a la variedad en su devenir literario y a su figura como cronista. Solo que una escritora y dramaturga como ella se debe a otro tipo de relato de los hechos mucho más allá de las crónicas oficiales. Una narradora como ella acaba por contar la verdad única, a saber, las intrahistorias con sus dobleces, sus paradojas y sus conflictos.

Nada mejor que el teatro para que la relevancia de los personajes cobren mayor relevancia. Porque no es lo mismo escuchar al protagonista de una trama desde la voz interior de cada cual que atender a un soliloquio reverberando desde lo alto de las tablas, declamando la tragedia de turno, haciendo de ella el dolor o el placer acompañado con gestos y movimiento.

Desde Shakespeare hasta Valle-Inclán, toda obra de teatro nos alcanza e invade, asalta nuestra consciencia y es capaz de que el mensaje llegue más vivo. Lo mismo ocurre con una Griselda Gambaro que parece colmada con ese don para visualizar sus obras conforme son escritas para hacerlas rabiosamente auténticas.

Top 3 libros recomendados de Griselda Gambaro

El mar que nos trajo

El pasado puede estar a un lado del mar, en la orilla donde la vida resonaba con otras olas. Mientras el presente acaba por deshacerse en la bruma de un futuro que acaba arrastrando tumultuoso. Porque todo es irreconciliable cuando uno decide partir justo después de intentar buscar algún tipo de arraigo que lo aferre a la vida…

El recién casado Agostino deja a su joven esposa, Adele, en la isla de Elba para buscar una mejor fortuna más allá del mar. La distancia, y con ella el olvido, lo empujan a formar una familia en Buenos Aires, moldeada en las duras condiciones que ofrece el trabajo extenuante y mal pagado, la extrañeza y la nostalgia. Pero de pronto el pasado se presenta en las personas de los hermanos de Adele, que devuelven a Agostino a Italia y lo obligan a cumplir con el compromiso contraído.

De esa vida partida en dos, de esas idas y venidas a través del mar, de esos viajes en las alas más pobres de los barcos, nace la historia que cuenta esta novela tan honda, delicada y verdadera. Una historia de familia, de sentimientos tan intensos como ocultos, de actos cotidianos que van determinando las vidas y los destinos de seres vulnerables y endurecidos, espejo de tantos de nosotros.

El mar que nos trajo

Decir sí. La malasangre

«Decir sí» y «La malasangre» se estrenaron durante la última dictadura; la primera en 1981 dentro del ciclo Teatro Abierto, que pretendía romper el silencio impuesto por los militares, y la segunda en agosto de 1982, cuando acababa de terminar la Guerra de las Malvinas. Ambas piezas obtuvieron un gran éxito por parte del público y de los críticos, y desde entonces han sido representadas con frecuencia en los escenarios nacionales e internacionales.

En «Decir sí» encontramos un patrón frecuente en algunas de las obras de la autora: un hombre inocente llega a un lugar aparentemente inofensivo, una peluquería. Un acto absolutamente rutinario sirve para hablar de represión y violencia, de sumisión y servilismo, de victimización y su resultado. Tras la sencilla historia de «La malasangre» (una pareja de enamorados se fuga ante la oposición del padre de la joven a la relación amorosa) se esconde una denuncia del ejercicio arbitrario del poder, tanto en el espacio privado de la familia como en el socio-político del Estado.

Decir sí. La malasangre

El don y Querido Ibsen, soy Nora

Márgara es una mujer con el don de la profecía. Como a Casandra, tampoco a ella le creen, aunque lo que vaticina sea la esperanza del mundo. Para salvarnos -augura-, solo hace falta que la humanidad oiga y entienda que la bondad trae ganancia.

Nora, el personaje creado por Henrik Ibsen en Casa de muñecas, decide enfrentarse a su propio creador y discutir con él sus dichos y acciones. Al hacerlo, ella se vuelve autora de su identidad, al tiempo que convierte en personaje al dramaturgo.

Dos mujeres, dos voces que se levantan y crecen como una tormenta para mostrar las caras de la violencia e intentar rebelarse ante la opresión y los mandatos. Griselda Gambaro vuelve a deslumbrar con dos obras teatrales poéticas, incisivas, originales, en las que con lucidez extrema indaga en los pliegues del poder y la dominación.

El don y Querido Ibsen, soy Nora
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