Al igual que Frédéric Beigbeder, el también francés Grégoire Delacourt se asomó a la literatura desde un mundo de la publicidad del que ambos exportaron creatividad y originalidad.
En el caso de Delacourt, posiblemente con un cariz más literario por su aterrizaje directo en la novela, disfrutamos de un profundo conocedor de la psique humana (es lo que toca cuando uno se dedica a vendernos productos como si no hubiera un mañana). Un conocimiento perfecto sobre deseos y los resortes que los despiertan para perfilar al detalle cada personaje, cada actitud en torno a cada escena…
Pero ¿cuál es el deseo de deseos? Por supuesto, el amor en sus inabarcables acepciones, desde lo más sexual a lo más espiritual (si es que ambas cosas no acaban siendo los mismos al unir la lÃnea de sus extremos en un cÃrculo)
Delacourt escribe sobre el amor con rabia o delicadeza, al modo de un sabio cirujano o transformándose en un intempestivo y juvenil corazón desbocado. Y asà el argumento nunca se desgasta porque siempre es nuevo. Porque el amor existe en tanta cantidad como latidos se dan; en progresión exponencial sobre el tiempo vivido y los corazones capaces aún de latir.
Top 3 novelas recomendadas de Grégoire Delacourt
La Lista De Mis Deseos
La cuestión es afrontar los grandes cambios con orden. Una lista de deseos, una tabla con los pros y contras o un diario siempre sirven a la causa de los puntos de inflexión o de los giros de 180º. Pero en ese establecimiento de los deseos puede ocurrir cualquier cosa cuando se hurga bien adentro en busca de los deseos más soterrados…
La protagonista de esta historia es Jocelyne, apodada Jo, que regenta su propia mercerÃa en Arras, una pequeña ciudad francesa, y escribe un blog sobre costura y manualidades, diez dedos de oro, que cuenta ya con miles de seguidores. Sus mejores amigas son las gemelas propietarias del salón de belleza vecino. Su marido, Jocelyn, también Jo, es de lo más normalito, y sus dos hijos ya no viven en casa. En este punto de su vida no puede evitar sentir cierta nostalgia al pensar en sus ya caducas ilusiones de juventud, cuando soñaba con ser modista en ParÃs.
Cuando las gemelas la convencen para que juegue al Euromillón, se encuentra, de repente, con dieciocho millones de euros en las manos, y la posibilidad de tener todo lo que quiera. En ese momento es cuando Jo decide empezar a escribir una lista enumerando todos sus deseos, desde una lámpara para la mesa de la entrada hasta una nueva cortina para la ducha; porque, para su propia sorpresa, ya no está del todo segura de si el dinero realmente trae la felicidad…

La mujer que no envejecÃa
Viniendo de un reputado publicista, podrÃa pensarse que en esta historia se nos vende una de esas fórmulas insondables de la marca de turno. El tÃpico mejunje que acaba con las arrugas en cuanto nuestras pieles adultas entran en contacto con su poderosa composición…
Pero no, la cosa va en serio. Desde el anhelo de la inmortalidad, o más bien de la eterna juventud (porque ya me dirás tú que gracia puede tener vivir para siempre a los 90 años…), nos acercamos a una Betty con complejo de Bejamin Button. La cuestión es que desde la metáfora, la alegorÃa y la apologÃa de la juventud como único paraÃso, Delacourt nos ofrece una apasionante historia salpicada de perlas sobre la vida, el amor, lo imperioso del tiempo y lo irremisible de sus plazos…
Hasta los treinta años, la vida de Betty era feliz. Fue a la universidad, encontró al hombre de su vida, se casó con él y dio a luz a un hijo, su futuro era prometedor. Pero cuando de repente deja de envejecer, todo empieza a tambalearse. Lo que parece el sueño inalcanzable de tantas mujeres se convierte en una realidad para ella y en una experiencia inesperada para su familia y sus amigos. «El tiempo no es una maldición, la belleza no es juventud y la juventud no es felicidad. Este libro te dirá que eres hermosa.»

Bailar al borde del abismo
No cabe duda que la imaginación de Delacourt encuentra en lo femenino un universo mucho más prolÃfico en sensaciones. La reivindicación de lo femenino también arranca desde historias como esta, rompedoras a su manera de las viejas formas de entender el simple hecho de sobrevivirse a una misma.
Esta es la historia de Emma, una mujer de cuarenta años, casada y con tres hijos, que un dÃa se cruza con la mirada de un desconocido. Su vida da un giro de 360 grados cuando se deja llevar por el deseo. Vive con su marido, Olivier, en una ciudad cerca de Lille, donde trabaja en una tienda de ropa infantil. Sus tres hijos son Manon, que ya casi es una joven mujer; Louis, en plena adolescencia, y Léa, a punto de empezarla.
La protagonista lleva una vida normal hasta que conoce a Alexandre. Es entonces cuando se da cuenta de que nunca ha vivido realmente. Asà pues, Emma decide fugarse al norte con su amante a pesar de los consejos de su madre y de su amiga Sophie. Grégoire Delacourt nos sorprende una vez más y escribe un giro inesperado que cambiará los planes de la protagonista. Emma se enfrentará a todos los retos que le plantea la vida, y descubrirá que a veces hay que perder, y perderse, para encontrarse a uno mismo.

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