Los 3 mejores libros de Emiliano Monge

Va la cosa de escritores mexicanos. Porque si recientemente recuperábamos para este espacio a Álvaro Enrigue, nos centramos hoy a uno de sus alumnos aventajados, por considerarlo de alguna manera al ser una década más joven y sintonizar en ocasiones en esa búsqueda de vanguardias literarias de nuestros días.

Aunque bien es cierto que lo de Monge es una novelística más reconocible en sus formas, volcada en mayor medida en un fondo meridiano, asumible desde el primer puñetazo.

Sí, he dicho puñetazo porque hay novelas que golpean. Suelen ser historias realistas que despiertan esas conciencias narcotizadas. Porque una cosa es mirar la televisión mientras la atroz realidad pasa en el telediario. Asunto bien distinto es leer, con ese acceso más hondo de las palabras leídas, de las lecturas procesadas en nuestro disco duro para bien o para mal. Pero sobre todo para ser más libres volviendo a sentir las cosas como deben ser sentidas en su totalidad.

Así que dispuestos a leer cualquiera de las obras de Monge, sepamos que vamos a ser salpicados por ese realismo hecho acción de la vida real, sin sobreactuaciones, más allá de que lo trágico o lo mágico pueda acabar sobrepasándonos.

Top 3 novelas recomendadas de Emiliano Monge

No contar todo

Nada más realista y a la par como sacado de la ficción que las propias vivencias o el legado de la propia familia. Luego está lo de no contar todo, como asumiendo que siempre nos dejamos cosas en el tintero que podrían hacer inverosímil cualquier ficción e incluso cualquier realidad.

Pero…, siendo sinceros, ¿quién es el guapo que escribe su biografía tal como fue? ¿Cómo llega lo vivido hasta las próximas generaciones de una familia? Ni en el mejor de los casos la memoria se mantendrá fiel a los hechos, ni tan siquiera los sentidos captaron lo que ocurrió en su determinación exacta.

Así que lo más justo es saber que no, no se va a contar todo. Eso sí, siendo más que suficiente y sincero el hecho de ponerse a ello. La literatura después solo se ocupará de embellecer y hasta mitificar. Ésta es una historia sobre la necesidad de escapar de los demás y de uno mismo, sobre el abandono, el amor y los machismos, sobre aquello que se dice, aquello que se insinúa y aquello que se calla, sobre la mentira y las diferentes violencias que enfrentamos.

No contar todo, novela de no ficción, presenta la saga de los Monge, al mismo tiempo que cuenta la historia del país que habitaron. El abuelo, Carlos Monge McKey, descendiente de irlandeses, finge su propia muerte, haciendo estallar la cantera de su cuñado. El padre, Carlos Monge Sánchez, rompe con su familia y con su propia historia para irse a Guerrero, donde, convertido en guerrillero, luchará al lado de Genaro Vázquez.

El hijo, Emiliano Monge García, nacerá enfermo y vivirá sus primeros años hospitalizado, por lo que será considerado como el débil de su familia y por lo cual erigirá un mundo de ficciones que con los años se irá haciendo más y más complejo y del que después ya no podrá escapar, más que escapando de todo. No contar todo es la genealogía de una triple huida, el recordatorio de que una desbandada también puede ser una familia.

No contar todo

Las tierras arrasadas

Como en el origen de los tiempos. El ser humano acechado por depredadores, escondido en la noche frente a miedos atávicos. La cuestión es que el sentir es el mismo, la noción de la vida expuesta a la fatalidad de lo que aún es peor, el antojo de los semejantes, el odio de los prójimos.

En lo profundo de la selva y de la noche se encienden varios reflectores y un grupo de inmigrantes es sorprendido y atacado por otro grupo de hombres y mujeres, presas de la patria en la que viven y de sus propias historias. Así arranca esta road novel que atraviesa una nación donde los seres humanos son reducidos a mercancía, donde la violencia es el escenario en el que suceden todas las historias y donde Emiliano Monge vuelve a destilar las esencias de una Latinoamérica salvaje. Un holocausto del siglo XXI, pero también una historia de amor: la de Estela y Epitafio, jefes de la banda de secuestradores. Una historia de altísimo voltaje estilístico y ritmo trepidante, donde la ficción y la realidad -testimonios de inmigrantes dan forma a los coros de la novela- entretejen un mosaico conmovedor, perturbador y memorable.

A través de los protagonistas y de la masa de inmigrantes, cuya individualidad se desmorona poco a poco, se desnuda el horror y la soledad, pero también la lealtad y la esperanza que combaten en el corazón del ser humano.

Las tierras arrasadas

La superficie más honda

El ser humano frente al espejo de su ser objetivo y subjetivo. Lo que querríamos ser y lo que somos. Lo que pensamos y lo que nos piensan. Lo que nos oprime y nuestro deseo de libertad…

Emiliano Monge presenta siempre una narrativa sin contemplaciones ni miramientos. La crudeza de sus relatos sirve para desnudar las verdades y las miserias de nuestra civilización. Esta selección de relatos sirven al lector para encontrar el abismo, lo que queda cuando nos abandonamos al mal por costumbre, bajo una pátina de bien social del que, a la postre, nadie saca beneficio alguno. La superficie más honda es un bestiario del hombre como lobo de sí mismo: de la árida intimidad del terror familiar hasta la voracidad de un linchamiento, físico o mediático, la ira y la erosión son aquí las soberanas. Como si los personajes fueran peones de una voluntad vaporosa pero total, el destino personal y el devenir social actúan en estos relatos como una fuerza anónima que lo ordena todo. Es decir: que lo disuelve todo.

Con un estilo implacable, Emiliano Monge construye precisas atmósferas de opresión. Desde las primeras palabras de cada cuento, se insinúa una vaguedad acechante, un vacío que se expande feroz hasta llevar a los microuniversos a su disolución final. Agujeros negros de ironía se abren por todas partes, pero en este caso el humor no ofrece un alivio o una salida, sino que hace aún más profunda la corrosión. Personajes -y lectores- se descubren sospechando que quizás nunca han estado aquí, en esta delgada profundidad que llamamos mundo, y al final no queda más consuelo que el de la desbandada.

La superficie más honda
5/5 - (11 votos)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.