Hay autores que repentinamente giran su rumbo y se lanzan hacia géneros que parecían impensables para ellos. Y resulta que lo hacen muy bien.
Es el caso de Un Chbosky que alcanzó gran fama con sus primeros libros para jóvenes (aunque con un punto de acidez que no gustó siempre a los padres) y que recientemente se ha aventurado en el género de terror con una gran acogida del público.
Es lo que tiene ser controvertido. Al final el morbo se abre camino y cuanto más se señala, no siempre para bien, a cualquier tipo de creativo, al final su obra acaba descollando.
Quizá sea cosa de que esto no era lo que le daba de comer. Para eso ya se ocupaba de redactar guiones y buscarse la vida con sus películas. La cuestión es que ahora ya se puede decir que Chobsky es ese escritor al que muchos idolatran como a un nuevo Salinger de nuestros días. Dispuesto a perturbar a jóvenes pero sobre todo a no tan jóvenes.
Top 3 novelas recomendadas de Stephen Chobsky
Amigo imaginario: El infortunio es eso que se ceba con quien trata de escapar de él. En su vertiente literaria esa fuga imposible se convierte en un argumento perfecto para cualquier thriller.
Ese es el caso de Amigo imaginario, una novela de Stephen Chbosky con ese aroma a grandes problemas de los que huyen Kate y su pequeño Christopher. Problemas que se adivinan muy capaces de emprender el mismo viaje hasta Mill Grove, el lugar asumido como nuevo espacio seguro. Cada vez vamos teniendo claro que el infortunio se centra en Christopher. Porque en su corta existencia ya ha tenido que atravesar oscuros pasillos del miedo para ahora introducirse en los no menos tétricos y húmedos bosques que rodean Mill Grove.
Y ahí es donde la perniciosa sensación del destino marcado va cobrando sentido. No es casual que la desaparición de Christopher evoque otro caso de desaparición de un niño tantos años atrás. Solo que Chris acaba teniendo mejor suerte. Una especie de ángel de la guarda lo devuelve del mundo a la civilización sin sufrir el menor daño pasada una semana. Inverosímil que el niño superviviera. De no ser que recibiera alguna ayuda, quizás la de aquel otro chaval que pueda vagar de alguna forma entre las umbrías del entorno. Y ya nada volverá a ser lo mismo. Pero en el traumático suceso encontramos algo de esperanza.
Todo puede tener sentido si el bien y el mal pueden cobrar una nueva pugna por ocupar el mundo. Y Christopher se convierte en un elemento esencial. De entrada el chico adquiere una fascinante capacidad para anticipar lo trágico. Su nuevo amigo invisible así se lo indica. La extraña amistad, no obstante, tiene un fundamento mucho más relevante. Christopher era el chico perfecto para una misión trascendental. De ahí se desprende su tortuoso camino hasta Mill Grove.
Con él, su amigo invisible puede plantear un escenario donde se libre la batalla entre el mundo real y las sombras que se ciernen desde el bosque con ansias por devorarlo todo.
Las ventajas de ser un marginado: En España se produjo un caso «similar» con la escritora María Frisa. Se trataba de enjuiciar obras con supuestos consejos a los chavales.
Y claro, las formas de respuesta ante según que situaciones no se ajustaban a los cánones. Para Chobsky el asunto aún era más grave y seguramente por eso este libro aún cobró mayores cifras de ventas. Porque el protagonista, Charlie, no sonaba didáctico sino demasiado crudo. Y quizás es que no se pueda desnudar según que realidades de la juventud actual. La cuestión es que Charlie es un chaval en el que muchos se pudieron ver reflejados. Nada de triunfadores rancios y bastante de esa rara avis que, en el fondo, somos todos a esa edad. Charlie es un loser que encuentra una oportunidad para dar rienda suelta a su vida junto a Sam y Patrick.
Junto a ellos hará las cosas reales que hacen los chicos reales. El Instituto no será la cárcel que lo esperaba en su rol de bicho raro y la historia se convertirá en una trama que abordará algunos de los extremos que más interesan a los chicos. Porque en el fondo, ninguno de esos héroes juveniles capaces de integrarse en una superpandi y pasarlo genial desde que se levantan de la cama, representan a los adolescentes de carne y hueso.
Las ventajas de ser invisible: Charlie sigue acercándonos a su vida desde su viva voz. Y ciertamente no hay ninguna estridencia. Todo lo que Charlie dice encaja con la personalidad de un chico hacia esa credibilidad y verosimilitud del personaje.
Después llega cuando, poco a poco, un chico de ahora o los chicos que nosotros fuimos, vamos descubriendo cuánto de paralelo hay entre ese mundo que descubrimos y lo que se vive realmente a los 16. Por momentos Charlie pierde el norte, pero es que está en la edad de perderlo, por suerte o por desgracia. En otras escenas se acerca a ese ámbito de lo prohibido como respuesta al cambio que supone crecer. La cuestión es dar con alguien que pueda reposicionar ese norte, no desde la noción del psicólogo del instituto que trata de desentrañar la psique en 20 minutos de consulta.
Se trata más bien de tener la suerte de topar con un profe como Bill, empeñado en sacar lo mejor de Charlie cuando quizás poca gente entienda que pueda haber algo mejor en él. Una novela realista en formato de esa voz en primera persona que salta de escena a escena y que provoca siempre la conexión total con tantas inquietudes de aquellos días…
