Incluso en lo literario puede ser que tendamos a un etnocentrismo desquiciante, castigado aún más en este caso con cierto elitismo cultural. Nos fascina encontrarle el gusto exótico a una novela de Murakami porque Japón, aun siendo un país lejano, es un país del primer mundo, o sea perteneciente a nuestra «etnia» de los afortunados habitantes del planeta…
En sentido contrario y por defender la postura de que la literatura no puede entender de condiciones sociales ni estratos, también hay que señalar que la cantera literaria india no es de lo más prolífico del mundo pese a representar una séptima parte de los humanos del mundo. Quizás desde Rudyard Kipling poco más hayamos conocido netamente indio. Porque autores de origen indio como Rushdie y algunos otros más se dan a conocer ya como británicos gracias a los lazos estrechados inteligentemente con la Commonwealth.
Así que la irrupción de un narrador explícitamente indio en forma y fondo como Pankaj Mishra acaba siendo un delicioso descubrimiento una vez que, en sus breves incursiones en ficción te dejas llevar por ese realismo salpicado de vida a orillas del Ganges o entre las montañas del Mashobra en las estribaciones del Himalaya.
Porque actualmente Mishra lo que está haciendo es meter un meneo a Occidente de agárrate y no te menees. Libros de ensayo que nos exponen a explicaciones mil de alguien que proviene de ese Asia que ha despertado ya para devorarlo todo. Vital, espiritual pero ahora principalmente político y sociológico. Mishra tiene diversas aristas que siempre da gusto descubrir…
Top 3 libros recomendados de Pankaj Mishra
Fanáticos insulsos
El mundo en el que hoy vivimos es el que han ido conformando, principalmente, la ideología liberal y el capitalismo anglosajones. Con la caída de los regímenes comunistas en 1989, el triunfo de la concepción anglosajona del mundo pareció haber vencido a su último oponente. Desde entonces, han sido muchos los intelectuales, politólogos, economistas e historiadores británicos y norteamericanos que, desde sus tribunas globales en periódicos, revistas, universidades, escuelas de negocios y think tanks, han ido construyendo ideologías que apuntalaran dicha concepción con vocación de única alternativa posible.
Pankaj Mishra analiza en profundidad ese proceso, iniciado ya durante el Imperio británico y su imposición en los países colonizados. Como afirma en la introducción, «todavía no se ha escrito la historia mundial de las ideologías liberales y la democracia después de 1945 y tampoco una sociología amplia de los intelectuales de Angloamérica.
Y eso a pesar de que el mundo que hicieron y deshicieron está entrando en su fase más peligrosa. […] «Pero está claro desde hace mucho que la apuesta global por mercados no regulados y las intervenciones militares en su nombre han sido los experimentos ideológicos más ambiciosos de la era moderna. […] Homo economicus, el sujeto autónomo, racional y portador de derechos de la filosofía liberal se puso a acosar a todas las sociedades con sus fantásticos planes para incrementar la producción y el consumo en todo el mundo.
La jerga de la modernidad acuñada en Londres, Nueva York y Washington DC pasó a definir el sentido común de la vida intelectual pública en todos los continentes, alterando de forma radical la manera en que buena parte de la población mundial entendía la sociedad, la economía, la nación, el tiempo y la identidad individual y colectiva.»
La edad de la ira
¿Cómo podemos explicar los orígenes de la gran oleada de odios que parecen inevitables en nuestro mundo -desde los francotiradores norteamericanos y el DAESH a Donald Trump, desde un aumento del nacionalismo vindicativo en todo el planeta al racismo y la misoginia en las redes sociales?
En este libro Pankaj Mishra responde a nuestra perplejidad volviendo su mirada al siglo XVIII antes de llevarnos al presente. Muestra que, a medida que el mundo fue alcanzando la modernidad, los que no lograron disfrutar de la libertad, la estabilidad y la prosperidad que aquella les prometía se convirtieron cada vez más en blanco de los demagogos.
Muchos de los que llegaron tarde a este nuevo mundo (o fueron dejados de lado por él) reaccionaron de manera similar: con un odio intenso a supuestos enemigos, intentos de reconstruir una edad de oro perdida y la autoafirmación a través de una violencia cruel y espectacular. Los militantes del siglo xix surgieron de esas filas de desafectos (jóvenes airados que se convirtieron en nacionalistas culturales en Alemania, revolucionarios mesiánicos en Rusia, chovinistas belicosos en Italia y anarquistas que practicaban el terrorismo en todo el mundo).
Hoy, como entonces, la amplia adopción de la política de masas y de la tecnología así como la búsqueda de la riqueza y el individualismo han dejado sin rumbo a miles de millones de personas en un mundo desmoralizado, desarraigado de la tradición, pero aún lejos de la modernidad, con los mismos terribles resultados. Si bien urgen las respuestas al desorden del mundo, es imprescindible hacer antes el diagnóstico adecuado. Y nadie como Pankaj Mishra para hacerlo.
De las ruinas de los imperios
En la segunda mitad del siglo XIX, las potencias occidentales dominaban el mundo a su antojo, mientras las distintas culturas asiáticas vivían su sometimiento al hombre blanco como una catástrofe. Eran muchas las humillaciones que occidente les había infringido, e innumerables los corazones y las mentes que habían soportado con resentimiento la autoridad de los europeos sobre sus países.
Hoy en día, ciento cincuenta años después, las sociedades asiáticas parecen muy dinámicas y seguras de sí mismas. Eso no era lo que pensaban quienes durante el siglo XIX las condenaban como Estados «enfermos» y «moribundos».
¿Cómo fue posible esa larga metamorfosis de la Asia moderna? ¿Quiénes fueron sus principales pensadores y actores? ¿Cómo imaginaron el mundo en que vivimos y en que vivirán las generaciones futuras? Este libro pretende responder a estas preguntas y ofrecer una amplia visión de cómo algunas de las personas más inteligentes y sensibles de Oriente reaccionaron a los abusos (tanto físicos como intelectuales y económicos) de Occidente en sus sociedades. Y de por qué caminos sus ideas y sensibilidades se han extendido y evolucionado en el tiempo hasta engendrar el Asia que hoy conocemos y sus protagonistas, desde el Partido Comunista Chino, el nacionalismo indio, o los Hermanos Musulmanes y Al Qaeda hasta el dinamismo tecnológico y económico de Turquía, Corea o Japón.