Entre la literatura infantil y la narrativa ya juvenil siempre hay un hueco mal cubierto. Bien lo sabe Jeff Kinney. Antaño pasábamos de los clásicos para la infancia a series como las de Los Cinco o Elige tu propia aventura, con meritorias excepciones intermedias que son ya creaciones imperecederas. Me refiero a El Principito de Exupéry o a la Alicia de Lewis Carroll (en ambas hay más chicha como para considerarlas historias solo infantiles).
Como única alternativa en esa tierra de nadie de una edad en la que los cuentos aburren y las historias de adolescente aburren igualmente, encontrábamos los tebeos de todo tipo… Y de ahÃ, de esa mezcla entre ilustración y relatos salió el bueno de Jeff Kinney, precisamente con esa vitola de los nacidos en los 70, como yo. Niños que entre los 9 y los 13 tuvimos que lidiar con lecturas que hacÃan agua por un lado u otro.
Hoy sigue pasando algo muy similar. Los escritores de literatura infantil se dedican a los más pequeños y los autores de literatura juvenil andan en busca del éxito final entre amorÃos mezclados con fantasÃas de todo tipo.
Salvo el paréntesis de los 90 en el que Elvira Lindo, con su Manolito gafotas, puso a leer a pequeños de esas edad en el limbo pero también a muchos mayores que quisimos darnos el gusto de redescubrir esa niñez. Salvo ese caso, lo demás seguÃa siendo un erial.
Hasta que de vez en cuando, quizás cada veinte años, alguien se ocupa de esos lectores desasistidos que no saben aún si siguen siendo niños o si son ya chicos y chicas mayorcitos.
En resumidas cuentas estas son algunas de las razones del éxito de Greg, el personaje de Kinney. Junto con su combinación de ilustraciones y de invitaciones a participar al lector con colaboraciones creativas ad hoc.
Y ahora vamos con mi selección de sus mejores historias (nada mejor que una buena lectura compartida con los peques).
Top 3 libros recomendados de Jeff Kinney
Diario de Greg 4. DÃas de perros
Hay algo de intención por contrastar lo que era un verano en los dÃas analógicos a lo que puede ser hoy dÃa, imbuidos en la era digital. Greg afronta el descanso del cole como un periodo interminable de partidas con la consola.
Claro está que su madre no parece muy conforme y trata de modificar su comportamiento. Probablemente, la idea del perro no le suponga ningún beneficio al orden doméstico y la limpieza. Pero es más que seguro que con él Greg puede empezar a salir a la calle para vivir aventuras junto a su perrete.
Y lo cierto es que pronto descubrirá Greg que la vida está ahà fuera, con todo un verano por delante, sin referencias de tiempo para afrontar nuevas aventuras, corriendo, escapando, imaginando…
Un verano como los de antes, como los de aquellos niños que fuimos nosotros. Una historia sencilla salpicada de la magia de la niñez en la que los giros e imprevistos mantienen a los zagales en vilo.
Diario de Greg 2. La ley de Rodrick
¿Quién no tuvo ese hermano mayor con el que aprender lecciones de vida? Sin duda sangre de tu sangre, un hombro siempre disponible para tus lamentos de chaval.
Salvo los hermanos de verdad, esos cabronazos que no dudaban en exponer tus miserias o llamarte delante de todos: ¡eh, tú, canijo! Nos enfrentamos a un nuevo diario, probablemente el más famoso de la serie.
Y esa primera persona sirve para aportar una intensidad que despierta hilaridad, melancolÃa y la profunda melancolÃa de lo que fuimos. Para los pequeños lectores, esta historia también brinda esa empatÃa con sus vivencias, pero colmadas de un humor sano que nace de la simple comparación más certera con las realidades tan comunes de los chicos en esa edad invisible entre el fin de los juguetes y el horizonte lejano del primero beso.
Diario de Greg 3. Esto es el colmo
Entre la noción de los padres sobre cómo potenciar lo mejor de nuestros hijos y reconducir los defectos que queremos verle. Siempre con ese humor que nace del propio ingenio de Greg, decidido en esta ocasión a salir a airoso ante las solicitudes de Frank, su padre y las zancadillas de su hermano.
Eso de puertas hacia adentro de su casa. Porque en lo que respecta a ese mundo aparte del instituto, Greg sigue buscando su sitio. Le tiene echado un ojo ya a alguna chica por la que pierde los huesos y trata de ganarse amistades en los cÃrculos más selectos del mundillo del insti.
Una de las historias en las que más se afronta, siempre con humor, ese forjado de la personalidad de los chicos.