Los 3 mejores libros del sorprendente Javier Tomeo

Siempre resulta gratificante llegar a uno de esos autores inclasificables como fue Javier Tomeo. Más aún si resulta que el autor de marras era aragonés como aquí este blogger que escribe.

Quizás sea por lo extenso de su obra en torno a los cincuenta libros publicados. O por su capacidad para desparramar un imaginario inabarcable. La cuestión es que no se puede etiquetar a semejante autor sin dejarse en el proceso multitud de aspectos a descubrir.

De la misma forma siempre será un atrevimiento lanzarse a una clasificación de obras más recomendadas. Pero de eso va este sitio, de ser atrevidos para recomendar aún sabiendo que siempre quedarán sin revisar multitud de novelas o volúmenes magistrales en su género.

Top 3 libros recomendados de Javier Tomeo

El cazador de leones

Si se trata de buscar al Javier Tomeo más sorprendente, nada mejor que detenerse en este libro que convierte el esperpento más castizo en brillante humor surrealista que acaba destilando gotas de existencialismo cotidiano.

Una novela sobre la extraña pirámide alimenticia en cuya cúspide se encuentra, por encima del león, su cazador. Un cazador a la espera de conquistar con ambición nuevas piezas, solo que carente de facultades reales y de munición, la cosa queda en vagos ataques, fallidas estrategias y fracasos estrepitosos.

No todas las señoritas solitarias tienen la suerte de descolgar el teléfono el día en que un intrépido cazador de leones se equivoca de número. Menos incluso son las que, además, han gozado de la fortuna de haber seducido con su voz a este valeroso caballero hasta el punto de conseguir que se «equivoque» de nuevo, llame otra vez a su número y las entretenga con su locuacidad. Claro que quizá no sea una suerte.

Es posible incluso que la verborrea de este ajetreado aventurero que hoy tiene tiempo para charlar largo y tendido oculte oscuras intenciones. Que detrás de su animosa simpatía pululen incontables e inconfesables deseos. Que cuando termine de contar sus historias africanas y de entonar lisonjas acarameladas empiece a cambiar el tono, a ser mucho menos sutil, mucho menos soñador.

Que hasta parezca francamente procaz. «El cazador de leones» es un ameno, divertido e impecable tour de force narrativo, una novela singular, cotidiana como la vida misma y extraña como un día cualquiera, que retrata en toda su ingenuidad y en toda su bajeza a su monologante protagonista y quizá también a su silenciosa oyente.

Pero también retrata al teléfono, que siempre está ahí, a menudo callado, pero recordándonos con su silencio hasta qué punto somos indiferentes a los demás y dándonos así la medida exacta de nuestra insignificancia. Porque lo que todos necesitamos es un «interlocutor válido». Y lo necesitamos con tanta urgencia que, si no lo encontramos, decidimos inventarlo, sin esperar siquiera a que la luna brille en plenilunio y la noche se pueble de aullidos.

El cazador de leones

El cantante de boleros

Cuando Javier Tomeo aseguraba que a todo el mundo le gustan los boleros, seguramente le faltó redondear la aseveración con la aclaración de que solo es cuestión de tiempo. Y malo es que nunca puedan llegar a gustarte, porque entonces es que no habrás llegado a la edad de la sabiduría, el buen gusto y le melancolía embriagadora de un buen bolero.

«Los boleros me recuerdan que tengo corazón», le confesaba hace años un docto amigo. En aquellos tiempos tener corazón no resultaba tan arriesgado como lo es en estos duros tiempos, mucha gente disponía de un corazón generoso, y se iniciaba en la arriesgada aventura del amor.

Hoy en día tener corazón y confesarlo resulta más arriesgado. Como le sucede al personaje central de esta historia, nuestro cantante de boleros. Pretender cantar boleros, además, puede resultar patético cuando los otros, para manipularnos mejor, nos dicen que no lo hacemos mal del todo: «Adelante con tus boleros», vienen a decirnos y mientras tanto cambian una mirada de inteligencia con sus secuaces y siguen maquinando secretamente sus planes.

El cantante de boleros

Cuentos completos

Siendo un narrador tan extenso, nunca está de más darse una vuelta por recopilatorios capaces de transformarse en todo un muestrario de las virtudes de este narrador. Cultivados en un erial de imposible fertilidad salvo para la imaginación. Así que Tomeo siempre sabe cómo echar raíces donde sea.

Porque en las tierras desgastadas, secas, hueras, se deslizan como serpientes polvorientas los sueños rotos, perturbados por el calor sin sombra. Así es como nacen los buenos relatos, alejados del fastuo y la abundancia, reflejando las miserias del valle seco donde una lágrima brilla como el diamante.

Su narrativa breve. Sus cuentos. Sus microcuentos. Una literatura libre y audaz. Una prosa directa. Un autor indiscutible de una obra plena de inteligencia y lucidez. Humor. Sátira. Perversidad. Kafka. Goya. Buñuel. Los cuentos completos de un maestro, de Javier Tomeo.

Javier Tomeo domina con maestría el relato: la distancia corta es muy adecuada para un escritor que opera a menudo con la sugerencia de una amenaza imprecisa e inminente.

La obra que presentamos en esta edición –que reúne las piezas breves publicadas en los libros Bestiario, Historias mínimas, Problemas oculares, Zoopatías y zoofilias, El nuevo bestiario, Cuentos perversos, Los nuevos inquisidores y una colección de inéditos, que incluye obras nuevas y reescrituras de antiguos relatos– recoge algunos de sus mejores textos.

Cuentos completos
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