Los 3 mejores libros de Antonio Iturbe

El narrador Antonio Iturbe es otro de esos autores tocados por la versatilidad. Solo que en su caso todo nace de esa cada día más atípica virtud de la empatía creativa hacia la mutación absoluta del narrador que sobrevuela cada historia y habita en sus protagonistas. No es lo mismo escribir literatura infantil o para adultos, obvio. El sobreesfuerzo creativo debe ser más fácilmente abordable para un Iturbe de transiciones siempre convincentes.

En su vertiente de novelista puro encontramos una bibliografía marcada por ese hit que fue La bibliotecaria de Auschwitz, una bendición en forma de relato sobre un testimonio real que alcanzó esa trascendencia internacional soñada. Con semejante palanca, Iturbe siguió a lo suyo, alternando literatura juvenil con nuevas tramas hilvanadas cuando el autor encuentra algo relevante que contar.

La inspiración no nace con la mágica cadencia de las exigencias comerciales. Iturbe va pariendo sus historias en esa búsqueda de luz insospechada. Escribir sobre el gran encuentro con un argumento es felicidad creativa y, en el caso de un autor que ya ha saboreado esas mieles del éxito, también es un respetuoso lanzamiento para unos lectores en espera de esa autenticidad y brillo de la novela anterior.

Top 3 novelas recomendadas de Antonio Iturbe

La bibliotecaria de Auschwitz

Frente a la sensación de que todo está perdido, la posibilidad de alcanzar una última tabla de salvación. El esfuerzo devuelve en este caso la noción de humanidad pese a todo. Porque la alienación acecha con visos de enajenación, de ocupación de todo, desde las células de la piel hasta las alas del espíritu. Ante eso hay quien aún es capaz de encerrarse en el bunker del fuero interno a la espera del fin de la hecatombe con un golpe de fortuna.

Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina, que haya existido nunca.

En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones». Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.

La bibliotecaria de Auschwitz

La playa infinita

El extrañamiento puede ser la constante de un regreso a aquellos lugares donde se fue feliz en algún momento. La cosa es encontrar la literatura de ello, del cambio. Entre la melancolía de los escenarios ya imposibles, el autor podía haber sido el físico que representa o incluso un astronauta que se mueve con su escafandra por el barrio de su infancia o lo que queda de él. Fantasías de los recuerdos rescatados de esos contrastes de lo que fue y la necesidad de asumir lo que queda.

Iturbe es un físico especialista en neutrinos que, tras más de dos décadas en el extranjero, vuelve para saldar sus deudas sentimentales a La Barceloneta, el barrio en el que se crio. Paseando de nuevo entre sus calles, descubrirá que, entre pisos turísticos, franquicias de multinacionales y la progresiva desaparición de los vecinos, ya sólo quedan vestigios de su memoria y deberá, con la ayuda de un amigo de la infancia llamado González, rescatar su propio pasado, a la vez que va descubriendo el destino de algunos de sus compañeros de generación.

La playa infinita es una novela que funciona como guía sentimental del estilo de vida y las callejuelas de la Barcelona de última mitad del siglo XX; una melancólica carta de amor a un barrio y, por extensión, a una ciudad que nunca volverán. Y una reivindicación del poder de la imaginación, de la literatura y de la ficción para completar un retrato del último medio siglo de historia española.

La playa infinita

A cielo abierto

Hay almas nacidas para tareas especiales. A medio camino entre el atrevimiento y la vocación, uno podía decidir ser piloto en tiempos de entreguerras. Pero es que el cielo llamaba tanto a aquellos pilotos como el agua a los peces. En el tránsito, desde esa privilegiada visión del mundo como un lugar más amable, de suaves perfiles, incluso nació algún pequeño príncipe mientras llegaban correos trascendentes y se producían afortunados accidentes sin víctimas…

Francia, años veinte. Sólo los mejores pilotos son aceptados en Latécoère. Entre los elegidos están Jean Mermoz, Henri Guillaumet y Antoine de Saint-Exupéry, tres heroicos aviadores que abrirán las primeras líneas de reparto de correo en rutas inexploradas. Ninguna distancia es demasiado extensa para ellos, ninguna montaña demasiado alta: las cartas deben llegar a su destino. Cuando aterrizan, afrontan las turbulencias de la vida en tierra en un siglo partido por las guerras.

A cielo abierto cuenta las increíbles proezas de tres grandes amigos que marcaron la historia de la aviación, y es, además, un homenaje al autor de El Principito, un escritor inolvidable que supo ver la realidad con ojos de niño. Antonio Iturbe ha escrito una novela apasionante gracias al cuidado equilibrio entre la acción trepidante y la sutil emotividad proyectada por la mirada de Saint-Exupéry sobre el mundo, a la perfecta caracterización de los personajes y a la ambientación tanto de los salones parisinos y los círculos literarios neoyorquinos como del universo que rodeó a aquellos legendarios aviadores. Una celebración de la esencia de la literatura en un relato de amistad, de sueños imposibles, de amor y pasión, del placer de volar y descubrir, desde el cielo, un planeta hermoso cargado de misterios.

A cielo abierto
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