El género literario de Ciencia Ficción es en muchas ocasiones la pista de aterrizaje de todo escritor que, empujado por la desbordante imaginación, encuentra en este espacio inagotable, el mejor de los argumentarios sobre los que desarrollar su historia. Y hoy traigo una de esas novedades en novela de ficción que no deja indiferente a ningún lector que se sumerga entre sus páginas.
Porque Arturo Llamas ha pilotado extraordinariamente esta historia (su segunda novela tras Marcos Despierta), en torno a los sueños, ese mundo paralelo que, más allá de las investigaciones científicas, siempre apuntan a algo más que se nos escapa. Significados que pueden apuntar a lo trascendental desde su simbología con regusto a profecía o a acceso a otra dimensión.
Somnium es una entidad estatal del Gobierno de España bajo cuyo paraguas se desarrollan las más vanguardistas investigaciones y proyectos en torno a los sueños. Porque precisamente en esta nueva organización conocen acerca del potencial de unos especiales «soñadores» en cuyos procesos oníricos hay mucho más valor que el de la simple descarga de la consciencia.
Con un particular modus operandi, Somnium hace su necesario proselitismo para atraer hacia la organización a quienes, a través de sus sueños, disponen de capacidades extraordinarias. Porque ellos, los elegidos por Somnium conectan directamente con el futuro, con un devenir a descifrar desde esas proyecciones de la psique plenamente adivinatorias.
El don de la profecía. El síndrome de Casandra. Zaro, nuestro protagonista focaliza la trama desde que se acerca por curiosidad a una conferencia de Somnium hasta que, fascinado por las analogías con sus propios sueños, accede a la Academia donde se le enseñará a controlar su capacidad.
Porque de Zaro y de otros como él saldrán los mejores. Unos Detectives del sueño cuya misión adquiere suma relevancia para evitar riesgos de un porvenir siempre incierto entre tantos peligros que amenazan nuestro mundo.
El director de Somnium hace su trabajo de captación. Una vez dentro de Somnium la vida de los aspirantes se mueve al trepidante ritmo de una gran aventura en la que el autor consigue plasmar a la perfección su ritmo vivo, el nervio intenso de una trama ágil con un punto muy cinematográfico.
Sin duda la vida de Zaro ha dado un giro brutal. Su rutina se orienta ahora a conseguir ser uno de los elegidos. Pero el asunto también tendrá su lado oscuro, aspectos que pondrán en alerta al suspicaz Zaro y que lo expondrán a riesgos inesperados. Quizás sea cosa de una natural contrapartida…, todo aquel humano que dispone de una gran virtud, de una marcada diferencia, también se enfrenta a sus propios demonios.
Aquellos días de entrenamiento, y de tantos descubrimientos sobre su poder adivinatorio, servirán también para acercarnos al personaje desde su parcela más personal. Sus relaciones con los demás participantes, la intensa y creciente sensación de pertenencia, el nacimiento de un gran amor y una intermitente sensación de zozobra sobre sus propios secretos.
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