No hay resaca sin consecuencia. Desde el más liviano de los perjuicios físicos, somatizados desde los efluvios del alcohol, hasta el dolor de cabeza que va más allá de lo físico, bordeando una remota sensación de culpa a las orillas de las lagunas mentales más oscuras.
Muchos otros libros de suspense, cuando no de thriller total nos asaltan desde el despertar a una extraña noche. Como es el caso de «Cuchillo«, de Jo Nesbo, por citar recientes. Ahora nos toca abordar el asunto desde otra pluma también vertiginosa…
Lo cierto es que da gusto cuando una autora como Viveca Sten, con su bibliografía ya consolidada allá por Suecia, se incorpora a nuestras librerías con toda una serie como su Morden i Sandhamn ya bien pertrechada en varias entregas.
En esta quinta parte (y espera las que vendrán…), la isla de Sandhamn se transforma en un escenario lleno de misterio durante la noche del Solsticio de verano.
Es fin de semana y en Sandhamn se celebra ese inicio de la época estival que siempre apunta a noches mágicas en todos los sentidos. El muelle está lleno de adolescentes ebrios y una joven cae inconsciente en la playa sin que nadie acuda en su ayuda. Cuando la policía la encuentra, descubre que está bajo los efectos de algún narcótico. ¿Qué le ha sucedido?
Nora Linde ultima los preparativos para celebrar el solsticio con su novio, Jonas, pero la fiesta se acaba cuando la hija adolescente de este no regresa a casa y no contesta al móvil.
A la mañana siguiente, un cadáver aparece en la playa. El inspector Thomas Andreasson, amigo de Nora, se hace cargo del caso mientras Jonas y ella siguen buscando a la chica sin descanso.
La fiesta más esperada del verano está a punto de convertirse en una noche para olvidar.
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