Premonición, de Rosa Blasco

Desde Casandra y sus negros augurios que nadie creyó, el miedo se queda como la única alerta frente al porvenir inmediato más lúgubre. En torno a la noción de esa intuición o sexto sentido se han escrito muchos historias de mujeres. Porque son ellas las que históricamente gozan de esa anticipación, como digo Casandra mediante…

La cuestión para la autora, Rosa Blasco es aprovechar atávicas inercias y creencias para apuntar hacia esa tensión por la vida en la cuerda floja. Algo así como la Amaia Salazar de Dolores Redondo, quien ya desde pequeña escapó de mil infiernos, como queda manifestado siempre en hilos secundarios de la trilogía del Baztán.

Pero aquí estamos en las Baleares, grandes dosis de sol y luz que para nada auguruan lo que los grandes bosques navarros despiertan. Pero en el fondo el miedo no tiene patria ni arraigo, se desplaza junto a cada alma en busca de sobrevivir a los desastres o los crímenes. En esta ocasión las premoniciones y las certezas se van aproximando como ese toque tangencial de las diferentes trayectorias del destino. Las decisiones de la protagonista nos conducirán por senderos insondables. Y solo alguna posible intuición puede que la salve de la peor de las oscuridades, la animadversión humana…

Simonetta Brey, una joven y prestigiosa forense, recala en Menorca invitada por el comisario Darío Ferrer, antiguo compañero y también amante, para acortar una pena de prisión que está cumpliendo por un turbio delito. La condición es resolver una serie de asesinatos cuyas víctimas son médicos jubilados. Para cumplir el encargo, se instala como médico de familia en la isla y oculta su verdadera profesión.

A medida que avanza en las investigaciones, descubre la belleza de la isla, establece lazos de amistad con un grupo de gente singular e inicia una relación sentimental con un atractivo hombre de negocios. Sin embargo, alguien la vigila y la acecha hasta en su propia casa.

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