Los 3 mejores libros de Joyce Carol Oates

Una profesora de literatura siempre esconde una escritora en potencia. Si el asunto de las letras es muy vocacional, todo amante de estas acaba intentando replicar a sus autores favoritos, esos mismos cuyas obras trata de inculcar a los alumnos. En el caso de Joyce Carol Oates, no se puede solo señalar su desempeño como profesora de Lengua y Literatura. Hay que indicar también que además es licenciada, doctorada y Master en el asunto del lenguaje y su rercreación más artística (la Literatura).

Así que estética, estructural y funcionalmente nos encontramos que Joyce escribe con absoluto conocimiento de causa. Pero claro está, que si el fondo no gusta nunca podría haber llegado donde lo ha hecho, siendo una escritora reconocida en todo el mundo. Pudiendo pecar de pretencioso ante semejante monstruo de las letras, me voy a animar con sus tres mejores libros (siempre me quedará la excusa de que es mi entera opinión).

Top 3 novelas recomendadas de Joyce Carol Oates

Babysitter

Ubicar un thriller fuera de toda influencia de los tiempos tecnológicos que corren tienen bastantes ventajas. En primer lugar recuperamos esa remota sensación de que los asesinos en serie se movían mejor fuera del actual control sistemático al que cualquier ciudadano está sometido no sin cierta permisividad general. Así no es tan fácil protegerse en el anonimato como un criminal en serie. Pero es que además, en una trama como esta, todo cobra mayor sentido retrotrayéndonos a un pasado no tan remoto, donde lo atroz podía tener sustento en ciertos estratos sociales. Así es como esta historia se confabula para asomarnos a un escenario inquietante tanto por el argumento en sí como por el contexto.

Corre el año 1977 y Hannnah y Wes Jarrett, un respetable hombre de negocios y miembro de una de las familias más poderosas de Detroit, viven felices junto a sus hijos de cinco y ocho años en su casa de las afueras. Ismelda, su criada, hace que en el hogar todo sea más llevadero. Pero su vida y la de sus vecinos se ve sacudida por la presencia en la ciudad de un asesino al que los medios han apodado Babysitter: ya ha raptado y torturado a seis niños y ha dejado sus cuerpos en la carretera en posturas llamativas, como si durmieran.

En una fiesta filantrópica de la familia Jarrett, Hannah conoce al señor R., un hombre extraño y oscuramente carismático con el que inicia una peligrosa aventura. Mientras tanto, el esquivo asesino en serie, que parece formar parte de la élite de Detroit, sigue acumulando víctimas y llevando a la desesperación a la ciudad.

Babysitter es una exploración psicológica de los rincones más oscuros de la psique humana y una crítica demoledora del racismo, la violencia sexual, la homofobia y la misoginia.

Zombi

Históricamente siempre se ha considerado el libro El guardián entre el centeno como una genial narración que nos mete en la cabeza de un chaval problemático y nihilista, apartado de todas las convenciones sociales y con un punto psicópata que queda patente en cada una de las escenas. Pero, sinceramente, este otro libro Zombi, realmente nos abre a un perfil más completo de la psicopatía en esas etapas difíciles de la adolescencia.

La frontera entre la desubicación, el desarraigo, la negación de todo valor y el perfil psicopático puede ser muy ligera en esas edades de desarrollo… Y en ese aspecto esta novela es mucho más profunda que la afamada obra de Salinger. De cualquier forma resulta curioso como estos dos autores americanos perfilaron la noción de una juventud americana que en ocasiones se enfrenta a demasiadas estridencias entre la ficción y la realidad.

Resumen: Conozcan a Quentin P., un dolor de cabeza para su padre profesor y su amante madre. Un desafío para su diplomadísimo psiquiatra. Un dulce y tierno jovencito para su incondicional abuela. Y el más creíble y horripilante psicópata sexual jamás creado en la ficción. A sus treinta y un años, y en libertad vigilada por agresión racial a un menor, Quentin P. tiene dos obsesiones: la primera, evitar que alguien se meta en su alma.

Zombi

Un libro de mártires americanos

Lo de escribir sobre personajes marginales o sobre situaciones/planteamientos límites o fuente de conflicto son una especialidad para esta autora. La doble moral es fruto de una capacidad mental para desdoblar la realidad a gusto del consumidor. O sea vivir en una enorme contradicción o en una gigantesca falta de escrúpulos. Estados Unidos es un país representativo de la doble moral, instaurada entre su población como el más grande de los sofismas.

Un estadounidense ama su sistema social, ferozmente capitalista, por sus ansias de prosperar en él, pero también lo detesta y maldice sus cimientos con misma intensidad cuando cada noche descubre que no ha conseguido trepar un ápice.

Solo es un ejemplo, pero resulta básico para entender de lo que es capaz un norteamericano respecto a su conciencia y su percepción oportunista de la realidad. Claro está que no todo el mundo se mueve bajo esa dinámica. Naturalmente, una gran parte de la población de un país, en el fondo debe ser lo suficientemente inteligente, crítica y consecuente para descubrir esa nefasta contradicción, al menos en sus más duras interpretaciones.

El tema del aborto enfrentado a la pena de muerte es un claro paradigma, si bien no tan habitual, si prolífico en cuanto trasciende un nuevo caso. La conciencia capaz de albergar la idea del aborto como un asesinato y que a su vez acepta la pena de muerte como una condena del sistema judicial, ha sucumbido a la más extrema de las contradicciones.

Luther Dunphy asesina a un médico abortista: Augustus Voorhees. Luther pagó con muerte a quien entendía que infringía muerte. Justicia de cosecha propia propiciada por esa doble moral. Sin embargo, esta historia se mueve más en el terreno de las consecuencias colaterales de la devastadora doble moral.

Porque en seguida nos acercamos a la vida de las hijas de Luther y Augustus. Dawn Dunphy llega a ser una reconocida boxeadora mientras que Naomi Voorhees busca su espacio como directora de cine. Las dos actúan con la pesada carga que supone las herencias emocionales de sus padres. Lo ideal sería pensar en una reconciliación, una suerte de encuentro expiatorio y reconciliador. Pero  de entrada ambas mujeres siguen mostrándose muy alejadas, pese a que la vida se empeña en plantarlas frente a frente.

De semejante encuentro puede surgir el escenario más insospechado. Conflictos internos, asunción de culpa, deseo de venganza…, y una posible transformación de todo esa amalgama de sensaciones y sentimientos en una brizna de esperanza que pudiera iluminar el conflicto social, tal vez solo superable en esa parcela de la experiencia vital compartida.

Un libro de mártires americanos

Otros libros recomendables de Joyce Carol Oates…

Noche. Sueño. Muerte. Las estrellas

Las interioridades familiares esconden las más grandes tragedias dignas de ser narradas. Porque en el extraño devenir del tiempo que aleja a cada cual del que fuera su nido, la fraternidad puede acabar siendo el crisol donde se mezclan vanidades, ambiciones y viejos rencores. En ese escenario se mueve Oates con su capacidad incomparable para relatar el camino hacia la perdición y el desastre como una especie de condena atávica de lo humano.

John Earle McLaren, «Whitey», un hombre afable de sesenta y siete años y que durante un tiempo fue el popular alcalde de Hammond, presencia un altercado entre la policía y un joven de tez oscura al que han detenido sin motivo aparente. Tras verse moralmente obligado a intervenir, los dos agentes se ensañan con él con una fuerza tan inusitada que Whitey muere de un infarto.

Este último acto heroico abre la puerta a una realidad bastante más oscura en la familia McLaren, cuyos cinco hijos afrontarán el duelo revelando sus prejuicios, rencores e inseguridades: desde el desdén racista hacia la nueva pareja de la madre hasta las estrategias sibilinas para hacerse con la mayor parte de la herencia. Bajo una fachada de respetabilidad se esconden unos cimientos podridos, que pueden hacer que la casa familiar acabe por derrumbarse.

Noche. Sueño. Muerte. Las estrellas

Delatora

La distopía no es un horizonte sino una realidad. Pero tampoco es cuestión de plantearlo narrativamente como argumento vanguardista en una trama de ciencia ficción, ni de abrir ucronías hacia ese mundo más o menos próximo, con su temible curso en paralelo acechando en cruzarse con el nuestro.

Cuando Joyce Carol Oates escribe nos ofrece ese vistazo oscurecido por lo que no debería ser a cualquier nivel, incluso en lo familiar. Lo que no quisiéramos que se diera en la ruleta de nuestra vida. El paraíso más personal, la utopía desde la realización…, todo lo contrario a este horizonte se nos pega a la piel como la distopía de la anulación, de la alienación, de la asunción de la derrota que nos hace pasar por serviles ciudadanos. Siempre al son de dobles morales asfixiantes e imaginarios generales, incluso desde dentro de nuestro propio hogar…

¿Qué debería prevalecer: la lealtad familiar o la lealtad a la verdad? ¿Alguna vez es un error decir la verdad, hay algún momento en que mentir a la familia esté justificado? ¿Se puede hacer lo correcto y que toda la vida nos lamentemos por ello?

Delatora está protagonizada por Violet Rue Kerrigan, una joven que recuerda su vida después de que, con doce años, ofreciera su testimonio sobre el asesinato racista de un niño afroamericano por parte de sus hermanos mayores y la apartasen de su familia.

En una sucesión de episodios recordados de un modo casi palpable, Violet analiza las circunstancias de su vida como la menor de siete hermanos, una niña en su momento querida, que inadvertidamente «delata» a sus hermanos, dando pie a su arresto, su condena y a su propio distanciamiento.

Esta conmovedora novela dibuja una vida de destierro respecto a los padres, a los hermanos, a la Iglesia que obliga a Violet a reconstruir su propia identidad, romper el poderoso embrujo de la familia. Un largo exilio como «delatora» para llegar a una vida transformada.

Delatora

Mágico, sombrío, impenetrable

También es esta autora una genial constructora de relatos. Ambientaciones oscuras en lo que al alma respecta.

Resumen: Incisivos, perturbadores, asombrosos en su agudeza, los relatos de Mágico, sombrío, impenetrable ponen de manifiesto la portentosa capacidad de Joyce Carol Oates para poner la lupa sobre el terror, el dolor y la incertidumbre amorosa que acechan los límites de las vidas más comunes.

Los vínculos eróticos que surgen del terror y de la gratitud, la vulnerabilidad de una mujer temerosa de que su marido esté desapareciendo de su vida, un nacimiento que trae consigo el final de una relación, o el polémico relato que da título al libro, donde el anciano poeta Robert Frost recibe la visita de una inquietante joven que sabe más de lo que debería.

Mágico, sombrío, impenetrable muestra a una artista en la cúspide de su capacidad creativa, desnudando la oscuridad que habita el alma humana en trece apasionantes relatos.

Mágico, sombrío, impenetrable
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