Los 3 mejores libros de Gianrico Carofiglio

Con Carofiglio disfrutamos de un John Grisham versión latina. Y es que las tramas de este escritor italiano bordean ese universo de thriller judicial que tan buenos frutos da tanto en lo literario como en lo cinematográfico. Porque ninguna historia de mayor tensión que aquella que te pone en el pellejo de un acusado sentado en el banquillo. O el de una víctima enfrentada a la maquinaria judicial de una gran multinacional.

Partimos de que ambos autores citados son doctos en Derecho, algo casi necesario para este tipo de autores. Porque ellos son como cronistas que se disponen, con conocimiento de causa, a desarrollar entramados narrativos entre los subterfugios de la ley. Desarrollándose con todo lujo de detalles entre vistas judiciales, planteando los sofismas de turno de los letrados más aviesos y desplegando la mayéutica propia de cada abogado para que su causa gane. En el caso de Carofiglio con más fuerza si cabe en su condición de magistrado.

Solo falta encontrar entonces la base, el argumento, el caso. En lo que a Carofiglio respecta, solemos encontrar asuntos más oscuros, criminales, que nos enfrentan al crimen desde aspectos judiciales donde la demostración de la culpa nos inquieta y mueve a seguir leyendo. Porque queremos que el asesino caiga, y podemos acabar odiando a quien se encargue de defenderlo. Como no podía ser de otra forma en novelas ambientadas en Italia, también las mafias y el mundillo del hampa tienen su protagonismo, salpicando con sus corruptelas a todo ámbito.

Top 3 mejores novelas de Gianrico Carofiglio

Testigo involuntario

En Carofiglio siempre podemos descubrir esa intención trascendente hacia lo sociológico en cada una de sus tramas. En esta ocasión el asunto de los prejuicios tomados como evidencias, el racismo y la sed de venganza acaban transformándose en todo lo contrario a lo que busca la justicia en su esencia.

Una de esas novelas que, basándose en el poderoso magnetismo de la Justicia como ente que gobierna sobre la ética con su capacidad punitiva, representa el margen de error y los daños colaterales como algo inasumible en el fondo. El pequeño Francesco, de nueve años, es hallado muerto en el fondo de un pozo de la ciudad de Bari. Inmediatamente, las investigaciones culpan a un senegalés indocumentado que vende baratijas en la playa. Las pruebas son categóricas. Parece evidente que es el autor del crimen. El juicio será un simple trámite. El acusado, condenado a cadena perpetua. Y caso cerrado.

Testigo involuntario

Las tres de la mañana

Una novela desconcertante que escapa del argumentario habitual de este autor para adentrarse en un realismo intimista con ramalazos existencialistas sobre la vida, el amor, la paternidad y todas esas cosas que se nos aparecen como fantasmas en su esencia de manera cíclica, recurrente, hasta que pueden estallar como una ineludible obsesión.

«Acabo de cumplir cincuenta y un años, la edad que entonces tenía mi padre. He pensado que podría ser un buen momento para escribir sobre aquellos dos días y sus noches.» Los dos días y sus noches a los que hace referencia Antonio, el narrador de esta historia, son los que, recién cumplidos los dieciocho años, pasó con su padre en Marsella. Su infancia había estado marcada por la epilepsia y su familia decidió llevarlo a ver a un médico de esa ciudad que proponía una posible cura con una nueva medicación.

Tres años después de iniciado el tratamiento, Antonio tiene que regresar a la ciudad para comprobar si, en efecto, ha superado la enfermedad. Esta vez solo lo acompaña su padre –ya separado de la madre– y, para valorar la curación, el chico deberá someterse a una prueba de esfuerzo y, con ayuda de unas pastillas, permanecer dos días sin dormir.

Durante esas largas horas insomnes que pasan padre e hijo, deambulan por la ciudad, acuden a un club de jazz, atraviesan barrios poco recomendables, toman un barco para ir a una playa local, conocen a dos mujeres que los invitan a una fiesta bohemia, el chico vive su iniciación sexual, el padre le confiesa intimidades y secretos de los que jamás le había hablado…Y a lo largo de esos dos días y sus noches ambos comparten momentos inolvidables, que marcarán para siempre la vida del narrador.

Una novela de iniciación de una deslumbrante belleza, cuyo título está tomado de una frase de Suave es la noche de Francis Scott Fitzgerald: «En la verdadera noche oscura del alma son siempre las tres de la mañana.» Gianrico Carofiglio explora con una mirada cargada de emoción las relaciones paternofiliales, y plasma unos momentos decisivos en la formación del joven protagonista, que recorre una ciudad desconocida con su padre y descubre cosas que nunca podrá olvidar.

Las tres de la mañana

Con los ojos cerrados

El emblemático Guido Guerrieri se nos presentaba como el último eslabón hacia la justicia real en «Testigo involuntario». En este nuevo caso nos presenta otro nuevo aspecto sociológico de candente actualidad, la violencia de género. La posible impunidad de uno de estos criminales nos mueve por la trama con ese anhelo por una justicia cierta que ampare a la mujer del desastre machista.

Guido Guerrieri es un abogado muy especial. Después de años de defender a personajes impresentables y de tocar fondo en todos los aspectos de su vida, Guerrieri, quizá en busca de alguna modesta redención, empieza a trabajar en casos de esos que no aportan dinero ni gloria, sino tan sólo nuevos enemigos. En Testigo involuntario era un inmigrante senegalés acusado del brutal asesinato de un niño. En Con los ojos cerrados, Guerrieri se topa con el caso de una mujer golpeada que ha tenido el valor de denunciar el acoso de su ex pareja. Hasta ahora, ningún abogado quiere representarla por temor a los poderosos personajes implicados.

Pero cuando un inspector de policía se presenta en su despacho para pedirle ayuda, y lo hace acompañado de Sor Claudia, una monja que, más que religiosa, parece una mujer policía, Guido Guerrieri se da cuenta de que éste puede ser el caso más interesante, y más difícil, de toda su carrera. Testigo Involuntario, el primer caso del abogado Guerrieri, fue llamado «uno de los mejores thrillers legales publicados en Italia» e inició un nuevo capítulo en la literatura policíaca italiana. Con los ojos cerrados va un paso más allá y nos revela a su autor, el juez antimafia Gianrico Carofiglio, como una de las voces más atractivas del género negro europeo.

Con los ojos cerrados
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