Lo de Nabokov ya se anunciaba como un cómodo idilio con la literatura dada su facilidad con el lenguaje. El inglés, el francés y el ruso eran idiomas por los que podía transitar con igual solvencia. Claro está que viniendo de buena cuna es más fácil aprender diversas lenguas… Pero vamos, que otros con la lengua materna van servidos…
La obra narrativa de Nabokov también es un mosaico variado que puede abarcar desde la vertiente más transgresora y polémita hasta la más cándida de las propuestas. Una capacidad o una intención casi artística de lo literario, donde se buscan emociones fuertes, el impacto de la imagen, la excitación del lenguaje como una cuerda transmisora hacia una especie de impresionismo literario.
Por eso mismo Nabokov nunca dejó indiferente. Menos aún considerando su producción literaria en mitad de un siglo XX todavía sumido, en gran parte, en patrones morales inamovibles. Por lo menos en las altas esferas que aún pretendían cortar todos los patrones sociales.
En su ejercicio docente, Nabokov debió ser ese profesor irreverente, como el de la peli El club de los poetas muertos. Y tal como expresaba su forma de ver la literatura en clases o conferencias, acabó construyendo y componiendo todas y cada una de sus novelas.
Así que un viaje entre las páginas escritas por Nabokov puede resultar una esperiencia más o menos gratificante. Pero jamás la indiferencia será la nota final que puedas extraer.
3 novelas recomendadas de Vladimir Nabokov
Lolita
Tomando el testigo al mismísimo Marqués de Sade, Nabokov presentó esta novela que escandalizaría y sorprendería a todo el mundo. ¿Pueden convivir la perversión y la pureza en unos mismos personajes? El juego de las contradicciones del ser humano es un argumento perfecto para todo escritor que se atreva a plantear una historia trascendente en cualquier aspecto.
Nabokov se atrevió, se quitó su propia careta, se desinhibió y dio rienda suelta a las emociones y sentimientos más polarizados sobre el gran tema del amor… Quizás hoy esta novela pueda ser leída con mayor naturalidad, pero en 1955 supuso toda una convulsión ética.
Resumen: La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto.Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. Lolita es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel.
En resumen, una exhibición deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confesó que le hubiera encantado filmar los pic-nics de Lewis Carroll.Pálido fuego
De estructura inclasificable, esta novela nos acerca al proceso de creación literaria, más en lo estético que en lo argumental, más en la capacidad para encontrar las imágenes que en la resolución del nudo narrativo. Una novela irónica y plena de humor, una invitación a la capacidad creativa de la que todos podemos hacer gala, si nos ponemos a ello.
Resumen: Pálido fuego se presenta como la edición póstuma de un largo poema escrito por John Shade, gloria de las letras norteamericanas, poco antes de ser asesinado. En efecto, la novela consta del susodicho poema, más un prólogo, un voluminosísimo corpus de notas y un índice comentado del editor, el profesor Charles Kinbote.A través de sus prolijos y entrometidos comentarios sobre el poema, sobre su amistad con Shade los meses anteriores a su muerte, y sobre el lejano reino de Zembla, que tan precipitadamente tuvo que abandonar, Kinbote va trazando un hilarante autorretrato, en el que acaba por delatarse como un individuo intolerante y altivo, excéntrico y perverso, un auténtico y peligroso chiflado.
En este sentido, podría decirse que Pálido fuego es también una novela de intriga, en la que al lector se le invita a tomar el papel de detective.
Pnin
El profesor Pnin acaso sea el paradigma de la derrota y el desgsate del hombre voluntarioso, del hombre iniciado en el noble arte de la docencia, hasta que acaba devorado por el nihilismo y la pesarosa inercia del nada que poder hacer.Más allá de la falta de conexión con sus exiguos alumnos, la pesadez de la realidad, de ese mundo que ya ni gira bajo los pies de Pnin lo atosiga con el empeño de mostrarse inaccesible para él.
Los más enconados enemigos del inefable e infeliz Pnin son los extraños artilugios de la modernidad: coches, electrodomésticos y demás máquinas que, al menos a él, no le facilitan precisamente la vida. Y también los mezquinos intereses y la mediocridad de sus colegas, una pandilla de ambiciosos profesorzuelos que ponen a prueba su infinita paciencia. O los psiquiatras entre los que se mueve la que fue su esposa, una mujer que nunca le amó pero de la que él sigue imperturbable y conmovedoramente enamorado.De modo que, al final, el ridiculizado Pnin acaba emergiendo como una figura casi heroica, un ser civilizado en medio de la incivilización industrial, el único que todavía conserva un resto de dignidad humana.
Nabokov satiriza aquí un mundo que a él, como emigrado, le tocó sufrir, y pocas veces se le nota tan desenvuelto, tan feliz en el acto mismo de escribir, tan capaz de transmitir el placer que, a pesar de los pesares, le daba el simple hecho de estar vivo.Otros libros interesantes de Nabokov…
Invitado a una decapitación
El absurdo de la vida, descubierto sobre todo en esos momentos en los que el telón está a punto de caer. Cincinnatus, un condenado, frente a la realidad de la vida que ha construído, los personajes que lo acompañaron se van acercando a él en esos momentos últimos. Esta novela me recuerda al Show de Truman, solo que con la perspectiva cambiada. En este caso es solo Cincinnatus el que destapa la falsedad del mundo, mientras los que lo rodeaan siguen representando su papel…
Resumen: Cincinnatus C. es un joven reo que ha sido condenado a muerte por un delito innombrable y desconocido por el que será decapitado. En el interior de su celda diminuta, Cincinnatus espera el momento de su ejecución como si se tratase del final de una horrible pesadilla.
Las constantes visitas de su carcelero, del director de la prisión, de la hija de éste, de su vecino de celda, de la joven mujer de Cincinnatus y su absurda familia no hacen más que acrecentar la sensación de angustia e impotencia del protagonista, que ve cómo su tiempo se acaba, como finaliza el tiempo de una representación teatral con personajes que parecen obedecer las pautas marcada por algún cruel y juguetón demiurgo.La idea del absurdo, del juego y de la irracionalidad del mundo adquiere unas dimensiones de gigante en Invitado a una decapitación, una desgarradora novela, escrita en 1935.
Rey, dama, valet
«Este fogoso animal es la más alegre de mis novelas», dijo Nabokov de «Rey, Dama, Valet», una sátira en la que un jovencito miope, provinciano, mojigato y desprovisto de sentido del humor irrumpe en el frío paraíso de un matrimonio de nuevos ricos berlineses.
La esposa seduce al recién llegado y le convierte en su amante. Poco después le convence para intentar eliminar al marido. Éste es el aparentemente sencillo planteamiento de la más clásica, quizá, de las novelas escritas por Nabokov. Pero, tras esa aparente ortodoxia se oculta una notable complejidad técnica, y, sobre todo, un tratamiento singular presidido por el tono de farsa.
Publicada originalmente en Berlín, a finales de los años veinte, y ampliamente reelaborada por Nabokov en el momento de su traducción al inglés, a finales de los sesenta, «Rey, Dama, Valet» muestra un fuerte influjo del expresionismo alemán, especialmente del cinematográfico, y contiene un auténtico derroche de humor negro. Nabokov vapulea a sus personajes, los convierte en autómatas, se ríe de ellos a diabólicas carcajadas, caricaturizándolos con gruesos trazos que no impiden, sin embargo, que posean una verosimilitud que proporciona sostenida amenidad a toda la novela.
El ojo
Una extraña historia situada en el ambiente típico de las primeras novelas de Nabokov, el universo cerrado de la emigración rusa en la Alemania prehitleriana. En medio de esta burguesía ilustrada y expatriada, Smurov, el protagonista de la historia y suicida frustrado, es unas veces espía bolchevique y otras héroe de la guerra civil; enamorado sin fortuna un día y homosexual al día siguiente.
De modo que, sobre una base de novela de misterio (en la que sobresalen dos escenas memorables, excelsamente nabokovianas: la del librero Weinstock invocando a los espíritus de Mahoma, César, Pushkin y Lenin, y el desgarrador y sospechoso relato de Smurov acerca de su huida de Rusia), Nabokov constituye una narración que va mucho más lejos, porque el enigma a desvelar es el de una identidad capaz de mudar de color con la misma frecuencia que un camaleón. Orgía de la confusión, baile de las identidades, celebración del guiño, «El ojo» es una inquietante y deliciosa novela corta de Nabokov.