Tom Wolfe era un escritor de presencia apabullante. Un tipo siempre particular en su elegancia lindante con lo histriónico. Aún es fácil recordarlo, hasta en sus últimos y longevísimos días, sentado en un sillón orejero de su casa con su traje blanco y su corbata ajustada al máximo, a punto de arrebatarle la respiración. Pero las formas son las formas, y Tom Wolfe, por lo que sea, las respetaba al máximo, hasta la estridencia.
Asunto bien distinto es su literatura. Leyendo a Wolfe no te imaginas a un tipo refinado, tradicional y costumbrista. Y es que al final todos tenemos demonios y pasiones inconfesables… Y si no las sacas por un lado, siendo escritor, acaban asaltando tu obra. Si esta forma de liberación que será la escritura para este autor, se culmina con un humor esperpéntico en ocasiones, se redondea una obra literaria breve pero intensa.
Quizás a causa de esa contradicción latente entre autor y obra me gusta finalmente lo que escribe. No me convencía como figura social, pero me atrapó desde hace tiempo con alguno de sus libros y todavía guardo buenos recuerdos de muchos de sus personajes.
Y, por fin, centrándome en lo que me trae hasta aquí, paso a listar los tres libros altamente recomendados de Tom Wolfe.
Top 3 novelas recomendadas de Tom Wolfe
Todo un hombre
Mi favorita sin duda alguna. Es curioso saber por qué. Se supone que Conrad Hensley no es el protagonista. Y ciertamente no lo es.
Pero aquel joven que trabajaba en una fábrica (ya no recuerdo bien de qué productos), me miraba en ocasiones desde un espejo, con una simetría perfecta.
No quiero decir que me sintiera replicado en él, pero el bueno de Tom Wolfe supo perfilar de manera tan creible y realista a aquel muchacho llamado Conrad, que me acabó ganando para sus siguientes libros.
El resumen del libro explica: Charlie Croker es dueño de un negocio inmobiliario, ha cumplido los sesenta y tiene una segunda esposa de sólo veintiocho años. Pero la vida de este triunfador se empieza a resquebrajar cuando descubre que no puede devolver el cuantioso crédito que pidió al banco para expandir su imperio de ladrillo.
Croker inicia un descenso a los infiernos en el que se cruzará con un joven idealista que soporta con estoicismo los embates de la vida y un abogado negro que ha ascendido socialmente.
Tom Wolfe escruta en esta novela las grietas de una de las grandes urbes del Sur: Atlanta. Y lo que emerge es un aquelarre de conflictos raciales, corrupción de los poderes político y económicos, ostentación y sexo.
La hoguera de las vanidades
Un título sofisticado como el propio Tom Wolfe, pero a su vez muy sugerente. De esos títulos que sobrevivirían perfectamente a una obra mediana de cualquier autor reconocido. Pero no es éste el caso porque esta historia es un novelón. Fue calificada como la novela de Nueva York.
El protagonista es un yuppie, un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor.
A partir de esta peripecia, Tom Wolfe va hilando una compleja trama que le permite presentar el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue, así como el submundo picaresco de la policía y los tribunales del Bronx, y también el mafioso universo de Harlem y las nuevas sectas religiosas.
Un hilarante e irrepetible fresco, diseccionado con desenvuelta crueldad y acerada ironía por un Tom Wolfe en plenitud de facultades.
El personaje central resulta ser finalmente la gran capital del mundo en este final de siglo: Nueva York, con todos sus esplendores y todas sus miserias, retratada en la prosa de tecnicolor, vistavisión y sensorround que es la marca de fábrica de ese maestro de periodistas y, como demuestra aquí, personalísimo y magistral novelista que es Tom Wolfe.
Bloody Miami
Se nota que Tom Wolfe es un escritor que escribe como quiere y sobre lo que quiere. Ante ese margen de maniobra, actuando con esa libertad acaba componiendo siempre tramas magistrales sobre temas originales.
Edward T. Topping IV, blanco, anglo y sajón, va con Mack, su mujer, a un restaurante. Y mientras espera para aparcar su ecológico coche –como toca a personas progresistas y cultivadas–, un esplendoroso Ferrari, conducido por una latina no menos esplendorosa, les birla el lugar y la conductora se burla de Mack.
Quizá porque, como afirma Wolfe, Miami es la única ciudad de América donde una población venida de otro país se ha hecho dueña del territorio en sólo una generación.
Y por eso Ed Topping ha sido enviado a Miami a reconvertir el Miami Herald en un periódico digital y lanzar El Nuevo Herald para las masas latinas.
Y en esa Miami y en ese diario viven y trabajan dos personajes fundamentales de esta inmensa, divertida novela: John Smith, un periodista que persigue la exclusiva que hará que deje de ser desconocido, y Nestor Camacho, policía cubano-americano que será el protagonista de la exclusiva de John.
Pero hay mucho más: está Magdalena, novia o algo parecido de Nestor, y su amante, un psiquiatra que se aprovecha de uno de sus pacientes, un poderoso millonario que se masturba con tal intensidad que tiene el pene casi deshecho, para circular entre la más selecta sociedad de Miami.
Y hay mafiosos rusos, un alcalde latino y un jefe de policía negro. Y las fiestas donde se congregan todos los que hacen que el mundo y Miami giren en la vida y en esta novela, tan torrencial como esperpéntica.