Los 3 mejores libros de la fascinante Stephenie Meyer

El don de la oportunidad puede anteponerse a toda estudiada fórmula hacia el éxito. Pero en ocasiones la oportunidad marca unos derroteros inescrutables. Lo oportuno en la industria editorial se suele encaminar a la sobreexplotación y al desgaste. Stephenie Meyer encontró en la saga Crepúsculo un filón en el que vertir su vena creativa con esa seguridad que da el disponer de una fidelidad absoluta de lectores y crítica acompasada por la apuesta editorial.

El problema es cuando uno se plantea el cambio de registro. Algo muy natural en un espíritu creativo, por otro lado. En ese momento en el que decides dar un golpe de timón puede ocurrir que el nuevo público en el que buscas acogida te tenga estigmatizado y los lectores de siempre se sientan defraudados.

Pero el cambio es necesario para sentir esa evolución fructífera que saca al escritor de un escenario cada vez más asfixiante. Y Stephenie Meyer se decidió hace poco a dar el volantazo en su camino de única vía para tratar de sobrevivir a su obra. Algo que quizás también veamos en una JK Rowling cuyo acenso a la cumbre parece interminable con su Harry Potter.

La cuestión es que la saga vampiresca de Meyer tiene su punto. La erótica del vampirismo enlaza hasta con lo onírico como símbolo de nuestra civilización. Y aquello de la eternidad de los «malmuertos» y el contraste con la juventud de los personajes despierta sensaciones intensas…

Pero resultaba tan fácil asociar su obra con la juventud y la adolescencia, con lo naif y lo previsible, que al final salir de ahí suponía una necesidad. Tras algún intento más o menos relevante con su novela Host, la irrupción de la Meyer transformada en otro tipo de escritora llegó con su novela La química, una obra ya sí reseñable en un género que comparte la escenografía oscura de lo vampiresco pero hacia un thriller ya para lectores adultos.

Top 3 libros recomendados de Stephenie Meyer

La química

Stephenie Meyer se ha manifestado como una escritora valiente que busca más una evolución propia como escritora que el simple contento de sus lectores anteriores.

La saga Crepúsculo fue todo un hito literario comercial para adolescentes. Y bienvenida sea la intención de inculcar la lectura en los jóvenes. Pero el libro La Química es otra cosa.

Con La Química, Stephenie nos presenta una obra más madura. Un thriller de espionaje que si bien mantiene ciertos vínculos con su etapa de escritora de literatura juvenil, contiene todos los ingredientes para considerarla una más que notable novela para adultos, entre los géneros de misterio y policíaco.

Una exagente del gobierno de Estados Unidos trata de vivir desvinculada de su anterior oficio como espía en una organización secreta de los servicios de Inteligencia estadounidenses. Su trepidante devenir para conseguir su libertad recuerda a las películas de Jason Bourne.

Sin embargo, Stephenie tira de oficio para presentarnos siempre escenarios sorprendentes enlazados en una trama muy viva que atrapa desde su inicio. La protagonista dispone de una rocambolesca opción para ganarse su libertad.

Sabe que el precio puede ser caro, pero jamás imaginaba cuánto tendría que perder… Condimentos habituales como el amor, la violencia, la tecnología y unas maravillosas aptitudes, en este caso de la protagonista, hacen de este libro La Química una novela de entretenimiento sumamente adictiva.

La química

La huesped

La primera válvula de escape entre sus historias de apetecible sangre joven. Y nada mejor que huir a la grande de una misma mediante una historia de ciencia ficción.

Bajo la idea de una invasión alienígena llevada a cabo desde la ocupación de la mente de los humanos (al modo del dreamcatcher de Stephen King pero de un modo menos siniestro), nos acercamos al particular caso de Melanie Stryder, una mujer cuyo hospedaje mental no resulta cómodo para su invasor Wanderer.

Las sensaciones humanas residuales de Melanie van afectando al propio Wanderer que descubre en lo humano una amalgama de sensaciones interesantes a las que sucumbir cual droga inesperada.

El intenso amor de Melanie por Jared supone un punto fundamental de apoyo para que ese resquicio de voluntad humana luche frente a la ocupación de Wanderer. Y no es que Wanderer, su presencia alienígena se rinda, pero de alguna forma se verá conmovida hacia la resolución de esa poderosa fuerza imbatible del amor.

Una historia que compendia grandes componentes de acción a través de las pulsiones humanas más intensas, capaces incluso de cambiar el destino previsto por una inteligencia superior, llegada de espacios lejanos.

La huésped

Crepúsculo

Si un lector adulto tiene que reseñar alguna de las novelas de la saga Crepúsculo, sin duda se decantará por la primera, la que mejor transmite una idea original explotada posteriormente en sagas que abundan en lo mismo.

Isabella Swan, con su nombre que ya evoca a lo romántico, se encuentra con un Edward Cullen irresistible y magnético. El encuentro se produce con ese azar del destino que la mueve a ella hasta el pueblo remoto de Forks. El problema es que Edward siente el mismo magnetismo por Isabella.

Los dos son jóvenes, solo que Edward desde una perspectiva extraña y oscura, la de su naturaleza de ser nocturno e inmortal. El dilema entre la vida explosiva de la juventud frente al extraño imán del peligro y la muerte.

El erotismo apuntando hacia un orgasmo juvenil hecho mordisco y sangre, la petite morte como contraste con esa juventud que todo lo puede y que por ello, se asoma sin miedo al abismo. Veámoslo así antes de sucumbir al punto comercial que adquirió la obra y sus secuelas…

Crepúsculo
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