Los mejores libros de Laetitia Colombani

¿Sabes cuando decides «esta va a ser mi canción favorita»? Pues algo así ocurre cuando acabas un libro de Laetitia Colombani. Después pasa el tiempo y nuevos libros te encandilan, como nuevas canciones se vuelven bandas sonoras de la vida. Pero la cuestión es cómo una lectura o una audición te ganó en ese instante atesorado en la memoria.

Quizá sea una suerte de traslación a la literatura de la actividad cinematográfica de esta autora. La cuestión es que sus novelas se mueven como escenas visualizadas meticulosamente, no guionizadas sino estampadas en un mosaico todo-dimensional que nos introduce hacia una noción compleja del existir con cada dolor, con cada pulsión o pasión, con cada flaqueza o cada esperanza que irrumpen a cada nuevo día.

Y claro cuando algo irrumpe con esa frescura inusitada, con la originalidad de saber dotar al realismo de las necesarias alas hacia la ilusión y la esperanza, los devotos lectores van multiplicándose en progresión imparable.

Mejores novelas de Laetitia Colombani

El vuelo de la cometa

Hay imágenes por excelencia que conforman un imaginario común. La cometa que dirige su vuelo imprevisible entre corrientes de aire a pie de playa. Como el devenir mismo de la vida que parece conducirnos por un hilo firme pero a la vez sometido a vaivenes, rachas, giros inesperados. En esta ocasión la imagen toma la forma de una niña que encuentra en el vuelo de su cometa su único momento de infancia, su entrega a un tiempo robado….

Tras el drama que ha dinamitado su existencia, Léna decide dejarlo todo y emprende un viaje al golfo de Bengala. Perseguida por los fantasmas del pasado, no encuentra un poco de paz hasta que, al amanecer, se acerca a nadar a las aguas del Índico, donde una niña juega con una cometa todas las mañanas.

Un día, a punto de ahogarse arrastrada por la corriente, Léna sobrevive milagrosamente gracias al aviso de la pequeña y la intervención de la Red Brigade, un grupo femenino de autodefensa que se entrenaba en las inmediaciones. Agradecida, se pone en contacto con la niña y descubre que trabaja sin descanso en un restaurante. Nunca ha ido a la escuela y se ha encerrado en un mutismo absoluto. ¿Qué esconde su silencio? ¿Cuál es su historia?

La trenza

Resultaba envidiable ver cómo una madre o una amiga se enfrascaba en la tarea de urdir una trenza con la melena de la chica de turno. Un ejercicio que quien escribe observaba con ese gusto extraño de las cosas tan hermosas como consabidamente perecederas.

Era algo muy femenino y como tribal. Mientras la trenza cobraba vida las mujeres hablaban sobre sus cosas, como prolongando el tacto hacia otros vínculos de la comunicación. El cabello como un puerto de conexión por donde se mueve información inaccesible para el resto.

Esta trenza se une por medio de vidas muy diferentes de mujeres de aquí y de allá, de todo el planeta Tierra. La conexión nace de la analogía de lo femenino frente a la adversidad materializada en cualquier contexto.

INDIA. En Badlapur, la intocable Smita sobrevive recogiendo los excrementos de una casta superior. Resignada a su condición, está decidida en cambio a que su hija no siga sus pasos: la pequeña irá a la escuela y su vida será digna y provechosa, aunque para ello Smita tenga que desafiar las normas establecidas.

ITALIA. A Giulia le encanta trabajar en el taller familiar, el último de Palermo que confecciona pelucas con pelo auténtico. Hubiera podido ir a la universidad, pero dejó el instituto con dieciséis años para iniciarse en los secretos de este oficio. Cuando su padre sufre un accidente y Giulia descubre que el negocio está al borde de la quiebra, afronta la adversidad con valentía y determinación.

CANADÁ. Sarah es una abogada de éxito en Montreal que lo ha sacrificado todo por su carrera: dos matrimonios fallidos y tres hijos a los que no ha visto crecer. Un día, tras caer desmayada en el transcurso de un juicio, Sarah comprende que su vida ha dado un vuelco y que deberá escoger lo que de verdad le importa.

Smita, Giulia y Sarah no se conocen, pero tienen en común el empuje y el tesón de las mujeres que rechazan lo que el destino les ha reservado y se rebelan contra las circunstancias que las oprimen. Como hilos invisibles, sus caminos se entrelazan, formando una trenza que simboliza la voluntad inquebrantable de vivir con esperanza e ilusión.

La trenza

Las vencedoras

Toda batalla supone mil formas de victoria, desde la más pírrica hasta la más gloriosa. Y no tiene porque corresponderse con el mayor reconocimineto general o la más notoria trascendencia a priori.

Al final trasciende lo humano y sirve a la causa de la evolución el detalle y lo aparentemente anecdótico. Las gestas quedan archivadas si no arden en algún nuevo momento histórico. Las victorias más relevantes son las que se pueden rescatar desde la memoria, desde el ejemplo pequeño y el aprendizaje que se va haciendo grande. Un himno a la solidaridad y a la esperanza donde Colombani da voz a las vencedoras anónimas de la historia.

A los cuarenta años, Solène lo ha sacrificado todo por su carrera como abogada: sus sueños, sus amigos y sus amores, hasta que un día se derrumba y se sume en una profunda depresión. Para ayudarla a recuperarse, su médico le aconseja que haga tareas de voluntariado. Poco convencida, Solène encuentra por internet un anuncio que despierta su curiosidad y decide interesarse por él.

Enviada a un hogar para mujeres con grave riesgo de exclusión social, tiene problemas para relacionarse con las residentes, que se muestran distantes y esquivas; pero poco a poco irá ganando su confianza y descubrirá hasta qué punto desea estar tan viva como ellas.

Un siglo antes, Blanche Peyron libra un combate. Comandante del Ejército de Salvación en Francia, abriga el sueño de ofrecer un techo a todas las excluidas de la sociedad. Conese fin, en 1925 comienza a recaudar los fondos necesarios para comprar un hotel monumental, y un año después el Palacio de la Mujer abre sus puertas.

El Palacio de la Mujer existe y Las vencedoras nos invita a entrar en él para descubrir la dura realidad de sus habitantes. Con el mismo estilo de La trenza, Laetitia Colombani borda un emotivo canto a la fuerza de las mujeres que nos habla de pérdidas y sufrimientos, de bondad y fraternidad, que nos seduce por su empatía y nos acerca vívidamente a la trágica existencia de esas personas invisibles para la sociedad.

Las vencedoras
5/5 - (13 votos)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.