En su condición de autor bestseller total, Antonio Garrido aporta un equilibrio perfecto entre ficción histórica y misterio. En su caso se trata de una especie de fascinante truco que lo aborda todo, desde el estilo, hasta el ritmo, el argumento y los giros como ese efecto final del narrador hecho prestidigitador de las letras.
Dicho de otra manera: Antonio Garrido sabe encontrar ese escenario histórico sumamente interesante que se le escapa a muchos otros autores. O tal vez la gracia resida en dar otra vuelta a los hechos para encontrar el tesoro desde el que plantear la aventura.
Es cuestión de dar con esa intrahistoria que cualquier lector deseoso de transformar lo histórico en legendario acaba disfrutando y difundiendo. Hasta llegar a esa condición, alcanzada por este autor, de autor más vendido en Estados Unidos en cualquier clasificación, durante varias semanas.
La pléyade de escritores que de una forma u otra abordan lo histórico como fundamento o como mero escenario, elevan nuestra literatura hasta grandes cotas de calidad. Me refiero a ese gran ámbito de creación que va desde Santiago Posteguillo hasta Javier Sierra por citar a dos de gran repercusión, con un Antonio Garrido que se ubicaría en un término medio, allá donde suele ubicarse la virtud.
La bibliografía de Antonio Garrido aún no es muy extensa, así que, como siempre dentro de la subjetividad de este blog, vamos allá con lo mejor de este escritor andaluz:
Top 3 novelas recomendadas de Antonio Garrido
El lector de cadáveres
Cuando estamos de visita en algún monumento, siempre nos quedamos con el brillo de lo anecdótico, con esa leyenda que acompasa la rutina de otros días en un monasterio, castillo, palacio o antigua urbe. Añadámosle el toque de lo exótico de otras culturas, sirvámoslo en caliente como un thriller.
La novela que transformó a Antonio Garrido en ese autor bestseller que acababa de dar con la tecla para una historia de trascendencia literaria mundial.
Nos trasladamos hasta días remotos de China. Y sin embargo nos encontramos con un prístino CSI que trataba de aplicar la ciencia al descubrimiento del crimen. Song Ci fue una especie de médico forense cuyo método sorprendente y su capacidad de deducción lo erigieron en un personaje muy relevante para el viejo imperio chino.
Desde su sapiencia y su metodología hasta el centro del huracán de las conspiraciones por el poder. Temido precisamente por los conspiradores que acechaban al emperador, también Song Ci verá amenazada su vida si no se anda con pies de plomo. Un Sherlock Holmes recuperado desde muchos siglos atrás. Una sombra de certidumbre por la información real sobre el personaje llegada hasta hoy.
Un acierto en el ritmo, en la ambientación de una China que brillaba entre el oscurantismo medieval de Europa, y en el brillante papel de un protagonista que nos conduce hacia giros fascinantes.
La escriba
Seguimos inmersos en los oscuros días previos al mundo moderno, esa civilización medieval extendida durante siglos en Europa, en espera del chispazo de los avances y los descubrimientos.
Bajo el signo de la expansión del cristianismo, enfrentado a muchas otras culturas herederas de muy dispares creencias, encontramos a toda una organización que ya hacía acopio de información privilegiada, con su consideración de regidores morales. Así se entiende que todo manuscrito, que toda tarea de redacción como crónica histórica o transcripción se centralizara en una cristiandad de la que el gran emperador franco Carlomagno ya participada como fiel encomendado.
Bajo estos parámetros históricos, profundizamos en la profesión del escribano, con una figura femenina que cobra protagonismo total. Ella es Theresa, hija de Gorgias, avezada aprendiz del oficio de su padre. Por la dedicación de su padre a un manuscrito de gran relevancia, Theresa se ve amenazada y emprende una trepidante fuga hacia su salvación.
Después ya le tocará indagar sobre lo que está pasando y atar los cabos de un devenir histórico que puede cambiarlo todo. El equilibrio entre la trascendencia de un conocimiento que entronca con la difusión de la cristiandad y el particular caso de la liberación de su padre, componen un entramado que hace avanzar la trama en cada capítulo de manera trepidante.
El último paraíso
El crack del 29 puso los pies en la tierra a muchos estadounidenses que veían en su floreciente sistema económico una prosperidad sin límites. Mientras todo iba bien, los estadounidenses miraban bajo sus pies para descubrir al «enemigo». En las antípodas del sueño americano se encontraba el imaginario de un comunismo centralista.
Pero, paradójicamente, para el protagonista de esta novela con visos de narración vital muy cierta, aquel otro mundo privatizador de ambiciones parece de repente la única opción. Porque tras sus días de vino y rosas, de prosperidad económica y disfrute vital desde lo material, acaba ocultando los demonios del despertar, las traiciones y hasta el crimen.
En el espejo de una realidad ocurrida para muchos estadounidenses que decidieron emigrar a Rusia escapando de la más cruda miseria, el autor ha sabido encontrar uno de los más grandes reflejos de ese cambio que evoca los contrastes y conflictos del mundo de un siglo XX que, entre crisis y guerras, se hace dificil pensar cómo se sobrevivió a sí mismo.
