A medio camino entre la emergente literatura latinomericana y las corrientes surrealistas del ya asentado siglo XX, Alejo Carpentier tendió puentes entre Europa y sudamérica.
Su espíritu abierto posibilitó ese rico mestizaje de culturas y tendencias que siempre aproximan al creador hacia el virtuosismo. Un virtuosismo que, durante aquellos años en latinomérica, profesaban Cortazar y el propio Carpentier.
El imaginario de Alejo Carpentier podía albergarlo todo. Las influencias mágicas de ese surrealismo capaz de descomponer la realidad para replantearla como un nuevo puzzle, posibilitó que su propuesta narrativa transitara desde los hechos reales hasta su transmutación más profunda.
La fantasía convertida en la síntesis de todo lo real, las imágenes y metáforas capaces de presentarnos lo que nos iguala a todos como humanos, lo que apareja a cualquier sociedad de aquí y de allá. El extrañamiento como la posibilidad para reaprender el mundo desde el desarraigo espiritual y material.
3 novelas esenciales de Alejo Carpentier
El reino de este mundo
Haití representa la liberación del pueblo sudamericano. Sus primeras revueltas abrieron el camino hacia el descubrimiento de cada patria de sudamérica como algo libre de las irrefrenables acciones colonizadoras. Dicho así, para los profanos en la historia de Haití puede parecer un argumento poco apetecible. Lo curioso es cómo lo cuenta Carpentier…
Resumen: Novela calificada por Mario Vargas Llosa como «una de las más acabadas que haya podido producir la lengua española», El reino de este mundo (1949) recrea de forma incomparable los acontecimientos que, a caballo entre los siglos XVIII y XIX, precedieron siguieron a la independencia haitiana.
Estimulado por la prodigiosa historia original y valiéndose de un magistral dominio de los recursos narrativos, Alejo Carpentier (1904-1980) embarca al lector, merced al poder de su palabra, en un mundo exuberante, desaforado y legendario en el que brillan con luz propia el «licántropo» Mackandal, en quien se conjugan la rebelión popular y lo poderes sobrenaturales, y el dictador Henri Christophe, quien alumbró en su palacio de Sans-Souci y la ciudadela de La Ferrièrre arquitecturas dignas de Piranesi.
Los pasos perdidos
¿De dónde venimos y adónde vamos? Las preguntas más profundas de la humanidad no encuentran respuestas absolutamente ciertas en la ciencia. Y ahí donde la ciencia ofrece resquicios de duda, la literatura debe entrar con autoridad y autosuficiencia.
Resumen: Pieza magistral de la narrativa latinoamericana y perfecta ilustración del concepto de «lo real maravilloso», publicada en 1953, inauguró el periodo de plenitud creadora de la obra de Alejo Carpentier.
Inspirado en experiencias personal vividas por el autor en el interior de Venezuela, el viaje del anónimo protagonista de la novela que le lleva a remontar el Orinoco hasta el interior de la selva en busca de un primitivo instrumento musical se revela asimismo como un retroceso en el tiempo, a través de las etapas históricas más significativas de América, hasta los mismos orígenes, hasta la época de las primeras formas y de la invención del lenguaje.
El arpa y la sombra
Lo tribal es algo que todavía perdura como un eco en toda sudamérica. El encuentro con Europa supuso un mestizaje imposible entre aquellos que todavía sobrevivían entregados a sus mitos y creencias y los que se creían más allá de sus propias referencias ancestrales. El papel de Cristobal Colón se comprende fundamental. El encuentro entre dos mundos pudo haber sido otra cosa…
Resumen: En 1937, al realizar una adaptación radiofónica de “El libro de Cristóbal Colón” de Claudel para la emisora Radio Luxemburgo, me sentí irritado por el empeño hagiográfico de un texto que atribuía sobrehumanas virtudes al Descubridor de América.
Más tarde me topé con un increíble libro de Léon Bloy, donde el gran escritor católico solicitaba nada menos que la canonización de quien comparaba, llanamente, con Moisés y San Pedro. Lo cierto es que dos pontífices del siglo pasado, Pío Nono y León XIII, respaldados por 850 obispos, propusieron por tres veces la beatificación de Cristóbal Colón a la Sacra Congregación de Ritos; pero ésta, después de un detenido examen del caso, rechazó rotundamente la postulación.
Este pequeño libro sólo debe verse como una variación (en el sentido musical del término) sobre un gran tema que sigue siendo, por lo demás, misteriosísimo tema… Y diga el autor, escudándose con Aristóteles, que no es oficio del poeta (o digamos: del novelista) “el contar las cosas como sucedieron, sino como debieron o pudieron haber sucedido».