Disparada hacia el éxito con su ópera prima, Alaitz Leceaga apunta a autora de referencia del panorama literario europeo. Y el truco, como en otras ocasiones, reside en la impronta narrativa, en ese hecho diferencial para saber narrar grandes historias (también por su volumen), que acompañan durante dÃas a lectores encantados de retomar cada rato libre las aventuras y desventuras de intensos personajes y apasionantes sucesos.
Pero, volviendo a eso de la impronta, para llegar a escribir historias extensas y mantener el brÃo, hace falta un equilibrio difÃcil entre la pausa y la tensión, entre la ambientación y la acción. Alaitz Leceaga se ha manifestado como una virtuosa de esa compensación también prorrogada entre fondo y forma.
Lo que es lo mismo, la paciencia de la escritora sobre una acción que busca precipitarse y acaba contenida para gloria del relato hecho vida, una vida extendida hacia todos los detalles.
Las novelas extensas facilitan una suerte de combinación de géneros para el escritor que se atreva al mestizaje. Cuando el misterio, el suspense, lo enigmático, se proyecta como un leitmotiv latente en todo momento, su conjugación con aspectos más costumbristas, o mágicos, o hasta románticos hace ese todo perfecto. Por ahà se mueve una Alaitz Leceaga que apunta muy alto.
Mejores novelas de Alaitz Leceaga
Hasta donde termina el mar
Aún hoy el mar tiene ese punto mÃtico de lo insondable, de confusa infinitud contrariada por un sentido de la vista que sà parece avistar la lÃnea donde el mar se cierra. De la dicotomÃa entre lo inabarcable y el horizonte a conquistar por la vista nacieron aventuras marinas, pero también tragedias y odiseas. En las costas siempre quedan quienes esperan o quienes reciben bien los mensajes esperanzadores o, por el contrario, restos de cualquier naufragio, por siniestro que sea.
1901. En el idÃlico pueblo vasco de Ea, Dylan y Ulises Morgan contemplan en el horizonte cómo se hunde el Annabelle, el vapor de su abuelo, tras la terrible tempestad de la noche anterior. Después, el cuerpo de una joven aparece flotando en la orilla. Extrañamente, es idéntica a otra muchacha desaparecida muchos años atrás, Cora Amara, la hija menor de la dueña de la funeraria del pueblo.
Cora no es la única joven a la que nunca más se volvió a ver: varias mujeres de los pequeños pueblos de alrededor llevan años perdidas. Nunca han encontrado los cuerpos, pero la marea arrastra a la costa una corona de lirios blancos cada vez que sucede.
Hasta donde termina el mar es una apasionante intriga sobre secretos familiares, venganza y el poder redentor del amor, ambientada en los dramáticos paisajes de la costa de Vizcaya, tierra de leyendas en la que aún se oye hablar de sirenas.
El bosque sabe tu nombre
El siglo XX es ya una especie de pasado consolidado en toda su extensión. Con esa melancólica sensación de un plazo vital vencido, este siglo se convierte en ese lugar donde encontrar historias de todo tipo. Y quienes ocupamos ese tiempo, en mayor o menor medida, descubrimos que sÃ, que parte de nosotros pertenece a ese escenario sin retorno.
Y gracias a esa idea brumosa de un pasado no tan lejano, plagado de vivencias o de relatos, de leyendas o de intrahistorias, de enigmas y misterios, la autora Alaitz Leceaga ha sabido componer una novela que se impregna de todas esas sensaciones que nos abordan con intensidad. En una esplendorosa casa, sobre la agreste y escarpada costa cantábrica, viven Estrella y Alma, dos jóvenes mujeres que tarde o temprano tendrán que hacerse cargo del patrimonio familiar, la explotación de una mina sobre la que su familia solariega ha sabido levantar un legado con el que prosperar toda la familia.
Sin embargo, la fatalidad aparece pronto en la historia como esa especie de compensación casi mÃstica que suele buscar entre la felicidad de un linaje su recaudación, una enigmática compensación convertida en un estigma familiar. Desde la amable infancia de Estrella y Alma vamos profundizando en secretos de esta saga familiar. Conforme el tiempo pasa y la situación varÃa completamente, descubriremos contrariedades que la protagonista deberá afrontar para mantener el legado familiar. Una novela que va planteando diferentes escenarios.
Entre el realismo de las circunstancias históricas, duras sobre todo para una mujer decidida a salir adelante, y un toque esotérico que entronca con lo telúrico, con la energÃa del bosque cercano. Entre la oscuridad de los árboles, allá donde todo es oscuridad y frÃa humedad, los secretos azotan a ráfagas, como las cercanas olas lo hacen contra las rocas. Y seremos nosotros como lectores quienes descubramos qué alberga ese espacio sombrÃo que siempre cobijó las vidas de la familia Zuloaga.
Las hijas de la tierra
Para un riojano de adopción como yo, descubrir que el gran descubrimiento literario del año se fije en La Rioja para centrar su nueva trama, siempre es un gran incentivo. Lo de las bodegas y sus caldos es algo que marida bien con una trama en torno a la pesadez de la tierra como arraigo familiar, entre costumbres, legados, ausencias y normas estrictas de familia de abolengo.
Porque claro, nos ubicamos en 1889, un tiempo en el que el significado de familia se extendÃa a posesiones y negocios. Y también un tiempo en el que el imaginario popular construÃa leyendas negras que entroncaban con supuestas maldiciones o bendiciones atávicas.
La finca de Las Urracas padece una de esas extrañas maldiciones, aunque la peor de todas parece ser la ausencia del patriarca que se encargara de mantenerlas hasta hacÃa poco.
Gloria capitaliza la herencia de su padre sobre sus hermanas, al menos en cuanto a la voluntad por intentar sacar la familia adelante en un ambiente que apunta a la miseria desde la decadencia. Pero precisamente gracias a ese decadente espacio entre la finca y la mansión pronto se nos presentan invitaciones a grandes secretos capaces de transformar la realidad que se nos presenta.
Misterios que quizás sea preciso ventilar desde cada habitación de la gran casa, antes de que la oscuridad acabe corroyéndolo todo. Ardua tarea la que se le presenta a Gloria, empeñada en enfrentarse a todo, a los fantasmas posibles y a los otros propietarios de fincas y bodegas que la miran con esa sensación de intrusión de lo femenino cuando decidÃa en aquellos dÃas tomar cartas en el asunto.
Maldiciones ancestrales las de aquellos dÃas que acaban siendo profecÃas autocumplidas. De no ser que la voluntad, y el deseo por escapar de lo maldito, arrase con toda la niebla del pasado y los prejuicios.
very coo,
Boa tarde
Apenas há um livro da autora em português? «As filhas da floresta»?
Todo llegará, amiga, todo llegará.
Hasta donde termina el mar ¡¡ preciosa enhorabuena por el libro¡¡
Gracias por comentar, Jaione!
Me ha encantado leer las hijas de la tierra es la primera vez que leo escrito por ella me ha encantado su lectura gracias por escribir asà me ha enganchado de princio a fin estoy deseando leer su otra novela el bosque sabe tu nombre mil gracias por escribir asà un saludo
Muchas gracias por tu aportación!!
Saludos.