Los 3 mejores libros de Steve Cavanagh

Steve Cavanagh empieza a ser alternativa al mismísimo John Banville en suspense made in Irlanda. La traducción al español no es que haya sido la más inmediata pero los títulos empiezan a llegar. Y la acogida general de sus tramas, rollo thriller judicial, ha resultado una auténtica sacudida. No hay amante del noir, pero con ese deje melancólico de quien aún busca puntos de deducción entre lo policial y lo judicial, que no sucumba a la serie de Eddie Flynn.

Porque con el abogado Flynn uno nunca se aburre. En parte por la sabia caracterización mutable en multitud de pliegues que acaban punzando como sorprendentes aristas y como contrapeso necesario todo pivotando en torno a tramas jugosas, bien trabajadas y perfectamente mantenidas en el suspense más medido del alquimista de las letras que es ya Cavanagh.

Como digo, por un lado Cavanagh consigue que las contradicciones de sus personajes no chirríen. Porque esas sensaciones irregulares de los personajes son hasta necesarias sin acabar cayendo en la falta de verosimilitud. Un equilibrio diabólico en el que este autor se mueve como veterano trapecista del negro sobre su fondo blanco. Pero de nada servirían unos personajes logrados movidos en el desierto. La exuberancia de los entramados con tintes políticos, sociológicos y claro que policíacos termina por cerrar historias redondas.

Top novelas recomendadas de Steve Cavanagh

13. El asesino no está en el banquillo de los acusados, está entre el jurado

Suena a sacrilegio para un escritor apuntar a la posible resolución de su historia ya desde el título. Pero como en tantos otros ámbitos, solo el atrevimiento acaba rompiendo con dogmas y tendencias. Si Steve quería anticiparnos eso ya de partida pues ni tan mal. Ya sabremos hacia donde mirar cuando ninguno de los personajes de la historia lo sepan… Y eso ya tiene un punto morboso de lector omnisciente jugando al suspense con otros semejantes.

Pero es que además el asunto supone un cambio de foco tan grotesco… Que el asesino pueda estar contemplando como la justicia se dispara en el pie, como el acusado implora misericordia ante una condena que se aproxima con la extraña certidumbre de unas pistas que lo ubican en el centro del huracán… Tensión máxima asegurada porque un maléfico plan se va cerniendo sobre nosotros. Kane no se anda con chiquitas y su horizonte más próximo se avista como uno de los más ingeniosos delirios del crimen reciente.

El asesinato no fue la parte más complicada. Fue tan solo el inicio del juego. Joshua Kane se ha estado preparando toda su vida para este momento. Él ya lo había hecho anteriormente. Pero esta vez será la más importante.

Este es el juicio por asesinato del siglo, y Kane ha asesinado para obtener el mejor asiento en la sala. Pero hay alguien a su acecho, alguien que sospecha que el asesino no es el acusado. Kane sabe que el tiempo se agota y lo único que quiere es el veredicto de la condena antes de ser descubierto.

13. El asesino no está en el banquillo de los acusados, está entre el jurado

Cincuenta Cincuenta

El reto está servido. Nos ubicamos frente a la representación del crimen. Ante una de esas escenas a las que llega el investigador de turno tratando de poner todo en orden. Solo que en esta ocasión la recreación del asesinato aún humea explicado por la psicópata más vil, que puede ser cualquiera de las dos… niñas para ser más exactos.

El suspense legal adquiere en esta trama esa sensación de que se están atravesando todas las líneas rojas y todos los límites morales. Ya no es solo cuestión de justicia, es ética, humanidad… Pero no estamos ante este libro para enjuiciar y nadie sino para saber primero quién. Entre trampantojos y autoengaños a los que el autor nos induce de alguna manera, vamos atando y desatando cabos, buscando como yonkis desesperados alguna pista.

Y después el asunto no está terminado. Porque tampoco la Justicia debe ser negra o blanca. El mito del Rey Salomón sentando cátedra en lo que a justicia sumaria se refiere es una milonga al lado de lo que se cuece aquí. O quizás sí. De ahí lo del título apuntando al 50% de posibilidades en Cristiano.

«911 ¿cuál es su emergencia?» «Mi papá está muerto. Mi hermana Sofía lo mató. Ella todavía está en la casa. Por favor envíe ayuda.» “Mi papá está muerto. Mi hermana Alexandra lo mató. Ella todavía está en la casa. Por favor envíe ayuda.”

Una de ellas es una mentirosa y una asesina. ¿Pero cuál?

Cincuenta Cincuenta

El abogado del diablo

Tercera parte de la serie Eddie Flynn. Una propuesta que, conocida la querencia de Cavanagah por el desconcierto, lo es un poco menos. Pero claro, las virtudes de Eddie siempre acaban descollando de la media desde su acertada excentricidad. Y ahí de nuevo nos tiene ganados…

El ex-timador convertido en abogado defensor tiene solo siete días para salvar a un hombre inocente del corredor de la muerte. Al poderoso fiscal del distrito Randal Korn se le conoce como el Rey del Corredor de la Muerte porque es el fiscal que más personas ha condenado a la pena capital en toda la historia de los Estados Unidos de América.

Cuando Skylar Edwards aparece muerta en Buckstone, Alabama, la policía arresta a la última persona que la vio con vida, Andy Dubois, el joven universitario con el que Skylar trabajaba en un bar. La ciudad hierve de rabia, parece que a nadie le importa que Andy sea inocente y hay pocas esperanzas de que pueda tener un juicio justo. Además, el abogado de oficio que se le ha asignado ha desaparecido.

Eddie Flynn, el brillante abogado de Nueva York con un oscuro pasado de timador, viaja al sur para hacerse cargo de la defensa de Andy, desmontar la acusación del fiscal y salvar al joven de la silla eléctrica. Pero Eddie solo siete días para encontrar al verdadero asesino. En una semana el juez leerá el veredicto, ¿estará Eddie vivo para escucharlo?

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