Los 3 mejores libros de Jenny Erpenbeck

La prosa de Jenny Erpenbeck es una herramienta punzante con la que arar espacios baldíos de la conciencia o del alma. La indiferencia desde la planicie argumental no tiene cabida en una obra no siempre fácil de transitar. Pero la literatura no tiene que ser amable, como reflejo de cualquier mundo que se pretenda representar.

Así es como nos lanzamos a la lectura, sabiendo que afrontamos un acto de transformación, de aprendizaje, de empatía. Jenny se encarga precisamente de eso como perfecta anfitriona de sus historias entre grandes espacios abiertos o angostas ciudades. Casi siempre con Alemania hecha sinécdoque de Europa. Desde su simple ubicación física en el corazón del continente, hasta su devenir histórico entre derrumbes de todo tipo y renacimientos forzosos. El orgullo de Thomas Mann.

Las intrahistorias más jugosas y fascinantes. De amores prohibidos por la guerra, por la moral, por las imposiciones, por lo que sea. La existencia como un enfrentamiento ante imposiciones, predestinación o lo que sea que obstinadamente se empeña en llevar la contraria a los personajes riquísimos de la Erpenbeck.

Top 3 novelas recomendadas de Jenny Erpenbeck

Yo voy, tú vas, él va

La cuestión es el devenir. El fundamento es migrar, que es lo que toca desde la trashumancia más remota hasta los movimientos migratorios del mundo actual. En busca del simple cauce de un río, del oro, del maná o de la supervivencia. El ser humano busca su suerte. Antaño sin fronteras, ahora con todas ellas, las oficiales, las morales y las culturales.

A Richard, profesor universitario alemán con una exitosa carrera profesional a sus espaldas, le ha llegado el momento de la jubilación. Desde el escritorio de su casa, mientras contempla el lago tras la ventana, se pregunta cómo llenar todo el tiempo libre del que dispondrá. Se entera entonces de la existencia de un campamento de refugiados en Berlín y decide echar una mano.

Allí escuchará historias desgarradoras y esperanzadas de jóvenes llegados desde países lejanos, que vienen huyendo de la guerra y la miseria. Pero la comunicación no siempre es fácil, y en más de una ocasión se producen malentendidos o directamente choques culturales, mientras las autoridades se limitan a aplicar la ley con fría determinación.

Esta es una novela que aborda sin maniqueísmos, sensiblería o tópicos fáciles una tragedia candente de la Europa actual. Pero no es solo eso: es también el potente retrato de un grupo de seres humanos, cada uno con sus cuitas, en cuyo centro se sitúa el recién jubilado Richard. Y a través de su peripecia personal emergen en el libro otros temas de calado: cómo afrontar la vejez, la soledad y las heridas abiertas del pasado –la desaparición de la mujer con la que compartió su vida, fallecida hace años–, pero también cómo convivir con el deseo que pervive, y que le despierta una etíope mucho más joven que enseña alemán a los refugiados y los rudimentos de las formas verbales: Yo voy, tú vas, él va…

Una novela deslumbrante forjada con la suma de muchas pequeñas historias personales que se entrecruzan y dan forma al gran drama del presente. Un libro que nos muestra la vergüenza de la crisis de los refugiados y la necesidad de entender a los otros por encima de las diferencias culturales.

Yo voy, tú vas, él va

Kairós

Dicen que parte de la esencia del arte es que no te deje indiferente. En la literatura debería ocurrir lo propio. No puedes cerrar un libro y ponerte a freír unas croquetas sin un mínimo de zozobra. Y así es como se valoran obras como esta por encima de otras fórmulas narrativas en busca del éxito fugaz.

Berlín Este, 1986. Un día de noviembre Katharina, de diecinueve años, conoce en un autobús a Hans, un escritor ya entrado en la cincuentena, casado y con un hijo adolescente. Inician una relación amorosa compleja y no necesariamente idílica. Mientras tanto, el bloque comunista empieza a tambalearse, y la RDA acabará colapsando, con la icónica imagen de la caída del Muro.

Se abre un tiempo de esperanzas, pero también de incertidumbres. Un tiempo de zozobra y desconcierto, que cada uno de los personajes vivirá de forma muy distinta por la diferencia de edad que los separa.

Huyendo de arquetipos y clichés, Jenny Erpenbeck construye una historia de amor llena de altibajos y no exenta de manipulaciones y toxicidad. Y al mismo tiempo traza una crónica repleta de aristas y matices sobre un momento crucial de paso, en el que una sociedad represiva pero también protectora se convierte en otra libre pero también agresivamente competitiva.

Una casa en Branderburgo

Los objetos hablan. Y las casas guardan secretos más allá de sus muros, como ecos que hacen de doble pared, conformando cuartas dimensiones. Y así parece que los momentos se repiten una y otra vez, desafiando cronologías oficiales y dimensiones propias de la existencia. De puertas hacia adentro el tiempo no rige, mandan las vivencias que componen un mosaico aparte, en algunas ocasiones armónico, en otros momentos representando el caos.

Un terreno y una casa junto a un lago en la región de Brandenburgo: un hogar doce veces ganado y doce veces perdido que refleja la historia de un siglo a través de un lugar. Tiempos del Kaiser, de la República de Weimar, el régimen nazi, la guerra y la posguerra, la República Democrática Alemana, la caída del Muro y el tiempo que sigue; todos estos acontecimientos tienen su eco en este lugar idílico a las afueras de Berlín.

Jenny Erpenbeck une la gran Historia a un pedazo de tierra para hablar de los deseos de los hombres por lo que permanece, de la nostalgia de un lugar de paz, de fronteras insuperables, de amor y de muerte. Una memoria literaria colectiva del siglo pasado encarnada en una literatura que perturba, deleita, hiere, desconcierta y reconcilia.

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