Los 3 mejores libros de Pablo Simonetti

Las historias de Pablo Simonetti son confesiones veladas de unos protagonistas que encuentran en nosotros un terapeuta. Solo que el lector acaba por reflejarse en la trama correspondiente desde una empatía ineludible que todo lo empapa en la obra de Simonetti.

Intimismo con esa brillantez de quien se arriesga a desnudar en sus personajes aspectos que acaban por abordarnos a todos. Placebo contra otra visión más frívola de la literatura. Compromiso con la literatura como cauce para la humanística. Y no es que en el intento por «dignificar» la novela este autor olvide la esencia de un entretenimiento inherente a este tipo de lecturas. Se trata más bien de complementar acción y reflexión. El equilibrio perfecto.

Introspección y análisis de la vida y lo vivido. Pero también desarrollos sugerentes en torno a esos planteamientos más trascendentes. La aventura es la vida o quizás sea la obra sobre las tablas con el toque de improvisación que a cada cual le toca en sus intervenciones ante su público.

Sorpresas cautivadoras conforme los protagonistas esenciales, en torno a los cuales suelen pivotar trama, acontecimientos y perspectivas del mundo según el momento que se afronta. Lo subjetivo como un rico mosaico donde el color pero también el aroma y hasta el tacto parece llegarnos desde el papel.

Top 3 novelas recomendadas de Pablo Simonetti

Desastres naturales

Hay diferencias entre algunos padres e hijos que suponen pendientes inaccesibles por las que parece despeñarse el amor, o, por el contrario, que resultan inalcanzables en su escalada. Lo peor es encontrarse en la zona intermedia, sin saber si subes o bajas, con el riesgo a despeñarte a cada momento, sufriendo las diferencias morales y generacionales.

Las mayores víctimas, a la postre, suelen ser los hijos. Y creo que ese es el caso de Marco. Llegado a su edad adulta, Marco es incapaz de reconciliarse con su pasado, con esa etapa en familia que añora hubiera transcurrido de otra manera. Solo un pequeño instante aflora como un brote de esperanza. Hubo un instante para la conexión entre él y su padre, durante un viaje, tan remoto en el recuerdo como tal vez trastocado por la memoria y por un tiempo que acabó castigando demasiado a Marco.

Pero Marco necesita recomponerse, reconstruirse con algún viso de éxito, de arraigo a lo que fue. Sentir culpa por una sexualidad acaba siendo un problema freudiano de consecuencias imprevisibles, y él quiere no sufrir más ese castigo, esa culpa interiorizada por la incomprensión de su padre.

Marco acaba desnudándose al lector, mostrando ese espacio donde el humano transita desde la niñez hasta la edad adulta, con todas las tensiones propias de la salida de la adolescencia, multiplicadas en su caso por el marcado descubrimiento de su esencia, una realidad sin encaje posible con el ideario familiar.

Marco querría haber pensado que alguna vez pudo abrazar a su padre pidiendo perdón. Y que su padre le hubiera asegurado que no había nada que perdonar. Pero jamás ocurrió así, y Marco terminó transitando entre su naciente sexualidad y sus traumas. Y el lector lo descubre todo, con la misma intensidad que si se pusiera bajo la piel del personaje.

En el escenario de un cambiante Chile, con el detalle de alguno de esos desastres naturales que anuncia el título del libro, descubrimos una sugerente metáfora entre mundos que se desmoronan por momentos, que sucumben a los terremotos que surgen desde dentro de la tierra y de las emociones.

Los hombres que no fui

Nunca se es lo que los demás esperan de uno. Pero peor es no ser lo que uno espera de sí mismo. Expectativas a uno y otro lado del espejo para hacer pender la existencia como una espada de Damocles suspendida mientras se mantenga firme la voluntad.

A través de una serie de encuentros con personas que fueron parte de su pasado, el narrador de Los hombres que no fui se enfrenta a su memoria, a sus decisiones y a las derivas que ha tomado su vida, dando paso al retrato de «un mundo de formas bellas, tiránicas e infructuosas, de reglas inculcadas que podían llegar a ser mortales».

Con una mirada esclarecedora, conjugando melancolía y liberación, Pablo Simonetti escribe sobre las vidas posibles que vamos abandonando con cada una de nuestras decisiones, sobre la pertenencia y la exclusión, con el trasfondo de un Santiago en llamas que le permitirá al protagonista dejar el pasado definitivamente atrás.

Madre que estás en los cielos

Probablemente la obra más personal de Pablo Simonetti. Seguramente porque fue esa primera incursión en sus letras de corte más intimista. Y cuando uno se embarca en un género donde cuenta sobre todo la personalísima visión del mundo de los personajes, casi siempre se empieza por uno mismo mutado en el protagonista de turno…

Con setenta y siete años a cuestas, Julia Bartolini decide pasar sus últimos días escribiendo sus memorias. Los recuerdos le brindan la fortaleza necesaria para enfrentar su enfermedad. Cree que así podrá recuperar la sensación de que tuvo una vida que valió la pena.

Marcada por la inmigración italiana al país iniciada a fines del siglo XIX y la rígida idea de familia impuesta por la Iglesia católica a lo largo del XX, Julia deshilvana los rencores fraguados en su infancia, para los que no tuvo solución en la adultez. Intenta descifrar la figura de un marido autoritario, pero devoto, y en especial la relación con dos de sus hijos, quienes desafiaron los códigos de conducta de su tiempo y sus esperanzas.

Sobre todo, quiere encontrar la explicación para haber fracasado en aquello que mayor importancia tenía para ella: formar una familia feliz.

Madre que estás en los cielos es el relato de los miedos y conflictos de una mujer que ya puede reflexionar sobre su vida sin engañarse, así como también un testimonio de redención frente a sus seres queridos. Esta obra, que consagró a Pablo Simonetti en el mundo literario chileno e internacional, se ha convertido en una de las novelas favoritas de los lectores.

Valorar post

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.