Los 3 mejores libros de Olga Merino

Va a ser que una corresponsalía es una búsqueda de historias que contar para narradores latentes. Casos como los de Mavi Doñate, Olga Merino o incluso el primer Pérez Reverte. Cualquiera de ellos, y muchos otros, se han encargado de hacernos llegar las crónicas de dispares lugares donde se sucedían noticias de primer orden.

Quizás paralelamente tomaban notas para historias que componer entre crónica y reportaje. O más a largo plazo, cuando el desempeño periodístico deja tiempo para escribir de esa otra forma, entre lo vivido y lo imaginado, que es ya la literatura.

Y es que nada mejor que viajar (olvidémonos del turismo y sus espejismos) para encontrar sin buscar, para alimentar la curiosidad a poco que uno no sea un etnocentrista recalcitrante incapaz de asumir diferencias. Porque en las novelas posteriores que puedan llegar el escenario puede variar completamente pero los personajes se pueden perfilar desde ese acercamiento a todo tipo de culturas e ideologías. Idiosincrasias de aquí y de allá.

Formas de ver el mundo, y de moverse en la vida, muy diferentes. Referencias todas como sustento para el privilegiado escritor que a poco que considere el primer patrón del personaje de turno, ya le ha hecho el traje…

En el caso de Olga Merino disfrutamos de un punto intimista, de ese existencialismo de lo cotidiano donde los protagonistas, sus acciones, sus meditaciones y sus diálogos despiertan fuerzas centrípetas. Así consigue que todo gire en torno a ellos, ya se trate de una trama con mayor suspense o vencida hacia lo dramático en un sentido entre lo teatral y lo absolutamente realista. La cuestión es que Olga Merino llega. Y eso es lo mejor a lo que puede aspirar un escritor.

Top 3 novelas recomendadas de Olga Merino

La forastera

Tras una juventud de excesos, Angie vive retirada -casi atrincherada- en una aldea recóndita del sur. Para los vecinos es la loca que se deja ver en compañía de sus perros. Su existencia transcurre en el viejo caserón familiar, en un cruce continuado de dos tiempos: el presente y el pasado. Tan solo tiene a sus fantasmas y el recuerdo del amor vivido con un artista inglés en el Londres olvidado de Margaret Thatcher.

El hallazgo del cuerpo ahorcado del terrateniente más poderoso de la comarca lleva a Angie a desenterrar viejos secretos familiares y a descubrir el hilo fatal de muerte, incomprensión y silencio que une a todos en la comarca. ¿Es el aislamiento? ¿Son los nogales, que secretan una sustancia venenosa? ¿O acaso la melancolía de los húngaros, que llegaron hace siglos con sus baúles y violines? Angie sabe que, cuando lo has perdido todo, no hay nada que puedan arrebatarte.

La forastera es un western contemporáneo en el territorio áspero de una España olvidada. Un relato estremecedor y emocionante sobre la libertad y la capacidad de resistencia del ser humano.

Cinco inviernos

La guerra fría nunca terminó del todo y, transformaciones mediante, recupera su tensión gélida de bloques nacionales de hielo en cuanto se despierta cualquier interés económico soterrado. Olga merino fue aquella reportera que nos ponía al día de la vida y obra de aquel enemigo de occidente que era Rusia aún disuelta su unión de repúblicas. O quizás precisamente por ello se presentaba más inquietante que nunca en alguna forma de inesperada venganza.

Eso o que realmente vimos todo desde este lado de la historia. Porque ciertamente los malos muy malos nunca lo son del todo ni los salvadores de patrias ajenas son filántropos por definición. En aquellas tesituras ideológicias se movería Olga durante los 5 años más allá del telón oxidado de acero.

En diciembre de 1992, poco después del derrumbe de la Unión Soviética (del que se han cumplido treinta años en 2021), Olga Merino preparaba las maletas para instalarse en Moscú como corresponsal. En la capital rusa Merino vivió cinco inviernos, en la vorágine de un cambio de época que marcó también un antes y un después en su vida personal.

Este diario íntimo de una joven que, inmersa en la cultura rusa, persigue el sueño de ser escritora, el prestigio profesional como periodista y el amor pleno y sublime queda anotado en el momento presente, poniendo en contraste de forma magistral la voz de hoy con la de aquella muchacha idealista.

Perros que ladran en el sótano

Tras la muerte de su padre, Anselmo recuerda una vida marcada por el desarraigo que transcurre entre el Marruecos del protectorado y la España franquista. Desde sus inicios en el sexo con un joven marroquí, el descubrimiento de la infidelidad y la convivencia con una hermana extraña, casi mágica, se suceden imágenes y hechos que alternan pasado y presente y muestran la fractura entre lo que los personajes habrían querido ser y lo que en verdad son.

Anselmo se enrola en una decadente troupe de variedades, metáfora de una España desnortada, y termina viviendo con su padre, un anciano con quien comparte la dolorosa sensación de pérdida. El trasfondo histórico, reflejado magistralmente por la autora, nos descubre un submundo al margen de la historia oficial, y el difícil aprendizaje de un hombre homosexual en una época oscura.

Valorar post

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.