Los 3 mejores libros de George Pelecanos

Una extraña simetría se produce de costa a costa de Estados Unidos en el género negro actual más genuino. Al oeste, con sus vistas al Pacífico, tenemos a James Ellroy. Mientras que del lado Atlántico encontramos a un George Pelecanos que, abundando en costas y resacas de género, recoge remotas inspiraciones mediterráneas de un Markaris con quien comparte arraigo griego y escenografía del noir que se mueve entrando y saliendo entre despachos y antros, o desde barrios en los que todas las salidas dirigen a la perdición.

Así que Pelecanos no puede defraudar a ningún lector en busca de aromas a ese gran policíaco como perdido en la noche de los tiempos. Un noir ubicado extrañamente entre thrillers y novelas negras cargadas en ocasiones hasta de postureo del criminal de turno. Vamos, que solo les falta tener instagram y subir las fotos de sus fechorías…

Sí, la autenticidad escasea por decisión propia de un patrullón de lectores en busca de satisfacciones fugaces por encima de flirteos entendidos ya como algo innecesario. Pero… ¿Qué sería del género negro como literatura si solo se tratara del recreo en el crimen y de la adicción al suspense? Gracias a tipos como Pelecanos aún podemos degustar un menú clásico con los que acabar satisfecho hasta el empacho si uno quiere. No será por condimentos con los que completar tramas con ese aroma agrio extendiéndose por cualquier ámbito social…

Entre la investigación y el descubrimiento del asesino como leitmotiv, o el acercamiento más mimético con el pellejo del homicida sin escrúpulos, puede haber un término medio donde encontrar buenas historias capaces de sintetizar lo mejor de cada planteamiento… Pelecanos es una buena solución.

Top 3 novelas recomendadas de George Pelecanos

El hombre que volvió a la ciudad

De alguna forma, para ciertas almas, la perdición es ese lugar donde uno fue feliz y al que nunca se debería volver. Pero se trata de eso, de almas y magnetismos entre lo telúrico y lo existencial. No hay bien que por mal no venga ni final que no se haya reescrito al albur de una bala perdida. La cuestión es que la danza de la perdición se inicia en esta sugerente novela con esa precisión que marca los pasos, pero sobre la que nunca se sabe cómo será el paso final que lo haga saltar todo por los aires…

Michael Hudson acaba de salir de la cárcel. Se ha librado de una condena larga gracias a Phil Ornazian, un detective que ha movido los hilos para que retiren la denuncia que pesaba sobre el chico. Decidido a reformarse, Michael quiere buscar un trabajo honrado y llevar una vida tranquila en Washington D. C. Pero Ornazian quiere que le devuelva el favor, y le presiona para que le ayude a dar un último golpe…

Sin retorno

Muchos de los personajes de Pelecanos tienen esa marca reconocible. La señal, el estigma, el tatuaje. Las circunstancias mandan y desde los puntos de inflexión más insospechados se ajustan relojes, existencias y potencialidades de insospechada trascendencia. Una gran novela sobre ese punto crítico de no retorno para lanzarnos a las dudas de lo irreversible de la vida, de la única oportunidad para todo que puede llegar en un solo segundo.

Una calurosa tarde del verano de 1972, tres adolescentes blancos -Alex Pappas y sus amigos Billy Cachoris y Pete Whitten- deciden conducir hacia un barrio marginal de Washington. La incursión supone que seis vidas se vean alteradas para siempre. A causa del enfrentamiento con tres chicos negros, Billy resulta muerto y Alex seriamente herido.

En 2007, Alex regenta la cafetería de su familia y llora la muerte de su hijo, caído en Irak. Entonces, uno de los hombres negros que sobrevivieron al incidente del 72 contacta con él, abriendo la puerta a la reconciliación. Pero a la vez, otro superviviente, el hombre que hirió a Alex, sale de prisión con intención de extorsionarlo.

El jardinero nocturno

Una de las novelas más aclamadas por la mayoría de lectores de Pelecanos. Así que no puedo dejar de recomendártela. Aunque para mí este en un lugar inferior a las antes citadas porque tiene ese puntillo a suspense por momentos que desvirtúa todo su potencial como la gran obra de asesino en serie que podría haber sido. Aun así, no se puede negar que Pelecanos hace magisterio de esa intriga policíaca 100%.

Cuando el cadáver de un adolescente aparece en un parque público de Washington, el detective Gus Ramone revive con intensidad una investigación en la que participó veinte años atrás. El asesino, a quien los medios dieron en llamar el Jardinero Nocturno, sembró de víctimas los parques de la ciudad y salió impune. El nuevo crimen reunirá a los tres hombres que participaron en aquel caso y les dará la oportunidad de cerrarlo. Tal vez ahora consigan atrapar al Jardinero Nocturno…

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