Los 3 mejores libros de Carlos Aurensanz

Desde Tudela nos llega uno de los más pujantes nuevos escritores de ficción histórica, Carlos Aurensanz. Generacionalmente entre autores como José Luis Corral y Luis Zueco con los que comparte denominación de origen entre Navarra y Aragón. Y entre estos y muchos otros fundiendo sus tramas en un crisol de la ficción histórica que recoge lo cronístico pero que también se recrea en las intrahistorias más necesarias para hacer de cualquier época un vívido fresco.

En el caso de Aurensanz nos encontramos una escenografía variable en interesante combinación de tiempos remotos con épocas bien recientes. La cuestión es buscar la mejor ambientación en este tipo de autores encantados de retrotraernos al pasado. Ya sea para darnos a conocer formas de vida y aconteceres de todo tipo o también asumiendo el encargo de dar vida a personajes que carguen de verosimilitud y trascendencia a esa suma de momentos transformadores de lo histórico o de lo humano.

Una invitación irrechazable de una pluma que pertrecha sus tramas con todo lo necesario para hacernos disfrutar del viaje. Novelas donde lo cronístico y lo humano empastan con una meticulosidad de orfebre al cargo de dar vida en todos sus detalles vistos desde el foco más próximo.

Top 3 novelas recomendadas de Carlos Aurensanz

El tejido de los días

Hay algo de nostalgia imposible en los tiempos vividos por nuestros padres. Por eso una lectura como esta supone una suerte de catarsis, como un relato materno contado como una insospechada confidencia. Una vez que nos adentramos en esta historia todo cobra otra dimensión desde la visión de una historia cercana, de unas vivencias al borde la supervivencia entre todo tipo de vicisitudes.

Zaragoza, 1950. La joven Julia llega a la ciudad sola y embarazada, fruto de una relación prohibida con un hombre que acaba de morir. Aunque conoce las dificultades que entraña ser una mujer en sus condiciones, el deseo de labrar un futuro digno para su hijo la lleva a montar un salón de alta costura, con la ayuda de Rosita, una joven modista.

Atraídas por su talento, las mujeres de las familias más adineradas de Zaragoza no tardarán en frecuentar el taller para admirar las modernas telas y los vestidos más glamurosos de la época. Será así como Julia conocerá a la familia Monforte y las vidas y los anhelos de quienes trabajan para ellos: el portero, las doncellas, el chofer, la institutriz y la cocinera que, en esos días, se convertirán en su familia.

Mientras Julia intenta esconder el pasado del hombre al que amó y construir un futuro para su hijo, un secreto inconfesable que se había estado oculto durante generaciones en la mansión de los Monforte saldrá a la luz y cambiará para siempre la vida de sus habitantes.

Carlos Aurensanz se consagra como uno de los narradores más talentosos de nuestro país en esta novela en la que, de igual manera que las hebras se entrecruzan en la urdimbre de las telas, la vida cotidiana de los personajes se entrelaza para dibujar el tapiz de una gran historia.

novela El tejido de los días

La puerta pintada

El recurso de las idas y venidas de un tiempo a otro otorga al lector una noción omnisciente de todo lo que ocurre en una trama y una privilegiada perspectiva sobre lo que puede llegar a ocurrir. Pero en ocasiones solo se trata de un guiño del autor para que sintamos esa sensación de estar a los mandos de la historia. Por eso este recurso puede ser un fascinante trampantojo. Porque las cosas no siempre son lo que parecen y el hecho de conocer hechos y consecuencias no tiene por qué apuntar al conocimiento de todo lo que ocurre entre esos instantes…

Año 1949. La aparición de un cadáver junto al río está a punto de trastornar la vida de los habitantes de Puente Real, una tranquila ciudad de provincias en la posguerra. Es solo el primero de una serie de extraños crímenes que van a cambiar para siempre la vida de don Manuel, el médico forense encargado de la investigación.

Año 1936. Ha estallado la Guerra Civil. A su pesar, la vida de Salvador, un impresor simpatizante de las izquierdas, y la de su esposa Teresa, maestra en una escuela de la República, se ven arrastradas inexorablemente hacia la tragedia y la muerte.

Los protagonistas de estos dos momentos tejen de forma magistral una historia que es en sí misma un thriller, pero también una novela costumbrista que retrata la cerrada sociedad de la posguerra, sin rehuir el drama descarnado de la Guerra Civil y la posterior represión.

Cuenta, además, con elementos propios de una novela gótica, como el escenario principal donde se desarrolla la trama, la catedral de Puente Real, la vivienda del campanero ubicada en su tejado y, sobre todo, su magnífica Puerta del Juicio, en la que se revelan, dramáticamente esculpidos en piedra, los castigos que esperan a los pecadores. En medio de todo ello, una improbable historia de amor acaba por abrirse paso para conducirnos al desenlace final.

novela La puerta pintada

El rey tahúr

Siendo uno de Ejea, que apenas dista 40 kilómetros de Tudela, esta historia en torno a la fundación de Tudela tiene un encanto especial. El asunto cobra una dimensión como de epopeya y génesis de las de Ken Follett. Porque al fin y al cabo se trata de eso, de descubrir aquí cerca o a miles de kilómetros, como el mundo empezaba a andar para multitud de lo que hoy son pueblos y ciudades…

Reino de Navarra. Año del Señor de 1188. Tudela, la villa que alberga la Corte, vive un momento de efervescencia décadas después de que Alfonso el Batallador arrebatara su dominio a los musulmanes. El fuero nuevo ha atraído a cientos de pobladores foráneos a un lugar donde todo está por hacer: la alcazaba se está transformando en castillo y sede real, el barrio de la morería crece extramuros, las iglesias se levantan por doquier, de la mano del Císter surgen monasterios y conventos y las poderosas órdenes de caballería financian su presencia en Tierra Santa con las encomiendas de las fértiles tierras del Ebro.

Las obras de la nueva colegiata avanzan y se hace preciso ocupar el solar de la antigua mezquita. Nicolás, un joven aprendiz de cantero de origen borgoñón, trabaja en su demolición cuando el pavimento parece ceder bajo sus pies. Regresa durante la noche para descubrir una cripta oculta bajo el antiguo mihrab y, en ella, al parecer olvidada, una arqueta musulmana con un ajado pergamino en su interior. Será el descubrimiento que marque no solo su propio destino, sino el de todo aquel que tenga conocimiento de su existencia, el del propio reino de Navarra y, a la postre, el de toda la Cristiandad.

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