La escritora madrileña Aroa Moreno Durán se prodiga en una suerte de intismo insertado en ficciones históricas. O al menos hacia ese híbrido apuntan sus primeras y memorables novelas que irrumpen después de haber publicado otros libros de no ficción o de poesía. Pero la encomienda narrativa no se circunscribe a sentimentalismos fáciles, por decirlo de alguna forma. Porque las épocas que habitan sus personajes vienen marcadas por circunstancias dolientes, por escenarios donde se descarga existencialismo como prodigiosos chaparrones inesperados.
Y es que la Historia, lo sucedido en cualquier tiempo pretérito se visualiza mejor desde intrahistorias como las que nos presentan autoras como Aroa. Asomarnos a sus historias es acompañar a unos personajes que lo dan todo con rabiosa verosimilitud ante adversidades que despiertan sensaciones de alienación, de extrañamiento incluso en los entornos más próximos.
Una naciente faceta novelística que parece compendiar el punto lírico de la poeta con la ardua tarea de la biógrafa. Sus afortunados personajes son capaces así de transmitir visiones que alcanzan lo descriptivo desde lo más hondo del alma.
Top 3 libros recomendados de Aroa Moreno Durán
La bajamar
Hay algo en la bajamar de los mares del norte de desconcertante belleza. Por un lado emergen a la vista acantilados marcados a perpetuidad por la bravura del oleaje, mientras que las playas se extienden en su victoria pírrica frente al reposo del océano. El conjunto de una marea baja cantábrica despierta esa noción de campo de batalla interminable entre tierra y agua. Idas y venidas imperecederas que marcan el devenir de los habitantes de aquellos lares.
Adirane regresa a la casa familiar de su pueblo junto a la ría, en el norte del País Vasco, con la frágil excusa de registrar la última memoria de infancia de su abuela Ruth durante la Guerra Civil. Ha dejado atrás a su marido y a su hija de cinco años, sin siquiera una explicación, para intentar encontrar un nuevo punto de partida desde su propio pasado. En la casa vive también Adriana, su madre, con quien no se habla desde hace años.
¿Qué significa criar o cuidar de alguien bajo tres contextos históricos y políticos muy dispares y en un territorio casi permanentemente tensado? En esta novela, madres e hijas de diferentes generaciones irán tejiendo, con el ritmo y la fuerza de las mareas, una genealogía zarandeada por secretos familiares y enfrentamientos que hasta ahora las han mantenido alejadas, viviendo vidas separadas por los muros de lo que nunca se dice.
La hija del comunista
Frente a la noción de que no hay país ni fronteras, la idea del terruño abandonado, del viaje sin vuelta del apátrida, del desarraigo desde las ideologías. Narrar desde el vacío puede acabar por aportar la sensación más intensamente lírica. El romanticismo en esencia es añorar los imposibles y pretender regresar a los lugares donde se fue feliz. Cuando todo eso es imposible.
Berlín, 1956. La tarde con más frío de todo el invierno, las manos de una niña se ensucian de carbón. Berlín, 1958. En esas mismas manos hay un secreto o un recuerdo, una insignia con tres letras grabadas: PCE. Berlín, 1961. La sangre de las sardinas ha quedado al otro lado porque un muro ha partido la ciudad en dos. Berlín, 1968. ¿Has pensado en lo que significa estar aquí para siempre? Berlín, 1971. Qué cosas se llevan en los viajes, cuando se huye, cuando no será posible un regreso.
La vida de Katia podría haber sido contada de muchas formas, pero la prosa de Aroa Moreno Durán, incisiva y brillante, nos la cuenta de este modo: devolviendo la belleza al peso de la Historia.
Frida Kahlo. Viva la vida
Solo se puede escribir biografías de personajes apasionantes. O al menos solo debería ser así. Frente a obras que expían y hasta ensalzan a personalidades de segunda, obras como esta para dar a conocer el padecimiento como poso creativo y como sublimación de lo trágico hacia el color y el esplendor.
En Frida Kahlo. Viva la vida, la periodista española Aroa Moreno Durán se acerca a una de las artistas mexicanas más conocidas del siglo XX. Esta es la historia de superación de una mujer valiente, adelantada a su época, que sufrió y vivió con intensidad y que, además, fue capaz de transformar su perpetuo dolor y su enfermedad en arte. La fuerza, así como el carácter de Frida Kahlo, son un ejemplo de lo que significa la lucha por la vida. Esto, unido a su obra, ha convertido a la artista mexicana en un icono para todo el mundo hispanohablante.