Los 3 mejores libros de Alfonso del Río

Un buen escritor de misterio con vocación de thrillers debe ser capaz de trasladar esa noción de verosimilitud sobre tanto componente extraño como nos rodea. Porque, por mucho que tengamos una supuesta respuesta eficiente y empírica para cada menester, lo que acaba ocurriendo no siempre depende de variantes controlables.

En el fondo cada persona es un misterio insondable, y propuestas literarias como las de Alfonso del Río nos acercan al enigmático espacio donde conviven pulsiones y alma, motores que nos gobiernan desde nuestras profundidades. Todo lo que viene después reescribe los hechos desde fascinantes intrahistorias capaces de aportar una visión nueva de cualquier época.

Con sus primeras novelas, Alfonso ya se mueve con soltura en eso de presentar los trampantojos y celosías de sus personajes para que nos dejemos llevar por apariencias para acabar transformando la realidad de lo narrado desde el giro más insospechado. Adornamos esa parte esencial de los protagonistas con escenografías entre el ayer y el hoy, con ese juego de flashbacks que firmaría el mismísimo Joel Dicker. Y acabamos disfrutando de novelas muy entretenidas.

Top 3 novelas recomendadas de Alfonso del Río

El lenguaje oculto de los libros

Me acuerdo de Ruiz Zafón. Me ocurre siempre que descubro una novela que apunta al aspecto esotérico de los libros, a lenguajes ocultos, a ese aroma a sabiduría acopiada en estanterías interminables, quizás en nuevos cementerios de libros…

Y está bien que así sea. El vasto imaginario del escritor catalán es lo que tiene… Pero en esta ocasión le toca a un Alfonso del Río que de nuevo toma como epicentro de sus misterios a un Bilbao hecho a su medida como la Barcelona de Ruiz Zafón.

Desde la capital vizcaína hasta diferentes escenarios europeos, alternando también tiempos dispares. Así es como se va tejiendo un sugerente misterio que nos lleva y nos trae embaucados como el truco de un buen prestidigitador.

Bilbao y Oxford, 1933. Gabriel de la Sota, escritor y profesor en la Universidad de Oxford, es el heredero de una de las mayores fortunas vizcaínas, propietaria de una gran empresa siderúrgica. Pero alguien tenebroso ha descubierto un oscuro secreto de su pasado y está dispuesto a todo para hundirlo. C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien, sus mejores amigos, lo acompañarán incondicionalmente para que pueda crear la mejor historia jamás escrita.

Londres, 1961. Mark Wallace, padre de una niña de diez años que tiene un don muy especial, es un reconocido abogado británico a punto de retirarse. Un día recibe la visita de la escritora Úrsula de la Sota, quien le encarga que investigue sobre su pasado y herencia familiares: la prensa internacional se ha hecho eco de que la fortuna de Gabriel de la Sota quizá no se perdió completamente en 1933 y que las claves para saber dónde se halla pueden encontrarse en su última novela.

Una historia que viaja entre Oxford y Bilbao a lo largo de más de treinta años y en la que todos los personajes están conectados por un misterio que fue enterrado. Y solo será capaz de revelarlo quien logre descifrar el lenguaje oculto tras las páginas de la mayor obra del famoso escritor. Un relato sobre el bien y el mal, sobre el amor a la verdad y a la literatura, sobre la fuerza de la auténtica amistad, la que siempre acompaña y no juzga.

El lenguaje oculto de los libros

La ciudad de la lluvia

Lo de Bilbao como ciudad lluviosa es una imagen típica que puede tener sus días contados gracias al cambio climático. Pero el imaginario ya tiene así catalogada a esta gran urbe, así que la sinécdoque o metáfora de «ciudad de la lluvia» todavía funciona perfectamente.

Pero allá en los 80 era otra cosa y la idea de ciudad de la lluvia se ceñía a una realidad de la capital vizcaína como urbe gris muy reconocible. En esa ciudad asaltada por la lluvia, día sí y día también encontramos a Alain Lara, futbolista en ciernes que empieza a despuntar en el Athletic. Pero no va de fútbol la cosa… Porque la vida de Alain empieza a zozobrar cuando éste descubre una desconocida y enigmática fotografía de su abuelo de los años cuarenta.

Intuir que un familiar no es o no ha sido lo que siempre aparentó ser siempre despierta una curiosidad insoslayable. Si a ello le unimos los indicios de un pasado oculto a toda costa, podemos adivinar que Alain se implicará de lleno en la satisfacción de su curiosidad como sustento y fundamento de lo que él mismo es.

La vida de nuestros antepasados dibuja de alguna forma la línea de nuestros destinos. Y Alain, con su natural ansia humana de conocimiento, se lanza al pozo oscuro que se adivina bajo esa fotografía.

Rodrigo, el abuelo, aparece acompañado de un púber Ignacio Aberasturi, quien a la postre medrara hasta las más altas esferas de la banca. Y, sin embargo, algo o alguien acabó por borrarlo por completo de la escena social, junto con su abuelo. Así que esa foto cobra una especial relevancia en cuanto se desvela la coincidencia de los personajes a la postre desaparecidos.

Alain intentará tirar del hilo, recurriendo a la joven María Aberasturi. Entre ambos consiguen trazar una interesante línea de investigación que los conduce hasta la Alemania nazi. Rastreando, no cabe duda de que las vidas de Rodrigo y de Ignacio llegaron hasta Berlín, como un tren del pasado colmado de dudas y oscuros presagios. Aquellos tiempos bélicos que estuvieron a punto de transformar el mundo en un monstruoso planeta parecen aún más lejanos para dos jóvenes como Alain y María.

Por eso, todo lo que puedan descubrir los sacudirá por dentro, hasta el punto en el que todo secreto se entiende mejor así, esencialmente secreto, imperativamente escondido para todo el mundo, sobre todo para familiares que puedan llegar a conocer la verdadera identidad de su árbol genealógico.

La ciudad de la lluvia, de Alfonso del Río

Ioannes

Arrancar una carrera literaria con una novela histórica de este calado ya augura, por lo menos, atrevimiento. En su debut literario, Alfonso del Río demostró ese cuajo del escritor en ciernes con madera de buen narrador. Y pese a ciertas carencias en la caracterización de sus protagonistas, la historia te conduce irremisiblemente a ese otro mundo anterior con la pujanza de las buenas tramas…

Año 425 después de Cristo. Atila se acerca a Roma. El Papa León sabe que si «el azote de Dios» no la conquista, será otro quien lo haga antes o después. Así que encomienda a Ioannes, un caballero que parece estar bendecido con la inmortalidad, sacar de la urbe un misterioso cofre y huir hasta una nación que está emergiendo en ese momento, llamada a convertirse en la poderosa Serenísima República de Venecia. Carnaval de Venecia, en nuestros días. El Papa Pedro II es arrojado desde el Campanile por un encapuchado.

La ciudad queda sitiada hasta que se resuelva el crimen, y atrapa en su red de canales al hijo de un millonario inglés, a una joven arqueóloga española y a toda una panoplia de personajes que ignoran hasta qué punto la historia en la que participan puede cambiar el mundo. Ioannes es una novela vertiginosa. La intriga alcanza hasta la cúpula de la Iglesia y se sumerge en el túnel del tiempo. Intereses políticos y espirituales entran en conflicto en una Venecia retratada por Alfonso del Río con precisión histórica y rasgos legendarios. En la lid entre conspiradores implacables y hombres y mujeres dispuestos a la victoria del bien, el lector solo al final encontrará respiro.

Ioannes
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