El género negro italiano, tan en consonancia con el español en sus orÃgenes latinos con estribaciones orientadas a la corrupción y las mafias instaladas a todos los niveles, siempre echará de menos a una figura como Camilleri.
Y sin embargo, gracias a un autor como Maurizio de Giovanni, todavÃa se mantendrá vigente ese gusto por la literatura criminal en su vertiente de investigación policial que, bajo su particular sello, mantiene esos patrones de los grandes escritores policÃacos de la segunda mitad del siglo XX.
Para ese efecto de penetración en todo ámbito social y polÃtico hacia las corruptelas capaces de derivar en crÃmenes, de Giovanni también nos presenta a sus personajes fetiches que novela tras novela nos van presentando ese submundo sobre el que la realidad se sostiene. Casi siempre con el escenario de Nápoles, una ciudad colmada de tantos encantos como mitos e historia negra.
Espacios compartidos en todos los estratos sociales en los que ambiciones, las pasiones, las ansias de cualquier cuota de poder y las traiciones se confabulan para acabar emergiendo periódicamente con su carga de crudo paralelismo con las crónicas reales que salpican de vez en cuando a los informativos cuando la cosa se va de madre.
No toda su producción novelÃstica ha llegado hasta nuestro paÃs. Pero cada una de las nuevas historias que llegan, lo confirman como un autor fundamental para los amantes del policÃaco con ese regusto a hardboiled que despierta emociones intensas.
Top 3 novelas recomendadas de Maurizio de Giovanni
El otoño del comisario Ricciardi
Cuarta novela de la serie en torno al ya glorioso comisario. Viajamos hasta el Nápoles de 1931. Una ciudad extraña y cambiante de la que emigraban muchos habitantes en busca de mejor suerte mientras que el rey Victor Manuel III, oriundo de la ciudad, trataba de buscar más prosperidad para la capital.
En este ambiente enrarecido el comisario Ricciardi toma las riendas de un caso escabroso, el de un niño pobre que, de no ser por su voluntad de investigar, habrÃa pasado a considerarse una muerte natural. El fallecimiento del chico en el propio dÃa de Todos los Santos, despierta una dificil sensación de ternura entre la crueldad reinante en unos dÃas en los que tan aberrante asesinato puede llegar a encubrirse por el motivo que sea.
Pero Ricciardi tiene ya la espina de semejante deshumanización clavada en el corazón. Su devenir por las calles de la ciudad en busca de la verdad nos conducirá a un viaje por momentos inquietante en el que el comisario será el único foco hacia la necesitada justicia y verdad, antes de que las sombras de lo monstruoso acaben por devorar la ciudad.
Y todo a media luz
De nuevo Nápoles y una vez más Ricciardi en su sexta novela. Una truculenta narración sobre las viejas pasiones, los amores secretos, las afrentas sentimentales y las artimañas de una mujer de la calle muy especial que acabó siendo asesinada en el lecho donde ejercÃa para muy diferentes personajes de la ciudad.
Las pistas sobre su muerte orientan el caso hacia el bien visto Sergio Ventrone y hacia Giuseppe Coppola completamente entregado a los cautivadores cantos de sirena de la prostituta. Pero nada puede desecharse, muchos otros hombres habrán pasado por las manos de Rosaria. Y sin duda alguno de ellos acabó perdiendo la cabeza, asumiendo que podÃa llegar a gobernar sobre la vida entera de la joven.
Una novela marcada por dos caras de la necesidad, el aprovechamiento y el engaño. Y ambos motivos se van entrelazando hasta que la resolución del caso acaba irrumpiendo con su visión insólita de la dura vida.
El método del cocodrilo
Con esta novela arranca la saga del otro gran personaje de Maurizio de Giovani. Me refiero al Inspector Giuseppe Lojacono. El Napolés más interior se recorre entre el aroma de un tiempo detenido.
Entre sus callejuelas parece que todo se hubiera detenido, con esa melancólica autenticidad de lo irreal. El inspector Lojacono, con un peso existencial mucho mayor que Ricciardi, afronta el triple asesinato de tres chicos, un ajusticiamiento que pronto se asocia con el modus operandi de El Cocodrilo. Si la persecución del criminal supone un aliciente lector de primera magnitud, no lo será menos la determinación de sus motivos…