Los 3 mejores libros de Margarita García Robayo

La literatura colombiana recoge cosecha en manos de narradoras de primer orden en la narrativa en español. Desde Laura Restrepo hasta Pilar Quintana, pasando por Ángela Becerra o la propia Margarita García Robayo que se mueve a caballo entre sus orígenes colombianos y su arraigo creciente en Argentina. Plumas todas ellas con esa rabiosa autenticidad de escritoras cargadas del oficio más necesario, el que desborda compromiso con hacer de la literatura crónica o proyección, síntesis emocional o asidero intelectual…

Siendo Margarita la más joven de las autoras que cito, no por ello desmerece bibliografías ya más extensas. Porque en sus libros encontramos ese extraño don de la visión madura y lúcida contrapesada con la energía de la juventud. Hay autores y autoras que parecen reencarnaciones de otros ya más sabios por curtidos en vida. Y así parece que Margarita hace hablar a sus personajes con ese conocimiento de causa de quien sabe la farsa que espera al final.

La verdad hace tan libre como condena. La cuestión es intuir en esa lucidez amarga de la razón historias trascendentes que dejar negro sobre blanco, con valor y poso, con relevancia por si toca ser leídas por otras almas o lo que pudiera llegar de otros mundos. Lo escrito por Margarita son testimonios de derrota anticipada, de pequeñas sumas de tragedias sobre las que finalmente domina la sensación de que la inmortalidad es solo, pues, la maravilla del instante.

Top 3 libros recomendados de Margarita García Robayo

El sonido de las olas

Margarita García Robayo mira el mundo con despiadada atención pero también con suma naturalidad: nunca está completamente afuera de lo que observa o de lo que nombra, y el ejercicio de mirarse en el espejo no la paraliza, más bien al contrario.

Es imposible describir la cruda y cálida irreverencia de su escritura. Sus personajes se parecen entre sí pero tal vez ellos no estarían de acuerdo, porque no quieren parecerse a nadie y a la vez desean fervientemente — en ocasiones a cualquier precio — participar del mundo.

El sonido de las olas reúne tres novelas brillantes y perturbadoras que construyen algo así como una nueva disidencia, porque la autora tiene sus propias teorías sobre el humor, el pudor, la valentía, la rebeldía, el capricho, la violencia, el deseo, el arribismo, la confianza, el abuso, la intimidad y la soledad, de ahí la rara contundencia de este libro único.

El sonido de las olas

Primera persona

Es la voz directa del protagonista que, si es la autora, se convierte en voz y pulso que escribe, en conexión eléctrica de las letras tecleadas con el sudor de la inspiración y lo imperioso de la idea que puja por ser parida hasta la liberación sin vuelta atrás con lo escrito y con el hijo echado al mundo.

En este conjunto de narraciones autobiográficas, como dice Leila Guerriero, «no hay buenos ni malos, sino gente en medio de un derrumbe íntimo, una catástrofe intensa». La fobia al mar; el miedo a la maternidad; la iniciación sexual; su atracción hacia los hombres mayores, la locura… En Primera persona no hay grandes tramas ni certezas. La autora posa una mirada salvaje sobre la naturaleza humana y se cuestiona constantemente a sí misma. Con un cinismo agridulce y una ironía punzante, García Robayo abre aquí sus heridas, que bien podrían ser las de toda mujer.

Primera persona, de Margarita García Robayo

Tiempo muerto

La separación matrimonial o de pareja. Tragedia de nuestro tiempo convertido en eso, en tiempo muerto después de los minutos de la basura que no llevan a ninguna parte salvo a abultar la derrota. Solo que el asunto tiene de tragedia lo de tener que volver a asomarse al mundo en busca de nuevas identidades u horizontes. Antes de llegar a eso hay quien va buscando un buen chivo expiatorio para cargarle el pecado del tiempo emprendido sin visos de solución. Porque él, el tiempo muerto apremia con la proximidad de un fin que ya no tiene sentido, si es que alguna vez pudo remotamente tenerlo.

Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimentan Lucía y Pablo, una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento. «Empieza como un síntoma de desinterés, algo minúsculo que después se naturaliza y ambos dejan de preguntarse cómo es que siguen ahí, adobando la abulia frente al otro, asintiendo a lo que dice como un trámite…»

El matrimonio de Lucía y Pablo es un espejo de la sutil forma que puede llegar a cobrar la violencia cuando llega el fin del amor. Esta es la historia descarnada de ese tiempo muerto, de ese amplio y doloroso espacio que se abre, muchas veces de manera inexplicable, entre dos seres que se aman.

Tiempo muerto
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