El síndrome Truman siempre tiene gancho como argumento. Aquello de despertar a una realidad que te ha sido ocultada por algún oscuro motivo o indescifrable intención hace contener la respiración al lector hacia el descubrimiento de la verdad.
Si a dicho sindrome le unimos que el afectado sea un personaje como Vivian Miller, agente de la CIA, el asunto adquiere tintes de máxima tensión.
Y si el descubrimiento del cartón tras la realidad implica a que su marido pueda ser un espía, la lectura se convierte en un sinvivir hasta conseguir enlazarlo todo.
En ese momento del descubrimiento del marido de Vivian como un agente secreto, como lector necesitas saberlo todo. Te gustaría saber la información completa sobre Vivian y Matt (así se llama el personaje que ha ocupado su cama y con el que ha establecido su familia de cuatro hijos nada menos)
El amor a primera vista, los tiempos de noviazgo, los pequeños avatares de toda pareja que busca su nido de amor, la llegada de la prole… Todas esas cosas de repente se sumergen en aguas oscuras.
Y esa sensación aún no es lo peor. Vivian ama a Matt…, ponerlo en el disparadero supondría amenazar a su propia familia. Solo que ella trabaja para su país ¿Qué puede hacer?
Una trama que entronca acción y reflexión. Los movimientos de Vivian, su búsquedad del Matt verdadero entre la posible ficción que fue capaz de levantar junto a ella aportan un punto reflexivo, esa empatía sobre el qué harías tú como lector.
Pero además la novela se plantea como un thriller dinámico. El descubrimiento de Vivian no siempre podrá mantenerse como un secreto…
Vivian dispone de poco tiempo para elegir qué hacer. La balanza de argumentos y emociones se convierte en una espada de damocles a punto de ceder finalmente sobre su cabeza.
Ya puedes comprar la novela Toda la verdad, la opera prima de Karen Cleveland, aquí: