Hace poco reseñaba el último libro de Neil Gaiman, Mitos Nórdicos. La historia vista desde la perspectiva de estos pueblos llenos de mitos tienen un regusto a Historia básica. De igual manera que los clásicos griegos y romanos constituyeron el sustento del mundo moderno, los pueblos nórdicos de Europa hicieron lo propio pero con un mayor punto de esoterismo, de lo exótico y lo mitológico. Si bien no fue un pueblo tan dado a la escritura como medio de transmisión de su cultura, sus testimonios orales mantenidos en tradiciones y su legado material narra lo que fue nuestro mundo cuando la oscuridad todavía prevalecía…
Bajo estas someras premisas, acercarnos a una propuesta narrativa de ficción no dista tanto de una intención historiadora de estos pueblos en otros tiempos remotos.
El siglo VIII en el que parte la trama es algo de lo que quedan más vestigios que realidades ciertas, así que la aventura hacia el conocimiento está asegurada en una buena novela que haya sabido traer hasta el hoy lo que se puede intuir de ese pasado fascinante.
Esta historia comienza en las tierras nórdicas de Escandinavia a comienzos del siglo VIII d.C. Algo parecido a otra novela reciente La sonrisa del lobo, de Tim Leach.
Hakan es el protagonista en este caso, un protagonista que comparte esa idea del individuo de esta civilización entregado a la causa de su vida, a través de la cual nos aproximamos a los valores que debían primar en esos pueblos gobernados por el frío y la búsqueda de espacios donde poder afrontar la supervivencia de la especie.
En tierras duras habitan solo los más duros. Hakan quiere ser soldado. Y aunque la vida le depara un trágico acontecer, las pérdidas le sirven para acrecentar su deseo de encontrar su fundamento vital. Solo que el destino en ocasiones depara sorpresas desagradables, donde lo que pensaste como causa leal puede acabar siendo la mayor injusticia cernida sobre Hakan como una nube que solo anticipa venganza.
Servir a un rey como mercenario llegado de lejanas tierras o servir a su causa que implora venganza…
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