Lo de los intereses económicos creados, y su capacidad para abrirse paso entre los tres poderes no es un tema tan de ficción como pudiéramos pensar. Y quizás por eso las historias de Grisham acaban convirtiéndose en lecturas de cabecera de tantos y tantos lectores.
En este libro El soborno, (de cuya precuela ya dí buena cuenta), se vuelve a reproducir el tema de esos intereses que compran y corrompen, que ajustan con su dinero cualqueir articulado legal y cualquier voluntad reacia a su intención amoral de negocio.
La buena de Lacy Stoltz, una modesta abogada de Florida, se convierte sin embargo en la letrada más capacitada para desvelar lo que ocurre en el nudo principal de esta historia. Su habitual desempeño en búsqueda de una indemnización para todo aquel que considera que la justicia lo ha vulnerado o generado alguna indefensión.
Hasta que descubre que la mayor de las indefensiones para los particulares deriva de esa manipulación del interés general por parte de grandes capitales. A las manos de Lacy llega la denuncia sobre un juez que ha permitido que se instalara un casino en terrenos de especial protección por su determinación como reserva.
El denunciante es Greg Myers. Entre Greg y ella empezarán su cruzada contra este juez. Lo que van descubriendo se manifiesta como propio de una mafia de gigantescas proporciones. Es entonces cuando procede sopesar hasta que punto estás en riesgo. La maquinaria de la defensa puede buscar la ruina de Lucy y Greg. Y lo que es peor, los acusados pueden estar empezando a mover sus hilos para conseguir apartarlos de cualquier forma.
Accidentes los hay en todo momento. Y formas de provocarlos de manera que parezcan absolutamente casuales y fortuítos es una habilidad propia de los profesionales del hampa.
Pero Lacy no piensa echarse atrás. Mantiene su firme determinación de sentar a Greg ante un juez para dilucidar todo lo que ocurre en el caso. ¿Valdrá la pena? ¿Se impartirá finalmente justicia sobre el juez que se dejó sobornar a precio de oro? ¿Llegará Greg a sentarse para explicar su verdad? ¿Encontrarán las pruebas que corroboren su versión? Un nuevo planteamiento magistral de John Grisham para mantenernos atados a esta novela.
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Creo que no hay mejor autor de novelas judiciales,financieras y de corrupcion económica. Es, además, el autor que menos trabajo su lectura . Su escritura es simple, sencilla pero rica. Siempre al grano, no necesita adornar situaciones. Todo en el es importante. Creo que no hay autor mas comodo de leer, mas interesante y mas realista. Estoy ansioso por comenzar la lectura de este último libro.
Sin duda. Nunca encuentras paja, lo cual es todo un arte. Y cómo consigue conducirte por un mundo profano, supertécnico en su reflejo real de manera tan natural.