Una Masterclass de Tensión regada con Dom Pérignon y vino rancio. Elixir de morcilla con sangre republicana salpicado de humor Negro. Platos fuera de carta desde las cocinas del Hotel Palace en 1939. Banquete de victoria franquista con la posible indigestión de un plan de fuga cocinado a fuego lento.
Los Comensales y los «artistas» tras los fogones:
- Mario Casas (El Teniente Medina): Casas interpreta al joven teniente que debe organizar el evento. Es un hombre de la nueva orden, pero que se ve rápidamente superado por la logística de servir tanto plato y por la sospecha de que el maître le está mintiendo sobre la disponibilidad de las trufas, y de muchas otras trolas.
- Alberto San Juan (El Maître Genaro): San Juan es el meticuloso maître del Palace, el epítome de la neutralidad conservadora y el arte de servir. Se mueve entre dos bandos, con ese no sé qué de poder decantarse por uno u otro según pinten copas o bastos.
El Menú (O el Plan):
El verdadero protagonista de esta noche es el plan de fuga, que se sirve en tres fases:
- Primer Plato: El Entrante de la Misión Imposible. El teniente Medina (Casas) tiene que asegurarse de que la cena sea perfecta. Los cocineros republicanos tienen que asegurarse de que la cena sea… la distracción. La tensión se corta con un cuchillo de mantequilla. Franco y sus secuaces celebran la victoria. Al otro lado de la cocina no saben si celebrar la posible fuga o la opción del magnicidio con bien de cicuta entre las croquetas.
- Plato Fuerte: El Cocido del Sabotaje (o la Huida). Llega el momento de la verdad, no en el comedor lleno de generales, sino en la cocina, un hervidero de marmitas, vapor y planes a gritos. La escena se convierte en un slapstick dramático: Cocineros y pinches intentando escapar por la puerta de servicio con el sonido de los brindis resonando al fondo.
- Postre: El Amargo Sabor de la Consecuencia (o la Libertad). El final debe ser agridulce. O los cocineros consiguen la fuga más grande de la historia gastronómica española, o son atrapados con las manos en la masa… o en el detonador.
La Cena es una comedia deliciosa y dolorosa que puede acabar como aquella de Malditos Bastardos de Brad Pitt. Una peli que usa la cocina como un microcosmos de las «Dos Españas» al poco de terminar la guerra. Si quieres ver a dos maestros de la interpretación (Casas y San Juan) navegando entre la comedia negra y el drama histórico, con el humor como única arma contra el fascismo, esta es tu película. ¡Un festín para el estómago y la conciencia!