Todos hablamos con Dios en algún momento de nuestra vida. Ya sea esporádicamente para buscar salida en algún aprieto o para confiar nuestra suerte a su designio más propicio. La cuestión es que pocos explicitan estas conversaciones entre el ser humano y su hacedor. Salvo casos como los de Manuel Vilas en una fórmula más sarcástica o Neale Donald Walsch en su vertiente naturalmente más espiritual.
Y aunque me hace más gracia el primer autor, hoy toca hablar del segundo. Lo hago aunque solo sea por el efecto terremoto de una obra centrada en la cercanía con un Dios que se despacha a gusto. Dios conversa con Walsch hasta del sexo de los ángeles, un tema controvertido que solo en este binomio literario podría alcanzar su sabiduría última.
En síntesis, la bibliografía de Walsch sobre Dios, o de Dios encarnado en Walsch para poner negro sobre blanco el fundamento de lo humano, sirve de placebo narrativo para todos aquellos que parecen desencantarse de la institucionalización de la religión por encima de la simple fe individual. Y es que para creer solo hay que cerrar los ojos y buscar respuestas…
Top 3 libros recomendados de Neale Donald Walsch
Conversaciones con Dios
Quizás se trate de eso. Puede ser que el paulatino abandono de Dios se deba a un hedonismo autosuficiente y convencido de la felicidad absoluta en lo material. Pero ese mismo individualismo egoísta conduce a personajes como el propio autor frente a abismos cuya única salida es un salto en espera de que haya nueva tierra firme que pisar al otro lado de la bruma y la oscuridad.
Había llegado al límite de su resistencia. Se encontraba en ese momento en que el dolor -el peor dolor, el que produce la soledad de espíritu- amenazaba con desbordarse en la más insondable desesperación. ¿Qué mejor prueba podía tener de la inexistencia de Dios que su insensato sufrimiento? Aun si existiera y fuese Dios de bondad, ¿no podría, en su soledad, reclamarle como interlocutor? Este último gesto de esperanza obró el milagro.
A partir de esta crítica experiencia vital, Conversaciones con Dios es la transcripción del más infrecuente -aunque quizá debiera considerarse el más necesario- de los diálogos: a través de ellos se revela un Dios tolerante, tan conocedor de los fuertes anclajes morales de la mayoría de los seres humanos como del intenso arraigo de sus carencias. Y por ello, más interesado en proponer a sus criaturas una actitud que en exigirles un código rígido y pormenorizado de normas. Un Dios, pues, humano, en la medida que los hombres están hechos a imagen y semejanza de él.
Conversaciones con Dios II
Es curioso como llegados a esta época extraña dominada por insospechados miedos de pandemias que jamás imaginamos podrían asaltarnos más allá de las películas, acaben por reeditarse con inusitado éxito este tipo de volúmenes que apuntan a salvaciones y placebos…
Neale Donald Walsch prosigue su enriquecedora experiencia en forma de penetrantes diálogos que no desafían a ampliar nuestra perspectiva, a reconstruir nuestro mundo, nuestra sociedad y a nosotros mismos. Este segundo volumen de la trilogía es un libro para comprometerse, una invitación a la meditación diaria, un mensaje de optimismo.
Conversaciones con Dios III
El último volumen de la trilogía conmoverá a muchos lectores. En Conversaciones con Dios III se sintetizan las enseñanzas y se expone la conclusión lógica y asombrosa de una experiencia extraordinaria, de un diálogo pleno de comprensión y amor.
El diálogo concluye como se inició. Al igual que la vida, completa un ciclo. Ahora solo queda pendiente una pregunta: ¿quién escucha? «Eres siempre una parte de Dios, porque nunca estás separado de Él.»
