Los 3 mejores libros de la brillante María Zambrano

Ocurrió también con María Zambrano. Es curioso como la intelectualidad de cualquier generación, sumida en el autoritarismo, acaba en el exilio como única forma de supervivencia en su compromiso con la visión crítica que toda sociedad necesita. Curioso y esclarecedor sobre lo que queda a los mandos del gobierno…

Pero también resulta mágico el resurgir moral de un país a la vuelta de sus ilustres exiliados. Como en nuestro caso fueron Ramón J.Sender, Max Aub o la propia María Zambrano entre muchos otros.

En el caso de María habían pasado 45 años desde aquel 1939 en que la pesadilla de la guerra terminaba para prolongarse en el delirio de la dictadura… Dejar tu país por imperativo para una pensadora y autora como pocas podían descollar por aquel entonces en Europa, supuso ese desarraigo multiplicador de lo creativo en lo filosófico y lo poético (con un equilibrio entre la profundidad de lo lírico y lo prosaico pocas veces sondeado), así como en lo ensayístico y hasta en lo político.

Entre América y Europa, la genial autora malagueña fue componiendo una brillantísima y extensa bibliografía donde alternaba estudio e investigación, desarrollo de su pensamiento filosófico pero también ese hispanismo de quien tuviera que salir y que aún trata de definir los motivos para una cainita guerra que acabó con tantas cosas…

Top 3 libros recomendados de María Zambrano

Claros del bosque

La filosofía en María Zambrano es una toma de conciencia que va de lo sensorial a lo racional. Ningún otro pensador ha sabido encontrar en esa ambivalencia la mejor composición para abarcarlo todo (lo que podemos llegar a entender, por supuesto). Este libro es el mejor ejemplo de la genialidad de la pensadora convencida de la necesidad de lo lírico, como ya hacían los griegos con sus mitos trascendidos por encima de su propia Historia.

Obra de 1977 que es todo un monumento filosófico-poético, uno de los libros fundamentales de la historia reciente del pensamiento. En él, María Zambrano sumerge al lector en un sentir primigenio, anterior a todo tiempo, al que el temible Cronos no tiene acceso y donde se recobra un paraíso perdido, una visión primordial.

Es en este no-lugar al que Zambrano accede para no sentirse desterrada, exiliada; es en él donde todos podemos recuperar una siempre añorada unidad primigenia. La pensadora malagueña propone así una regresión originaria en la que la filosofía, la poesía, la música y la mística nos indican el camino para recordar «el Sentir», para rescatar «a las cosas y a los seres de la confusión».

Claros del bosque

La tumba de Antígona

Que la cultura griega ya tenía algo de vanguardista, en cuanto a un soterrado feminismo pujante desde lo mitológico, resulta innegable. Quizás más en Sófocles que en Homero. Desde Casandra hasta Antígona. Algunos de los personajes más trascendentes de este imaginario mitológico ancestral son esas mujeres transformadoras por su inteligencia o sus dones.

Símbolo incuestionable de integridad moral y fuerza vital, Antígona es una de las figuras mitológicas más tratadas en la historia del pensamiento. A ella, escribía María Zambrano en 1948, «no podemos dejar de oírla», pues «la tumba de Antígona es nuestra propia conciencia oscurecida».

La pensadora nunca abandonó su interés por esta heroína, cuya trágica historia, narrada por Sófocles en la tragedia homónima, encierra numerosos asuntos que Zambrano trató con hondura a lo largo de su trayectoria intelectual: la estrecha línea fronteriza entre filosofía y literatura, el carácter social y político de la libertad, el uso y abuso del poder, el exilio o el protagonismo de lo femenino.

La tumba de Antígona

El hombre y lo divino

Aparecida por vez primera en 1955 y sustancialmente ampliada en su reedición de 1973, «El hombre y lo divino», obra clave en el desarrollo del pensamiento de María Zambrano (1904-1991), actúa como puente entre la destilación más acabada de sus primeras ideas y la articulación de esa «razón poética» que se iría desplegando a partir de entonces en el seno de su producción filosófica.

Frente a una modernidad sumida en el eterno juego de renuncia y regreso a una divinidad de la que ansía desprenderse pero a la que no puede renunciar, Zambrano traza las sendas para una nueva relación con lo divino que, siguiendo las huellas de la piedad, pueda permitirnos recuperar la realidad para desvelar las potencias liberadoras sepultadas por esa «historia hecha ídolo» a la que hemos sido abocados.

El hombre y lo divino
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