Ningún escenario mejor que el periodo de entreguerras para ubicar una saga del género negro más intenso. Tiempos recios donde los rencores eran rescoldos en espera de la corriente más oportuna para prender de nuevo. Jacqueline Winspear nos conduce con su serie más reconocida hasta los primeros años 30, con el oscuro horizonte que eso supone a pocos años vista y la Gran Depresión rondando medio mundo.
Y ahí es donde la investigadora Maisie Dobbs se mueve como pez en el agua para descubrir cualquier misterio solicitado por sus clientes. Pasiones soterradas, traiciones inminentes y por supuesto deudas cobradas finalmente en sangre. Evocaciones a Agatha Christie por época y planteamientos. Disfrute asegurado
Una mezcla perfecta entre la escenografía histórica de un periodo singular de calma chicha, y los brotes de las flores oscuras del odio que pueden romper en pequeñas traiciones o en grandes guerras. La parte más ignominiosa de la condición humana siempre sustenta el noir más intenso, literatura donde perfilar psiques de personajes aviesos y tirar de deducción junto con la prota de la serie.
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Maisie Dobbs: Una detective con intuición
Necesaria presentación de un personaje que supera la obra. Porque lo de Maisie Dobbs no es una elección azarosa o sin mayor relevancia. Lo de una mujer hecha investigadora en los años 30 necesita de un conocimiento profundo del cómo y el porqué. Así es como esta primera entrega se hace fundamental pese a que otros de los siguientes casos puedan resultar de mayor enjundia.
No le pierdas la pista. Nunca has conocido a nadie como ella. Londres, 1929. Maisie Dobbs abre una oficina como flamante investigadora privada en el centro de Londres y se convierte en una de las primeras mujeres detective de la época. Su primer caso, la investigación de la supuesta infidelidad dela esposa de un hombre de la alta sociedad, la lleva a un lugar conocido como El Retiro, un refugio de convalecientes de la Primera Guerra Mundial.
Tres plumas blancas
La duda entre una posible fuga voluntaria o el rapto. La desaparición de un ser querido plantea siempre desquiciantes interrogantes. Más aún cuando el padre de la criatura no es un ciudadano cualquiera.
El problema es que la búsqueda de la hija puede poner en peligro el status del buen hombre, del padre ejemplar, del hombre de negocios bien intencionado. Una búsqueda puede llevar primero a los hallazgos menos deseados.
Londres, 1930. Desde que abrió una agencia de investigación privada en Londres, ha habido muchos cambios en la vida de Maisie Dobbs: tiene la oficina en Fitzroy Square, Billy Beale se ha convertido en su asistente y conduce un coche rojo. Ha demostrado su valía como investigadora, e incluso se ha ganado el respeto del inspector Stratton de Scotland Yard, todo un logro para una mujer que pasó de sirvienta a detective.
En la primavera de 1930, Maisie recibe un encargo de Joseph Waite, un hombre rico hecho a sí mismo, para que encuentre a su hija, Charlotte, una heredera fugitiva. Lo que parece un caso sencillo, se vuelve más complejo cuando hallan el cuerpo sin vida de una amiga de Charlotte fallecida en extrañas circunstancias. Maisie tendrá que volver a hacer uso de su intuición para descubrir los entresijos de este caso.
Verdades incómodas
Las mentiras siempre son más dulces. Sobre todo cuando nos las contamos nosotros mismos. La verdad es tan incómoda como capaz de transformar la realidad construida a medida. Para una investigación ocurre parecido. Lo más cómodo es ceder a las primeras impresiones para cerrar cualquier caso. Pero Maisie no cede fácilmente a esa apariencia cómoda de verosimilitud. Y esa es siempre una virtud necesaria…
Londres, 1931. El polémico artista Nick Bassington-Hope fallece de repente la noche antes de la inauguración de una exposición de su obra en una famosa galería de Mayfair. La policía dictamina que se trata de un accidente, pero la hermana gemela de Nick, Georgina, una corresponsal de guerra, no está convencida. Cuando las autoridades se niegan a considerar su teoría de que Nick fue víctima de un asesinato, ella busca la ayuda de su compañera de estudios del Girton College, Maisie Dobbs.
En una investigación que la lleva a las desoladas playas de Dungeness, en Kent, y al controvertido mundo del arte, Maisie descubre una vez más el legado de la Gran Guerra en una sociedad que lucha por no perder el rumbo.
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Una venganza imperfecta: Una investigación de Maisie Dobbs
Quinta entrega. Maisie Dobbs hecha ya un personaje en el que habitar aventuras y desventuras en ese remoto, y a la vez cercano, mundo del siglo XX. Ambientados ya en el Londres de Maisie, que parece heredado del mismísimo Sherlock Holmes, nos enfrentamos a uno de esos casos sobre el que casi nadie quiere conocer la verdad… por lo que sea.
Un nuevo caso de Maisie Dobbs, la detective estrella del misterio histórico cozy internacional. Nunca has conocido a nadie como ella.¿Cuál es el origen de una serie de acontecimientos muy extraños que ocurren en una pequeña comunidad rural? Maisie Dobbs debe recurrir a todas sus habilidades para averiguarlo.Heronsdene, condado de Kent, 1931.
Con el país sumido en una crisis económica, Maisie se siente aliviada cuando recibe un encargo aparentemente sencillo; un íntimo amigo requiere sus servicios para investigar ciertos asuntos relacionados con la compra de un terreno. Sus investigaciones la conducen a un pintoresco pueblo de Kent.
Bajo su tranquila apariencia, Maisie enseguida intuye que algo va mal por los misteriosos incendios que se producen con una regularidad alarmante, los prejuicios de los aldeanos hacia los trabajadores que acuden para recolectar el lúpulo, una serie de delitos menores que no dejan de sucederse y el silencio general acerca de la incursión de un zepelín en tiempos de guerra. La joven sospecha que un misterioso secreto envuelve la aldea.
