Los 3 mejores libros de Viktor Emil Frankl

La psiquiatría y la literatura confluyen siempre con un punto de oscuridad cuando de ficción se trata. Porque nada mejor que perdernos por los recovecos de la mente para descubrir un inquietante laberinto de pulsiones, voces interiores y escenarios oníricos inabarcables. Novela y pelis hay mil sobre la locura, las obsesiones o cualesquiera patologías que nos descubran las maravillosas e inquietantes estridencias de nuestro universo dentro del cerebro.

En un término medio, con bastante más intención divulgativa que narrativa, pero con el mismo encanto, encontramos al fascinante Oliver Sacks y su literatura de la experimentación. Nada mejor que el ejemplo práctico y el atrevimiento con el que abrir nuevos cauces de la ciencia para finalmente atraer a profanos al ámbito de cada cual.

Hoy toca emprender la bibliografía de otro gran neurólogo y psiquiatra. Un Viktor Emil Frankl cuyas circunstancias pesarosas lo condujeron a la experimentación menos esperada. Porque en los campos de concentración donde sobrevivió durante 3 años se acercó por desgracia a los límites de la degradación psíquica desde lo meramente funcional por inanición, hasta lo naturalmente emocional por lo brutal de las vivencias.

Desde autores como Sacks o Frankl nos podemos acercar a la psiquiatría como algo más que divulgación. o incluso como manantial desde el que descubrir aspectos sobre la sublimación, la resiliencia o todo lo que pueda suponer alivio y resorte con los que sobrellevar pesares o penurias.

Top 3 libros recomendados de Viktor Emil Frankl

El hombre en busca de sentido

Poco sentido tiene ya de por sí el devenir por este mundo. La cosa es no perderle el gusto a las cosas y disfrutar precisamente de lo perentorio. Lo de encontrar respuestas es mejor cuantas menos te hagas. Pero eso va en contra de la condición humana, curiosa hasta la saciedad.

Algo bien distinto es que, sin el más mínimo sentido de las cosas, descubras, como comprobó Viktor Frankl, que el mundo es un espacio gris, como de siniestra neblina. Y entonces sí, las preguntas llegan de manera inevitable porque cada día, cada hora, cada segundo, puede ser el último. Y ante lo imperativo de la existencia pendiendo sobre un hilo solo podemos tener dudas. Todas ellas y sus respuestas las encontramos en este libro de perturbadora lucidez.

El hombre en busca de sentido es el estremecedor relato en el que Viktor frankl nos narra su experiencia en los campos de concentración. Durante todos esos años de sufrimiento, sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma. Él, que todo lo había perdido, que padece hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles.

En su condición de psiquiatra y prisionero, Frankl reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas. La logoterapia, método psicoterapéutico creado por el propio Frankl, se centra precisamente en el sentido de la existencia y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre, que asume la responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida.

¿Qué espera la vida de nosotros? El hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de un psiquiatra sobre los hechos y los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial. Traducido a medio centenar de idiomas, se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Según la Library of congress de Washington, es uno de los diez libros de mayor influencia en Estados Unidos. «Uno de los pocos grandes libros de la humanidad». Karl Jaspers

El hombre en busca de sentido

La presencia ignorada de Dios

Dios no existía para aquel amigo de 12 o 13 años que ya se asomaba a la vida con la certidumbre de su desarraigo. Y es que uno descubre, más en los espejos de los primeros buenos amigos que en los padres, al menos las primeras dudas que sostienen los pilares de una vida que solo la fe dan algo de coherencia paradójicamente para nuestra razón.

Dios es ese que no te escucha cuando imploras muy fuerte por algo. O quizás sea cosa de que lo guarda para el final, como las grandes novelas y sus giros. A cambio solo queda fe y esperanza. Y claro, un superviviente del holocausto nazi sabe mucho de eso de implorar y creer para no sucumbir a los horrores. Luego se puede teorizar sobre Dios y plantear premisas o axiomas hacia la fe, cual fórmulas matemáticas. Todo es cuestión de ciencia y reflejos de empirismo imposible.

Viktor E. Frankl, conocido mundialmente por su obra El hombre en busca de sentido y como fundador de la Logoterapia, denominada también la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia, nos muestra en este libro que el hombre no sólo se halla dominado por una impulsividad inconsciente, como pretende Freud, sino que también hay en él una espiritualidad inconsciente. A partir del modelo de la conciencia y de la interpretación de los sueños, enriquecido con ejemplos de su práctica clínica, Frankl logra persuadir al lector, por medios empíricos, de que subyace en el hombre una religiosidad que implica «la presencia ignorada de Dios».

La presencia ignorada de Dios

Ante el vacío existencial. Hacia una humanización de la psicoterapia

A la postre siempre hay un componente en psiquiatría de voluntad por la cura. Ese «medice cura te ipsum» es todo un llamamiento a nosotros, médicos para nosotros mismos. De ahí el denodado esfuerzo de la psiquiatría por reforzar el hecho de la consulta médica. Porque somos tan testarudos como para necesitar de la sensación de que alguien nos guía en toda terapia. Para al final descubrir que todo dependía de nosotros, salvo encontrar la llave, of course…

Además de una psicología «profunda» existe también una psicología «elevada». Esta última es la que nos quiere presentar Frankl en esta obra: la que incluye en su campo de visión la voluntad de sentido. Cada época tiene sus neurosis y cada tiempo necesita su psicoterapia. Hoy nos enfrentamos con una frustración existencial cargada de una falta de sentido y de un gran sentimiento de vacío.

La sociedad de la opulencia sólo satisface necesidades, pero no la voluntad de sentido. La tendencia radical del hombre busca el sentido de la vida y pretende llenarlo de contenido. Este breve volumen ofrece al lector un contenido de denso y, al propio tiempo, resplandeciente humanismo, copiosamente documentado, con juicios críticos tan considerados, que merece una atenta lectura.

Ante el vacío existencial. Hacia una humanización de la psicoterapia
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